/ domingo 3 de enero de 2021

Beatriz Rivas reúne sus reflexiones sobre una vida en crisis

Para la novelista la literatura, y en general el arte, es un refugio en tiempos de crisis

Cuando comenzó a moverse la tierra, Irene quedó paralizada. Sus amigos salieron a prisa del departamento, pero ella no. Se detuvo frente a la ventana a mirar cómo todos protegían su vida, mientras ella recordaba su infancia, sus abuelos, sus padres, sus fallas, sus culpas, sus miedos. Sentir la muerte tan cerca llevó a la mujer a una introspección de sí misma.

Esta es la escena con que inicia y termina la más reciente novela de la escritora Beatriz Rivas (CDMX, 1965) Lo que no he dicho (Alfaguara 2020), una suerte de remembranzas de una vida pasada. Memorias que pueden ser ciertas o no, pero que enfrentan al lector consigo mismo, con el miedo y la culpa de hallarse al límite. Al menos es el límite al que la autora se enfrentó al escribir el relato.

▶️ Mantente informado en nuestro canal de Google Noticias

“Empecé a leer las memorias de mi abuela materna y paterna, y me di cuenta que tenían capítulos interesantes, y se me ocurrió una primera novela que no resultó, pero al momento que empecé a escribir me surgieron tránsitos de goce del personaje de Irene, recuerdos de su vida", comparte en entrevista.

“Pensé que cuando uno está a punto de morirse o está cerca, empiezan a llegar imágenes de tu memoria de la vida, imágenes de momentos importantes. Entonces decidí hacer este personaje con esa culpa que siente cuando ve la muerte llegar, la culpa es importante en la novela, todos en un momento de nuestra vida sentimos la culpa de la vida pasada”, agrega la también autora de La hora sin diosas.

Así Irene se convierte en el hilo conductor de las confesiones de quien mira hacia atrás. Se cuestiona la maternidad, la familia, el amor, la amistad, la vida. No hay una conclusión o al menos no busca una idea final, sino sólo poner sobre la mesa la serie de recuerdos, incluso memorias falsas, esas que uno mismo construye.

“Esta novela es una historia sobre una persona que en un momento límite, se pone a reflexionar de manera desordenada de su vida. Pero es curioso cómo encajó en esta pandemia que también nos está llevando a un momento límite. Nos está pasando a todos, estamos reconsiderando nuestras prioridades, la vida, la familia, el amor, la maternidad. Son temas en la novela vistos a la luz de cuando crees que te vas a morir”, añadió la también cuentista.

Aunque la intención no era escribir sobre la pandemia, Rivas refiere que la situación ha mostrado la fragilidad de la vida, y el personaje de Irene sirve de espejo de quienes han estado al límite o viven el proceso del duelo. Un espejo, acotó, que nos pone a pensar.

Para Rivas escribir la historia fue un ejercicio para expropiar el miedo, ese que paraliza el cuerpo. “Todo lo ves con unos lentes muy distintos, que no te dejan tomar buenas decisiones y todo el tiempo sientes miedo al pasado, un miedo de algo que ya no puedes arreglar”, refirió.

Si bien la novela está cargada de momentos propios de la autora no es una autobiografía en el sentido estricto, pues pende del hilo de la ficción que adereza el relato de una mujer que incluso podría recordar lo que no sucedió o lo que gustaría hubiera ocurrido. Es la memoria falsa con la que Rivas juega.

Para la novelista la literatura, y en general el arte, es un refugio en tiempos de crisis. Un espacio donde no sólo hay viajes a otros mundos, sino introspección a sí mismo.

Cuando comenzó a moverse la tierra, Irene quedó paralizada. Sus amigos salieron a prisa del departamento, pero ella no. Se detuvo frente a la ventana a mirar cómo todos protegían su vida, mientras ella recordaba su infancia, sus abuelos, sus padres, sus fallas, sus culpas, sus miedos. Sentir la muerte tan cerca llevó a la mujer a una introspección de sí misma.

