Dolor, percepción de deformidad, hormigueos y entumecimiento son algunos de los síntomas que experimentan las personas que han perdido algún miembro. Pero sobre todos estos efectos físicos y sicológicos, tal vez el más impactante, sea el de tener la sensación de que el miembro amputado aún está unido al cuerpo y funciona de manera normal. Ante este hecho que se devana entre el reconocimiento de la pérdida y una nostálgica negación, la pregunta es, ¿existirá algún tipo de reparación?
Algo de todo ello hay también en el ejercicio de la memoria histórica y la conciencia e interpretaciones de las pérdidas sociales que hacen de su pasado las naciones y los pueblos. Así nos lo hace ver el artista francés de origen argelino Kader Attia, a través de su video Reflecting Memory, grabado en 2016, que ahora se puede apreciar en el espacio digital del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), Sala 10, y estará disponible hasta el 8 de enero del año entrante.
“Es una investigación en el sentido más amplio del término, con una lógica que hace pensar en la política actual y la suposición de que se puede restaurar la completud algo que se perdió en el pasado, un elemento importante para los movimientos tanto extremistas religiosos, como de orden populista”, explica a El Sol de México Cuauhtémoc Medina, curador en jefe del MUAC.
A lo largo de casi una hora el video recupera una amplia cantidad de voces que médicos, psicólogos, pensadores sociales y artistas, al tiempo que se muestra una serie de momentos visuales donde personas aparentan tener una quietud normal, pero que esconden sus miembros perdidos por medio de un espejo que aparenta su presencia frente a la cámara. La acción no sólo es un acto performático que muestra una metáfora de la reparación, sino uno de los procesos con los que médicamente se trata este síndrome.
Para entender este video —con el que Kader Attia obtuvo en 2017 el Premio Marcel Duchamp— no sólo como un documental el curador explica que “en realidad el campo artístico contemporáneo se encuentra en la mezcla del argumento como una investigación que tiene elementos que son narrativos, visuales y también intelectuales y poéticos. Es cierto que la parte en que se hace esta puesta de espejos en la que ocurre una acción. Yo tendería a pensar que el producto artístico es un asunto total”.
El motivo para exhibir dice este video también en las redes del museo, dice el curador, fue por su estrecha relación con Kader. Éste le contó que, a inicios del conflicto armado entre Ucrania y Rusia, una psicóloga rusa radicada en el país invadido le pidió al artista este video, el cual antes tuvo la oportunidad de apreciar en una exhibición, para mostrárselos a sus amigos. Entonces, Medina, quiso hacer el deseo realidad, pero no sólo para ella sino para todos, aunque fuera al otro lado del mundo.
“Kader me dijo que ante este tipo de cosas es que el arte es relevante. Es un motivo muy especial porque no sólo nos dice que la obra tiene un argumento con un problema serio, el modo en que la política actual está dominada por el resurgimiento de los nacionalismos reivindicativos que están exigiendo retornar a algo que quizás no existió, como la unidad del estalinismo ruso o la unidad de la grandeza americana o el pueblo limpio y bueno; sino que es imprescindible darnos cuenta de la importancia de tratar estos temas de la mutilación histórica para no enfrentar reacciones fascistas, como las que está padeciendo Ucrania”, comentó.
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Sobre el contexto del pueblo mexicano que podrá ver este video Medina afirma que históricamente la identidad de México se vive sobre un relato patrio de perdidas y derrotas, como lo señaló el escritor Jorge Ibargüengoitia en su momento, al decir que el panteón de héroes nacionales es un panteón de derrotados.
“El hecho de que el nombre del país esté constantemente llamado a la restitución del Anáhuac, no es una cuestión que debamos ver burlonamente, pues es lo que ha constituido el país. Por eso no nos debe sorprender tener una serie de disputas políticas basadas en reclamos antiguos, la pregunta es cómo podríamos discutir inteligentemente”.