La Galería Tretiakov de Moscú comenzó la restauración del cuadro "Iván el Terrible", uno de los lienzos más famosos del pintor Iliá Repin, atacado en 2018 por un vándalo, informó hoy la pinacoteca.
"Las labores de restauración del cuadro 'Iván el Terrible y su hijo' ya están en plena marcha", indicó el museo en un comunicado.
La nota agrega que después del ataque sufrido por el cuadro -suceso que conmocionó a expertos y amantes del arte en mayo de 2018- fueron llevadas a cabo varias reuniones de un consejo de restauración que elaboró un plan de acciones para "salvar" la obra maestra de Repin.
Con ese fin en la galería fue creado un taller especial, equipado con todas las herramientas necesarias para revertir el daño provocado al cuadro.
Además, a principios de mayo la pinacoteca recibirá una gran "mesa transformadora", hecha por encargo de los expertos de la institución para trabajar con el lienzo atacado.
La galería destaca que el volumen de los preparativos se deben, en primer lugar, con una "gran responsabilidad por la conservación de una obra maestra de la pintura mundial y, probablemente, el mejor cuadro histórico de la segunda mitad del siglo XIX".
El pasado mayo un vándalo rasgó el famoso lienzo pintado por Repin en 1885, aunque la suerte acompañó al genio ruso, ya que los golpes con un objeto metálico no afectaron ni a los rostros ni a las manos de ambas figuras.
El museo mostró casi de inmediato las imágenes del daño causado en el ataque: tres cortes en la túnica del hijo del zar.
A juicio de los expertos, el cuadro es recuperable y no correrá la misma suerte que la "Dánae" de Rembrandt, apuñalada en 1985 en el Museo del Hermitage de San Petersburgo, que volvió a ser expuesta, pero nunca recuperó su brillo original.
"Iván el Terrible y su hijo" ya fue atacado en enero de 1913 por un pintor de iconos seguidor del antiguo rito ortodoxo, Abram Balashov, que le asestó tres puñaladas, lo que obligó a Repin a repintarlo prácticamente de nuevo.
Los detractores del cuadro aseguran que Iván IV (1530-1585) no mató a su hijo de un golpe con un cetro en un ataque de rabia, tal y como muestra el polémico lienzo, ya que éste murió envenenado, como se pudo comprobar al ser exhumados ambos cadáveres en el Kremlin en 1963.
Consideran que la obra de Repin "insulta los sentimientos patrióticos de los rusos" y culpan del origen del rumor a los "enemigos de Rusia", en particular al Vaticano, que nunca perdonó al zar que no adoptara el Catolicismo.
Por su parte, la Galería Tretiakov defiende que Repin, considerado el más grande pintor ruso del siglo XIX, se basó en las conclusiones de los historiadores a la hora de confeccionar la obra.