Artesanos carecen de herramientas para salvaguardar la identidad de su producto

Durante el presente año, dos afamadas empresas de moda utilizaron sin autorización de los artesanos el diseño de los sarapes de Saltllo

Armando Pedroza | El Sol de Tlaxcala

  · viernes 4 de noviembre de 2022

Artesanos. Foto: Cortesía El Sol de Tlaxcala

Ante los casos recientes de marcas internacionales que han plagiado artesanías del municipio de Contla de Juan Cuamatzi, ha quedado en evidencia que los creadores locales carecen de las herramientas necesarias para salvaguardar la identidad de su producto, pero ellos tampoco han buscado ampararse ante la justicia federal para que les sean respetados.

Y es que, durante el presente año, dos afamadas empresas de moda, la japonesa Comme des Garçons y la estadounidense Ralph Lauren, utilizaron sin autorización de los artesanos el diseño de los sarapes de Saltillo.

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La primera, asentada en Tokio, tuvo que pagar 50 mil dólares para resarcir el daño a los artesanos del llamado “corazón textil” de Tlaxcala, dinero que será invertido en acciones y proyectos para beneficio de los creadores textileros. La demanda fue impulsada y apoyada por el ayuntamiento de Contla.

Mientras que la firma neoyorkina se tuvo que disculpar mediante un comunicado, amén de que se dijo sorprendida de saber que este producto seguía en sus aparadores, ya que desde hace meses se dio la orden de retirarlo de las tiendas.

Maestros artesanos de Contla de Juan Cuamatzi y de la comunidad de Guadalupe Ixcotla, en Santa Ana Chiautempan, reconocieron que, aunque las autoridades de cultura municipal y estatal han trabajado para registrar la marca de cada taller, son muy pocos los que cuentan con esa protección. Incluso, desconocen la Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas.

Artesano. Foto: Cortesía El Sol de Tlaxcala

Juan Carlos Conde Copalcua, de las nuevas generaciones de maestros artesanos y quien recientemente obtuvo el Galardón Nacional Textil del X Concurso Nacional de Textiles y Rebozo 2022, reconoce que ha sido invitado por las autoridades para registrar su marca y acepta que es necesario hacerlo, porque van muchos plagios a lo largo de los años y no había una reacción, como actualmente se defiende la identidad de la originalidad de la artesanía textil.

Otro joven creador originario de Contla de Juan Cuamatzi, Israel Antonio Pérez, también ganador en el concurso que organiza el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías con una pieza denominada “Sarape de Saltillo tlaxcalteca del siglo XVIII”, explica que también le han ofrecido varias veces crear una marca, “pero es más para grandes productores; platicaba con otros artesanos que la imitación de textiles es algo que pasa o que tiene que pasar, porque lo que hacemos, no es exclusivamente nuestro, sino viene desde hace 100 o 200 años, que son piezas ya hechas que nosotros nuevamente las reinterpretamos”.

Por su parte, José Luis Romano Flores, ganador de varios premios nacionales, opina que es necesario que el artesano de Contla de Juan Cuamatzi se acerque más a las instancias correspondientes para defender la originalidad de la tradición que han heredado de sus ancestros.

Artesanos. Foto: Cortesía El Sol de Tlaxcala

“Desgraciadamente, los artesanos producimos poco, algunas piezas para concurso y minimizamos un posible plagio de nuestros productos, porque el interés es que nuestra artesanía gane y después se venda, sin saber qué puede pasar con ella después”, expone el originario de la Sección Novena de Contla, Tlaxcala.

A su vez, el artista plástico y artesano Juan de la Cruz, avecindado en la comunidad de Guadalupe Ixcotla, municipio de Santa Ana Chiautempan, quien recientemente ocupó el segundo lugar del concurso nacional del sarape, considera que es necesario registrar y proteger el diseño de cada creador.

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Empero, aunque tampoco cuenta con registro de marca, detalla que “nuestros diseños están expuestos a ser imitados, hay gente que se dedica a hacer ese tipo de prácticas para lucrar, pero a muchos nos preocupa más la creación y no nos llega a preocupar realmente algún tipo de plagio”.