PUEBLA. Desde hace 20 años, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), a través de la Facultad de Ciencias Químicas, apoya el trabajo que realizan los productores de talavera mediante la elaboración de los análisis químicos y físicos para avalar que los productos que realizan cuentan con las especificaciones que marca la Norma Oficial Mexicana NOM 132.
Luego de que la Unesco otorgara el nombramiento de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a los procesos de elaboración de talavera, Jorge Raúl Cerna Cortez, director de la Facultad de Ciencias Químicas de la BUAP, explicó que los estudios que realizan en sus laboratorios van desde el análisis de la materia prima, hasta la evaluación y comportamiento de los metales que contienen.
Estos estudios, dijo, ayudaron para que hace unos días se aprobara el nombramiento otorgado por las Naciones Unidas, toda vez que con esto se garantiza que la talavera sigue siendo idéntica -en cuanto a materiales, colores y procesos- como el que se realizaba en el siglo XVI.
Explicó que uno de los análisis más importantes es el de la materia prima, es decir el de los barros (blanco y negro). Detalló que estos deben contar con cierta composición para logar que las vasijas mantengan la consistencia adecuada. Aunado a esto también se hacen análisis de los colores que se utilizan y el brillo que aportan las piezas.
El especialista indicó que en ocasiones se tienen que sacrificar algunas de las piezas, sin embargo, es necesario hacerlo porque de lo contario no se cumpliría con los lineamientos que establece la NOM 132. Precisó que, aunque no es frecuente que pasen este tipo de situaciones, cuando llegan a sacrificar una pieza es principalmente porque la pieza tuvo un ligero espesor mayor al indicado.
Además de las pruebas de abrasión, también hay una fase de pruebas químicas las cuales consisten en someter a las piezas a un proceso en el que simulan situaciones en las que las vasijas tuvieran alimentos, en esta prueba, mencionó, los componentes internos no deben migrar a los componentes internos, pruebas que, aseguró, siempre resultan favorecedoras, señaló el académico.
En estos talleres, dijo, colaboran actualmente tres profesores para la realización de las pruebas y a la par, los apoya el Instituto de Ciencias con las pruebas de fluorescencia de Rayos X para determinar que el contenido de plomo en los barros sea el indicado, mientras que las pruebas de absorción atómica se realizan en la Facultad de Ingeniería.
Por último, Jorge Raúl Cerna Cortez indicó que este nombramiento que se le hizo a los procesos de producción de la talavera son muy importante para el estado de Puebla porque “habla muy bien del impacto que tiene la cerámica en la región y en el mundo y ahora que ya es considerado como Patrimonio Intangible de la Humanidad debemos preservar como universidad, como productores y como sociedad este legado con el que tenemos una gran responsabilidad”.
La UNESCO tomó en cuenta para este nombramiento que existiera evidencia de que la Talavera se sigue produciendo con las mismas características de las ordenanzas del siglo XVI y siglo XVII.