Aquella vieja forma de comunicación urbana que consistía en escribir alguna palabra como "lávame" sobre un vehículo sucio, tiene un símil más moderno en el llamado graffiti inverso, una forma relativamente nueva de escribir leyendas sobre cualquier superficie, limpiándola parcialmente en lugar de pintarla.
El artista inglés Paul "Moose" Curtis fue uno de los primeros en emplear este método para crear imágenes temporales o semipermanentes en paredes u otras superficies de la calle, la cual se ha utilizado también como una forma de publicidad.
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Se dice que Curtis descubrió la técnica mientras trabajaba como lavaplatos en un restaurante, luego de que intentó limpiar una mancha de salsa de una pared que supuso que era marrón, y descubrió que era una pared blanca manchada por el humo del cigarrillo, y que su trapo de limpieza había dejado un rastro como de pintura en aerosol blanca.
Posteriormente, esa técnica ganó más fuerza a pesar de que muchos no se decidían sobre la legalidad de esta forma de expresión.
'Sentí que había creado este proceso realmente curioso que cambió las leyes y que hizo que fuera realmente difícil para el sistema legal lidiar con él... Estaba simplemente en una hermosa zona gris…' diría Curtis
La primera pieza de arte de graffiti inverso a gran escala fue realizada por Alexandre Orion en 2006, en la municipalidad de São Paulo y llevaba el título de Ossario.
Sus efectos ambientales
Este proceso, que también se ha llamado “contaminación inversa”, describe literalmente el proceso de deshacer o limpiar la contaminación causada por la interacción humana.
Se estima que un cuadrado de 55 pulgadas requiere de 4 a 5 galones de agua para crear una impresión, es decir 30 veces menos de lo que se necesita para producir un póster de papel de tamaño comparable.
Otro término, llamado “GreenGraffiti” se acuñó en un programa en el que cada litro utilizado en grafitis inversos se iguala con un litro de agua potable limpia para una región afectada por la sequía.
Su uso comercial
Al igual que con el graffiti común, esta técnica también se utiliza comercialmente como una forma de publicidad exterior.
Los promotores han descrito el graffiti inverso como una forma de publicidad respetuosa con el medio ambiente, ya que es temporal y porque a veces se puede hacer con materiales inocuos o biodegradables.
Desde entonces, firmas como Microsoft, Channel 4 y Smirnoff han publicitado sus productos de esa manera.
Sin embargo, su legalidad ha sido cuestionada en lugares como Países Bajos, donde es necesario tener un permiso para hacer publicidad comercial en un espacio público, incluso si no se destruye nada.
En Hungría, marcas como Coca-Cola, la filial local de Deutsche Telekom, Magyar Telekom, Manpower y la editorial Ringier también se anunciaban con esta herramienta.
En Liverpool, Inglaterra, se hizo un “Paseo de la Fama de Mr Muscle”, creado con grafitis inversos para celebrar a los 12.848 aficionados que han contribuido a los esfuerzos de sostenibilidad en Anfield.
En diez ciudades de todo el Reino Unido, desde Glasgow hasta Brighton, Street Advertising Services colocó 700 anuncios de graffiti inverso en el exterior de locales, bares y restaurantes para jóvenes.
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En el mismo país, más de 120 mil personas visitaron el sitio web de Kia Soul, destacado específicamente por una campaña de este tipo, y el coche pasó a ser el auto más vendido de la firma en el Reino Unido, con más de seis mil unidades desplazadas sólo en su primer mes.
Mientras tanto, en España los regantes y agricultores de Madrid protestaron recientemente con esta misma técnica en respuesta a la decisión del Ministerio de Medio Ambiente de aumentar el caudal ecológico del río Tajo, lo que reducirá la cantidad de agua que llega a las tierras agrícolas en el sur del país.