Astroboy, el niño robot que salió del manga a televisión es, aunque usted no lo crea, un importante referente en Trino Camacho, monero tapatío y ganador de la Catrina en 2022. Hace más de 40 años lo conoció y fue la puerta para que se hiciera, desde niño, un fan del dibujo asiático animado en segunda dimensión.
José Trinidad Camacho Orozco “Trino” monero, desde su estudio, rodeado de libros y algunos recuerdos animados de su infancia, platica cómo fue que en su época de niño, en la década de 1960, cuando sólo había tres canales de televisión en donde se veía la producción local, pero la llegada de este dibujo animado fue la sensación, junto con otras series como Ultraman, Ultraseven y Señorita Cometa, de la que salieron los nombres de algunos de sus personajes.
“Es muy interesante este fenómeno, obviamente me remonto a la época en la que había tres canales de televisión, ahora los chavos dicen ‘es que no hay nada en la tele’, pero tienen una amplia oferta de 800 canales, nunca encuentran nada y nosotros sí encontrábamos muchos contenidos muy interesantes a pesar de que eran tres canales y estaba la señora Zárate (con recetas de cocina) y los programas del tío Gamboín, no existía la tele cultural ni nada”, mencionó.
Aparece Astroboy
En medio de esta “escasez” de programas “nos llegó por primera vez en blanco y negro la animación original de Astroboy, este niño robot que si recordamos el primer episodio es tremendo, es un doctor que casi podemos hablar que está basado en la novela de Frankenstein, que tiene un hijo, la historia de Astroboy es que este profesor muy trucha que tiene la capacidad de crear robótica tiene un hijo normal de carne y hueso, como una especie de Pinocho y Gepetto”, indicó.
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La historia continua cuando el coche falla, se estrella y fallece el niño y “entonces por tratar de revivir a su hijo retoma el aspecto físico y construye a Astroboy”, mismas fechas en las que llegaron todas las demás series, entre ellas los monstruos del espacio, todos los programas japoneses que fueron una apuesta interesante al ser una televisión diferente a la occidental.
Había personajes extraños, recuerda, uno que se llamaba sombrita y fantasmagórico, pero Astroboy tenía esa cosa peculiar de que el papá construye el robot, luego se deshace de él y, chavito, imagínate como a los perritos así en el campo, se lo deja al doctor Elephant y ahí tiene la posibilidad de ser nuevamente aceptado y querido por un padre que nunca tuvo”.
Para esas fechas fue un personaje como un superhéroe que podía volar y entre risas recuerda que el traje de este personaje era solamente “unos calzoncitos y unas botas rojas” y cerca del corazón se le abría una puertita y ahí traía un corazón electrónico y luego fueron apareciendo personajes, le pusieron una niña Astrita como para darle una hermana y tengo miles de recuerdos, me sé la canción, tengo la serie original, compré la película que ya luego la hicieron con animaciones mucho más elaboradas”.
Y aunque la serie original no la cambia por nada, sin duda una de las adaptaciones que más le gusta es en la que aparece en Nicolas Cage haciendo la voz del Doctor Elephant, entonces no oculta que “Soy súper fan, sobre todo del creador Osamu Tezuka, a quien consideró un gran dibujante y que falleció antes de 1990.
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El niño-robot que le cambió la vida
Trino reconoce que sin duda este personaje y toda la animación japonesa tuvo una profunda influencia en su trayectoria y principalmente “en cómo contar historias, hay algo que tiene Astroboy y todas estas series como Señorita Cometa y Monstruos del Espacio que influyeron en mí para ponerle nombres a personajes que tengo”.
Esto lo hizo como una forma de recuperar esa memoria animada de su infancia ante los cambios que se le hacen a los personajes en cada adaptación y por ejemplo en la serie de Monstruos del Espacio el malo se llamaba Rodak y ahora en sus monos de las crónicas marcianas tiene un personaje “que es como una especie de Ming de Flash Gordon, como oriental malo que le puse Rodak”.
Otra de las situaciones que le marcó y que a la fecha repite constantemente es la frase que decían los Lugones esa de “uyuyuy y de repente nosotros en lo coloquial decíamos te va a salir el uyuyuy y salen en El Rey Chiquito, ha influido muchísimo en la cultura mexicana”.
Las animaciones asiáticas fueron de gran influencia en los humoristas mexicanos de esa generación y otros genios, entre esas series Trino recordó una que le gustaba mucho a su amigo y hoy cineasta Guillermo del Toro que se llamaba El Hombre de Acero de la que él tiene un juguete.
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Trino, que además hace gala de una gran memoria, afirma que se queda con el encanto de una animación que considera bien hecha y en donde cada vez que sus hijos la veían, le cuestionaban el hecho de que cuando Astroboy volaba, frente a él pasaban una y otra vez los mismos edificios y la misma gente (repiten el fondo de la caricatura). Y su respuesta también era la misma: “Es que en Japón todos se parecen”