Esta es la escena con que inicia y termina la más reciente novela de la escritora Beatriz Rivas (CDMX, 1965) Lo que no he dicho (Alfaguara 2020), una suerte de remembranzas de una vida pasada. Memorias que pueden ser ciertas o no, pero que enfrentan al lector consigo mismo, con el miedo y la culpa de hallarse al límite. Al menos es el límite al que la autora se enfrentó al escribir el relato.

▶️ Mantente informado en nuestro canal de Google Noticias

“Empecé a leer las memorias de mi abuela materna y paterna, y me di cuenta que tenían capítulos interesantes, y se me ocurrió una primera novela que no resultó, pero al momento que empecé a escribir me surgieron tránsitos de goce del personaje de Irene, recuerdos de su vida", comparte en entrevista.

“Pensé que cuando uno está a punto de morirse o está cerca, empiezan a llegar imágenes de tu memoria de la vida, imágenes de momentos importantes. Entonces decidí hacer este personaje con esa culpa que siente cuando ve la muerte llegar, la culpa es importante en la novela, todos en un momento de nuestra vida sentimos la culpa de la vida pasada”, agrega la también autora de La hora sin diosas.

Así Irene se convierte en el hilo conductor de las confesiones de quien mira hacia atrás. Se cuestiona la maternidad, la familia, el amor, la amistad, la vida. No hay una conclusión o al menos no busca una idea final, sino sólo poner sobre la mesa la serie de recuerdos, incluso memorias falsas, esas que uno mismo construye.

“Esta novela es una historia sobre una persona que en un momento límite, se pone a reflexionar de manera desordenada de su vida. Pero es curioso cómo encajó en esta pandemia que también nos está llevando a un momento límite. Nos está pasando a todos, estamos reconsiderando nuestras prioridades, la vida, la familia, el amor, la maternidad. Son temas en la novela vistos a la luz de cuando crees que te vas a morir”, añadió la también cuentista.

Aunque la intención no era escribir sobre la pandemia, Rivas refiere que la situación ha mostrado la fragilidad de la vida, y el personaje de Irene sirve de espejo de quienes han estado al límite o viven el proceso del duelo. Un espejo, acotó, que nos pone a pensar.

Para Rivas escribir la historia fue un ejercicio para expropiar el miedo, ese que paraliza el cuerpo. “Todo lo ves con unos lentes muy distintos, que no te dejan tomar buenas decisiones y todo el tiempo sientes miedo al pasado, un miedo de algo que ya no puedes arreglar”, refirió.

Si bien la novela está cargada de momentos propios de la autora no es una autobiografía en el sentido estricto, pues pende del hilo de la ficción que adereza el relato de una mujer que incluso podría recordar lo que no sucedió o lo que gustaría hubiera ocurrido. Es la memoria falsa con la que Rivas juega.

Para la novelista la literatura, y en general el arte, es un refugio en tiempos de crisis. Un espacio donde no sólo hay viajes a otros mundos, sino introspección a sí mismo.

República

Localizan con vida al empresario que fue secuestrado en Pátzcuaro

El dueño del restaurante El Gran Tariácuri había sido privado de la libertad el pasado lunes

Mundo

Corte Internacional emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Mohamed Deif

Las órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu, Yoav Gallant y Mohamed Deif, son por crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra

México

Áreas Naturales Protegidas tendrán un peso de presupuesto por cada hectárea resguardada

Ambientalistas temen la falta de monitoreo biológico y la poca capacidad de protección ante vulneraciones

Mundo

Kiev acusa a Moscú de disparar un misil intercontinental contra Ucrania

Es la primera vez que Moscú utiliza este tipo de armas desde la invasión de Ucrania en 2022

Metrópoli

La unidad Tlatelolco cumple 60 años entre glorias pasadas y los desafíos del presente

Sus primeros habitantes añoran el brillo de la zona y reprochan el olvido

México

INE solicita al Senado retrasar 90 días la elección judicial

El INE pidió más tiempo para organizar la elección de ministros, jueces y magistrados, debido a que las suspensiones judiciales retrasaron la organización por más de un mes