Óscar Chávez lo recordamos como una voz y una guitarra inquieta, con ganas de gritar al mundo rebelión mediante la armonía y el cuento en sus letras; incluso no le importó cantar sobre su propia muerte en su último concierto en la Ciudad de México, el pasado 16 de noviembre.
A los pies de la Puerta de los Leones, durante el Festival del Bosque de Chapultepec, Chávez cantó Para cuando muera, una obra que se desprende del álbum de 1993 Amorosas, Divertidas y Horrorísimas Canciones de la Calaca Flaca que ya el título dice todo, un disco lleno de tragedia y comedia sobre aquella huesuda que hoy nos quitó su voz.
Para cuando muera
quiero que mi tumba
que mi tumba huela
ay, huela a primavera.
Este bambuco yucateco (género de origen colombiano) fue interpretado en el mencionado festival en la Ciudad de México, y a decir de esta canción fue compuesta por José Esquivel Pren con arreglos musicales de Ricardo Palmerín Pavia y habla de un anhelo por seguir en el recuerdo de una amada, muy cerca de la naturaleza.
Que entierren mi cuerpo
junto a la ventana
que mi novia tiene
mirando hacia afuera;
y allá que le digan
que por la mañana
cante allá mismito
junto a la ventana.
En el disco hay otras historias donde la muerte es la protagonista en temas como: Simón el enterrador, La Cruz Azul, Saucillo del Cementerio, Boda negra, Las flores del camposanto, La delgadina, entre otros.
El cantautor mexicano Óscar Chávez murió este jueves en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre de la Ciudad de México, donde fue internado por haber presentado síntomas de Covid-19, informó hoy la titular de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto, en su cuenta de Twitter.
El compositor de temas clásicos como Macondo y Por Ti falleció a las pocas semanas de haber cumplido 85 años.
Chávez fue una de las voces más importantes de la música popular mexicana. Su principal logro fue rescatar y difundir los viejos cancioneros de la primera mitad del siglo XX, razón por la cual el año pasado fue reconocido como Patrimonio Cultural Vivo de la Ciudad de México por la Secretaría de Cultura capitalina.
Su producción discográfica está compuesta por más de 25 álbumes, en los que el bolero juega un papel trascendental. Durante su trayectoria ha compuesto música basada en autores como Sor Juana Inés de la Cruz, Gilberto Owen, Amado Nervo y Gabriel García Márquez. Se presentó en foros tan importantes como el Auditorio Nacional, el Palacio de Bellas Artes y el Zócalo de la Ciudad de México, la urbe que lo vio nacer en 1935 en la siempre pintoresca colonia Portales.
Su fama estalló luego de su participación en la película Los Caifanes (1967), de Juan Ibáñez, en la que actuó al lado de Julissa, Enrique Álvarez Félix, Sergio Jiménez y Ernesto Gómez Cruz. En este filme, que es considerado un portento del cine mexicano independiente, Chávez interpretó uno de sus mayores éxitos, La Niña de Guatemala, que originalmente es un poema de José Martí.
Mañana tu tumba olerá a primavera... descansa en paz Óscar Chávez.
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