Florian Schneider-Esleben, el pionero de Kraftwerk, murió a los 73 años víctima de cáncer, según pudo confirmar el medio británico The Guardian mediante uno de los colaboradores del músico alemán.
Medios alemanes como Wiener Zeitung y Deutschlandfunk Kultur también confirmaron la muerte de Schneider citando a la disquera Sony con sede en Berlín.
La música electrónica como la conocemos hoy en día tiene múltiples orígenes, uno de ellos viene del ingenio de dos hombres alemanes: Ralf Hütter y Florian Schneider quienes hicieron de la banda Kraftwerk un concepto musical basado en la relación hombre-máquina y a partir de ello, dejaron al mundo un abanico de sonidos que derivaron en el techno, synthpop y ambient.
No se puede entender la música electrónica sin la influencia de Schneider dentro de Kraftwerk; con su flauta que posteriormente la convirtió en un elemento de sintetizador, fue la pieza armónica de la banda, incluso David Bowie le rindió homenaje a este pionero en su pieza V-2 Schneider.
Schneider formó parte de la banda desde 1968 hasta su retiro en noviembre de 2008.
Del Krautrock al Techno
Antes de crear Kraftwerk, Florian Schneider y Ralf Hütter formaron parte de una generación de jóvenes músicos en la década de los sesenta que hacían música cósmica o bien Krautrock, un género de rock experimental que combinaba la psicodelia y texturas electrónicas, en esa etapa convulsa de 1969, ambos músicos lanzaron el disco Tone Float con el proyecto Organisation.
Para el año siguiente, en 1970 el nombre de la banda ya estaba consolidado; lanzaron los discos Kraftwerk y Kraftwerk 2 que, aunque experimentales ya perfilaban más su sonido hacia el uso de sintentizadores, vocoders; la mirada al futuro estaba puesta.
Mientras en México, las románticas carreras de José José y Juan Gabriel se encontraban en su máximo esplendor por ahí de las década de los setenta y ochenta, Kraftwerk preparaba el futuro; en sus canciones hablaban del amor a la computadora "Computer love", estaciones espaciales "Space lab", la radioactividad "Radioactivity" y el hombre máquina "Man Machine".
Los sonidos que aportó Schneider a Kraftwerk también nos recuerdan lo simple y hermosa que que puede ser una noche de paseo en alguna metrópoli ("Metropolis") con las luces de neón de fondo ("Neon lights") mientras los maniquíes ("Showroom dummies") de los aparadores son testigos del paseante.
Descanse en paz, Florian Schneider.
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