Apartir de la investigación de varios objetos arqueológicos rescatados durante el salvamento arqueológico efectuado en un predio de la avenida Reforma, por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la exposición Arquitectura y sistemas de enterramientos en un barrio de Tlatelolco ofrece un breve recorrido para conocer las formas mediante las cuales eran inhumados los antiguos tlatelolcas.
Con sede en el Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Cuicuilco, el montaje da cuenta de algunos resultados preliminares de los estudios hechos por arqueólogos, antropólogos físicos, restauradores y otros investigadores del INAH y de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Dicha excavación, realizada por personal de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), de la Coordinación Nacional de Arqueología, en un predio ubicado a 500 metros del Templo Mayor de Tlatelolco, permitió definir dos espacios de actividad humana: uno, al sur del terreno, que consiste en un complejo domestico ocupado continuamente, de 1325 a 1547, donde se localizaron dos esculturas antropomorfas y 32 de 36 entierros humanos; y otro, al norte, donde se hallaron los cuatro enterramientos restantes y vestigios de un taller lítico de obsidiana, así como gran cantidad de piezas completas y restos de ese material.
El arqueólogo José Antonio López Palacios, quien fue invitado por la DSA a realizar el salvamento arqueológico, indicó que los hallazgos muestran dos momentos: uno previo y otro posterior a la Conquista.
Por su parte, la doctora Josefina Bautista Martínez, investigadora de la Dirección de Antropología Física (DAF), de la Coordinación Nacional de Antropología, manifestó que los resultados, hasta ahora obtenidos “en el sitio encontramos 36 entierros, pero todavía no se tiene el número total de individuos porque no todos fueron inhumados de forma individual. La mayoría son directos, es decir, los depositaron directamente sobre la tierra, pero hay algunos —como los dos que se presentan en la exposición— que los colocaron dentro de ollas, los cuales corresponden, generalmente, a infantiles”, explicó también curadora de la muestra junto con el arqueólogo López Palacios.
Otros restos óseos humanos expuestos en la muestra son los que, a primera vista, parecen ser tres columnas vertebrales, acompañados de algunas costillas y fragmentos de los huesos de un pie; todos presentan huellas de corte.
La exposición se complementa con la exhibición las dos esculturas antropomorfas descubiertas, un jarrón miniatura, tres platos de ofrenda, una copa miniatura, dos cajetes y 13 elementos de lítica en proceso de elaboración: nódulos, lascas, núcleos y navajillas.