El yarn bombing es un tipo de graffiti o arte callejero que en lugar de pintura emplea coloridas madejas de hilo, estambre u otras fibras, y que nació con la finalidad de recuperar y personalizar lugares públicos que anteriormente se consideraban estériles o fríos.
El taller constará de dos sesiones: La primera, denominada “¿Qué es el yarn bombing?”, que se realizará el 21 de enero de 2023, y sobre la cual el museo detalla:
“Presentaremos un relato de la importancia del tejido en público alrededor del mundo y algunos ejemplos. Después, a partir de la obra de Gego revisaremos qué es el patrón y cómo funciona el tejido y realizaremos piezas tomando como referencia los dibujos sin papel de esta artista. Además desarrollaremos otra serie de piezas utilizando paletas de colores similares a las empleadas por Lari Pittman”.
Posteriormente se llevará a cabo la sesión 2, titulada “Intervenciones tejidas”, que se realizará el 28 de enero del mismo año y sobre la que apuntan:
“Tejeremos conforme a las líneas inspiradas por Gego y los colores empleados por Lari Pittman pensando en los espacios a bombardear”.
Ambos talleres están dirigidos a jóvenes y adolescentes y serán impartidos por la Colectiva Lana Desaste, cuyos integrantes han realizado desde 2013 diversas acciones de yarn bombing, así como piezas textiles.
Entre sus trabajos más recientes destacan Sé-Nos, pieza exhibida en (Re)generando narrativas e imaginarios. Mujeres en diálogo, Museo Kaluz (octubre 2022-abril 2023); Somos Colmena, muestra itinerante, Museo Textil Oaxaca (octubre-diciembre 2021) y Palacio de Cultura en Tlaxcala (febrero-mayo 2022); LabNL (noviembre 2022-febrero 2023); Manta por la sororidad, 8M 2019; Altar de las Mostras, exhibición permanente, Museo del Juguete Antiguo Mexicano (2021), y Data Cambio Meta Tejido, Centro de Cultura Digital (2019).
Una respuesta al graffiti hecho por hombres
También conocido como bombardeo de lana o kniffiti, este tipo de tejido urbano también se ha convertido en sinónimo del movimiento feminista, debido en parte a la recuperación de las artes consideradas tradicionalmente como femeninas de tejer y/o crochet para participar en la escena del graffiti, tradicionalmente masculina y dominada por hombres.
Las mujeres que participan en esta actividad crean un espacio para ellas y su arte en todo tipo de sitios públicos, que con esta expresión adquieren notoriedad y un significado distinto.
En un artículo sobre yarn bombing, Joanna Mann comenta el equilibrio entre el arte y la política:
"El bombardeo de hilos, sostengo, hace más que feminizar la ciudad, ya que la fantasía con la que está imbuida tiene la capacidad de aumentar nuestra atención a los mundos habituales en una serie de gestos micropolíticos".
Por su parte, McGovern encuentra que el graffiti de estambre también puede usarse para contradecir la idea de las mujeres como amas de casa al llevar ese arte tradicionalmente femenino a las calles.
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Los inicios de este movimiento se atribuyen a la texana Magda Sayeg, quien dice que tuvo la idea por primera vez en 2005, cuando cubrió la manija de la puerta de su boutique con un cobertor hecho a la medida.
Por otro lado, el yard bombing ha ha recibido críticas por el posible impacto ambiental negativo que puede tener el hilo cuando se coloca en los arboles y otras plantas, ya que este puede restringir la producción de savia en los árboles e incluso su crecimiento, además de que, con el tiempo las fibras sintéticas contaminan el medio ambiente.
La admisión a los talleres del Museo Jumex es libre, previo registro en el sitio https://forms.gle/9272DxmMH2R4x67Y7
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