Ultima Generazione
Grupo italiano contra el cambio ecoclimático
“Pegamos nuestras manos a una de las obras maestras del Quattrocento italiano: La Primavera (1480), de Sandro Botticelli. Somos la última generación: sin gas, sin carbón. Del mismo modo que defendemos nuestro patrimonio artístico, deberíamos dedicarnos al cuidado y la protección del planeta que compartimos con el resto del mundo”.
Deborah García
Analista cultural
“La mayoría de estos ataques se hicieron en nombre de una reivindicación política. Usaron el arte como escaparate, pero el resultado fue que las reivindicaciones quedaron en segundo plano o, aun peor para ellos, su causa perdió todo el crédito. Para la opinión pública, atacar el patrimonio cultural convierte a los activistas en terroristas”.
Pedro Alberto Cruz
Periodista español
“El pasado 22 de julio tres activistas contra el cambio climático se pegaron a La Primavera de Botticelli como forma de protesta. El cuadro no fue dañado porque lo protegía un cristal. Fue cuando pregunté a través de redes sociales ‘¿Estáis a favor de estas formas de concienciación extremas?’ Sorprendentemente, la mayoría de los participantes se mostró a favor. A través de sus comentarios, hicieron ver que, siempre que las obras de arte no fueran dañadas y que, por lo tanto, no hubiera violencia, las protestas no solo eran lícitas, sino que resultaban necesarias. Hubo, incluso, quien me reprochó que calificase a esta acción como ‘extrema’, habida cuenta de su desenvolvimiento pacífico”.
Betty Zanolli
Analista cultural
“¿Qué puede motivar a alguien a destruir una obra de arte? No existe una causa única. En muchos casos han sido razones religiosas e ideológicas. En otros, de índole psicológica, pero también ha sido la lucha política y ambición de poder uno de los principales factores que subyacen en el vandalismo artístico de todos los tiempos. ¿Qué gana quien vandaliza o destruye una obra de arte?”
Just Stop Oil
Grupo inglés de activismo ambiental
El 14 de octubre, dos activistas de la organización lanzaban salsa de tomate a Los girasoles de Van Gogh en la National Gallery de Londres al grito de: “¿Qué tiene más valor, el arte o la vida?, ¿qué te preocupa más, la protección de un cuadro o la de nuestro planeta y las personas?"
Jerry Saltz
Crítico de arte estadounidense
“Los activistas que atacan obras de arte son equiparables a los talibanes”.
Andrés Duprat
Director del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires
“La gran falla o debilidad del atentado fue conceptual, ya que lo que pretendían denunciar se vio absolutamente eclipsado por la impactante lectura simbólica de la acción. Y claramente nadie podría articular el simulacro de dañar una obra de arte con una protesta en defensa del medioambiente o con una crítica al orden mundial. El medio contradijo y destruyó el mensaje, pues se pretendió poner en discusión el orden mundial con aquello que lo sustenta, es decir, los medios de comunicación".
Juan Albin
Investigador de arte
“Lo que sí resulta interesante es la pregunta que provocaron en la sociedad: por qué nos escandalizamos y consternamos hasta el punto de hacer intervenir a la policía y al poder judicial cuando se daña a una representación de la naturaleza, de Los Girasoles en este caso, y no así cuando todos los días asistimos a la explotación y a la devastación de nuestro planeta".