El arte, aliado de las afganas

Varias mujeres han encontrado en la pintura una manera de expresar el infierno en el que viven, a través de una academia de arte

EFE

  · martes 22 de agosto de 2023

A pesar de que todas las alumnas de la academia son mujeres, cuentan con varios profesores varones, lo que propició que uno de ellos permaneciera arrestado durante dos días | Reuters

Reprimidas desde la llegada al poder de los talibanes, cuando comenzó el goteo de restricciones contra las mujeres para apartarlas de la vida pública, varias mujeres afganas han encontrado en la pintura una manera de expresar el infierno en el que viven, a través de una academia de arte que exhibió más de cien obras de su autoría.

“Dibujamos con lápiz y papel nuestros sueños, nuestros dolores y la tragedia que estamos atravesando para llevar el mensaje a la gente y al mundo", dijo una de las profesoras de arte de la academia Siete Colores, en Kabul, Shakar Rustami, y organizadora de una muestra que la semana pasada exhibió 120 cuadros donde las 35 alumnas de la academia transmitían sus vivencias.

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Rustami, de 18 años, fue una de las miles de afganas que vio truncada su carrera académica cuando los talibanes prohibieron la educación femenina secundaria, lo que le hizo unirse a esta academia para enseñar a pintar a otras chicas como ella.

Una idea que dio lugar a esta exposición, que durante tres días mostró las creaciones en las que las alumnas relataron gráficamente la represión sufrida en estos años y las experiencias cercanas como atentados que habían azotado sus vidas.

Fue el caso de una pintura que mostraba a una niña con su bolígrafo y cuaderno manchados de sangre sobre su pupitre, representando el ataque suicida contra un instituto en el que resultó gravemente herido el hermano mayor de su pintora, Zulaikha Amini.

Ella cursaba el tercer año de Psicología en la Universidad de Kabul cuando los talibanes prohibieron a las mujeres continuar con su formación universitaria y ante la falta de recursos de su familia, donde solo trabajaba su padre, decidió convertirse en artista.

Muchas restricciones

Dentro del amplio abanico de prohibiciones que afrontan las afganas, que incluyen el veto a la educación secundaria y universitaria o al trabajo, o la imposición del burka en lugares públicos y de ir a acompañados de un familiar masculino en trayectos largos, la pintura es uno de los pocos derechos que las mujeres no han visto erradicados, de momento, en Afganistán.

Por ello, Amini destacó que el propósito de la exposición "era motivar a las niñas y mujeres angustiadas y mostrar" su talento, mientras las mantiene "ocupadas para sobrevivir en esta situación tensa”.

Una tensión que también se esforzaba por retratar otro cuadro situado a unos pocos metros de distancia, donde se observaba el ojo de una mujer con un pañuelo y con lágrimas en el rostro, que según su artista, Marzia, simbolizaba "la tragedia de las mujeres y niñas afganas".

A pesar de que todas las alumnas de la academia son mujeres, también cuenta con varios profesores varones, lo que propició que uno de ellos permaneciera arrestado durante dos días por las autoridades del todopoderoso Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, ya que los talibanes prohíben que los hombres y las mujeres trabajen en un mismo lugar.

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Razón por la que el fundador de la academia, Ranji Khan, explicó que organizaron la exposición al margen del Gobierno talibán, puesto que no solo se saltaban esta prohibición, sino que también pasaban por alto aquella que veta los dibujos de figuras humanas, por ir en contra de la ley islámica o Sharia.

Una desobediencia que, al mismo tiempo, se convirtió en una llamada de auxilio hacia la comunidad internacional, a la que Amini pidió ayuda y reclamó que “no debería reconocer al Gobierno talibán hasta que (este) reconozca a las mujeres”.