Este año Los Auténticos Decadentes debutaron en el Festival Internacional Cervantino. Y, como era de esperarse, hicieron de la noche en la Alhóndiga de Granaditas un incendio de éxtasis lleno de ska, cumbia y rocanrol.
Pero el crédito no se lo llevaron sólo ellos, ya que también el público puso todo de su parte, incluso desde cinco horas antes de que empezara el concierto, haciendo fila para asegurar un lugar lo más cercano posible a estos músicos que empezaron puntuales, a las 20:00 horas, felices de formar parte del que se conoce como uno de los encuentros culturales y artísticos más importantes de toda Latinoamérica
“Muchísimas gracias. ¿Cómo la están pasando?, quiero saber. Estamos muy contentos de estar acá, en serio. En este festival cultural muy groso, que trae a todos los artistas de todos lados. Para nosotros es un placer muy grande. Ahora es el momento de bailar ska. Están preparados, alístense”, dijo Gustavo, “el Chucho” Parisi, quien iba vestido con una chaqueta de cuero de colores satinados y un brillante sombrero vaquero.
“Soooomos como soooomos; decadeeeeentes, así sooooomos”, coreó al unísono la enardecida fanaticada —cada vez más diversa en generaciones y clases sociales— con la primera canción de la noche. Algunos brincaban haciendo vibrar las gradas, mientras otros se aferraban a las rejas que dividían el proscenio a punto de reventar, donde las manos levantadas también marcaban el ritmo, alentando aún más el fuego de la noche, el cual terminó por invadir los techos y balcones de la calle contigua a escenario.
Los Auténticos hicieron lo que mejor saben hacer: organizar un majestuoso carnaval con sus clásicas canciones cuyos coros tan bien entonados transformaron las gradas de la Alhóndiga en una sucursal más de La Bombonera de Boca Juniors o del Estadio Monumental, del River Plate, máximas casas del futbol en Buenos Aires, como suele pasar en cada evento suyo,
“Quiero ser un pendejo/, aunque me vuelva viejo/ que no se apague nunca/ lo que yo llevo adentro”; “¡Se viene el Tu-ta Tu-ta, Tu-ta!”, “Somos los piratas/, amigos de la noche, los gatos y las trampas/ Somos los piratas, / después del cabaret” …fueron algunos de los coros que resonaron con mayor fuerza sobre los muros en antiguo edificio del siglo XVIII.
Como si la intensidad de cada canción no hubiese sido suficiente, José Serrano protagonizó uno de los momentos más emotivos de todo el concierto, al hacer un breve homenaje a Bronco de quienes cantaron su éxito “Oro” y a los Tigres del Norte, con “Golpes en el corazón”, la primera en cumbia y la otra en una hermosa balada.
“¿Quiénes de aquí nos ven por primera vez? ¿Quiénes nos ven desde siempre? Esta es la hinchada que nos sigue a todas partes. ¡Viva México, cabrones!, gritó “El Chucho” como si de una arenga se tratara.
Aquel que haya tenido la oportunidad de ver los conciertos de estos músicos sabrá que se trata de una banda a la que le gusta hacer que el fuego se mantenga encendido el mayor tiempo posible y acá lo volvieron a hacer: tras cantar los clásicos “Cómo me voy a olvidar”, “Un osito de peluche” o “El pájaro vio el cielo se voló”, entre otros, los músicos estiraron al máximo el concierto y cerraron la noche con sus súper éxitos: “La guitarra” y “La banda sigue”, las cuales derivaron en un gran estruendo de tambores y trompetas.
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Como rindiendo honor a la metáfora del incendio, Bernardou, vestido de bombero, roció agua al público con una manguera, para luego, a punto del cierre, ondear una bandera de México, enfrente de las pantallas del escenario que proyectaban la figura de Diego Armando Maradona haciendo su magia, igual que ellos.
Así fue que Los Auténticos Decadentes encendieron los corazones guanajuatenses con una vocación y facilidad imposibles de explicar. No cabe duda de que sus 38 años de carrera su solo nombre es marca de garantía. La pregunta es: ¿Existe algún público que Los Auténticos Decadentes no puedan conquistar?