CANNES, Francia.- Las hijas de abril con la que el cine mexicanoestá presente este año en el programa oficial de Cannes UnCertain Regard, marca la cuarta aparición del joven cineastanacional Michel Franco en esta magna justa del cine internacional.Su primer filme Daniel y Ana fue estrenado en 2009 en la Quincenade Realizadores. Su segundo, Después de Lucía, ganó el Granpremio en el Certain Regard en 2012 mientras que su cuarto, Chronicse llevó el premio al mejor guión en la competicióninternacional de 2015.
Franco, quien declaró al entrevistarlo brevemente en LaCroisette ser "muy angustiado, como si esta fuera mi primera vez enCannes..." no me parece tener razón por ser angustiado y/o dudosorespecto a su nueva película. Las hijas de abril fue bien recibidapor el público en su estreno en la sala Debussy donde el jovenrealizador fue presentado en escena antes del estreno acompañadopor sus actrices, la española Emma Suárez, las jóvenes mexicanasAna Valeria Becerril y Joanna Larequi y sus también jóvenesintérpretes nacionales Enrique Arrizon y Hernán Mendoza. Entresus productores que también lo acompañaron figuró el venezolanoLorenzo Vigas, quien en 2015 se llevó el León de Oro en Veneciapor Desde allá, donde justamente Franco figuraba entre losproductores.
La presentación estuvo a cargo del mismo delegado general delcertamen, Thierry Fremaux, quien al saludar el regreso de Franco aeste festival destacó la presencia de la cinematografía mexicanaen Cannes haciendo especial referencia a Alejandro GonzálezIñárritu aquí presente con su aportación a la realidad virtualy al candente tema de la inmigración a través de su oferta Sangrey arena, y la esperada llegada de Alfonso Cuarón para ofrecer unaLección de cinema, ambos invitados especialmente por Cannes.
Las hijas de abril cumplió con las esperanzas de Michel Francoy de sus productores, el mismo entre ellos a través de LucíaFilms.
Franco, quien de nuevo firma el guión, se muestra en plenaforma en el manejo de las relaciones personales en esta historiaque se desarrolla en Puerto Vallarta y a cuyo epicentro seencuentra la manipulación de Valeria, una joven de 17 años, porsu madre Abril, interpretada por Emma Suárez, quien, después deuna larga ausencia, regresa para ocuparse del niño que su hija vaa tener de su relación con su igualmente joven amante Mateo.
Conforme la trama avanza, estamos de nuevo, al igual que enfilmes anteriores del realizador, atentos a los juegos de poder ymanipulación en la relaciones humanas y que se concretizan en elsecuestro literal del niño por Abril, con la pasiva aceptación desu otra hija Clara y su huida con el niño a la ciudad de Méxicoacompañada por Mateo, a quien seduce...
Dentro de esta lógica de la degradación en las relacioneshumanas se antoja natural que la joven Valeria optara por otro tipode manipulación y de mentiras para lograr llevarse a su hijo,escapando con él hacia un futuro tan incierto y abierto como laconclusión de la película misma.
A mi gusto la película se encuentra en retroceso respecto a lasdos precedentes de Franco y esto se situaría, creo yo , a nivel deguión. Después de un inicio bien llevado, la sucesión de lo quellamaríamos "acciones" se realiza a través de una serie deescenas que a mi antojo no fluyen entre sí y que en algunasocasiones rozan con lo inverosímil, mientras que tampoco seprestan a una adecuada construcción dramática de los personajes.La última parte recobra fuerza narrativa llegando a unaconclusión totalmente abierta.
Acercándose desde un cierto punto de vista a las reglas delmelodrama la película tiene el potencial comercial para su estrenoen las pantallas. Resulta sintomático de la fe que le tienen losvendedores Protagonist (Inglaterra) y MK2 (Francia) que lapelícula acaba de ser adquirida por la distribuidora francesaVersión Originale/Cóndor que anunció su salida en Francia elpróximo 26 de julio con 60 copias (léase DCPs en laactualidad...)
LLUVIA DE ESTRELLAS
La primera semana del certamen que concluye de manera positivapara el cine nacional trajo consigo un par de peliculasinteresantes a la vez que La Croisette, especialmente su partefrente al Palacio de Festivales y el famoso tapete rojo, eraprácticamente inaccesible. El atascón era monumental a raiz de lapresencia de gente, algo usual el primer y el ultimo fin de semanaque marcan la duración del festival, tiempo durante el cual, muchagente "baja" a Cannes aprovechando el fin de semana para admirar decerca a sus estrellas favoritas. Y sí que hubo muchas quedesfilaron ayer por el tapete rojo para el gran placer de losaficionados y de los fotógrafos. Contamos entre ellas a lasnorteamericanas Susan Sarandon, Robin Wright y Kirsten Stewart,quienes además estrenan aquí sus primeros intentos comorealizadoras, sus colegas Eva Longoria, Jake Gyllenhal y UmaThurman quien además funge como presidenta del juradointernacional de la sección Un Certain Regard donde justamentecompite Michel Franco. Del lado francés tampoco faltaron lasestrellas, algunas de ellas de alcance internacional como JulietteBinoche.
La competición, después de la discutible Okja de antier, quede la opinión de la gran mayoría de los críticos aquí nodebería estar en esta sección, nos reservó ayer una agradablesorpresa y un rompecabezas. El primer atributo corresponde a laúnica de verdad interesante película francesa entre las vistashasta ahora. Se llama 120 batidos por minuto, en una clara alusióna su ritmo desenfrenado y que convence por su narración casivisceral originada de toda evidencia en experiencias personales delmismo realizador/co-guionista, Robin Campillo, quien ofrece, con sutercer largometraje de ficción, un palpitante y alucinante retratodel movimiento Act-Up París que luchaba en los años 90 en Franciatanto contra la indiferencia generalizada respecto al problema delSIDA en aquel momento en su apogeo, como por el respeto y latolerancia a los afectados por y las víctimas de él. Algo quesuena bastante actual con lo que sucede hoy respecto a la tremendaola de refugiados de las zonas del conflicto.
En cuanto al rompecabezas, bien, esto nos corresponde a casitodos aquí, por lo menos a los que vimos la película, perotambién vale para aquellos cinéfilos que habían disfrutado deFuerza mayor, la película precedente del realizador sueco RubénOstlund quien allá se metía a un examen crítico de laresponsabilidad personal dentro de la relación de una pareja quese enfrenta a un desastre natural (Premio del jurado en 2014 en lasección Un Certain Regard).
De alguna manera en su nueva película, El cuadrado -la cuartade su filmografía- con la que Ostlund accede a la competición deCannes, tiene una temática similar llevada a un nivel másgeneral, la responsabilidad de cada uno en sus relaciones con elresto de la gente, su tolerancia hacia lo diferente y sudisponibilidad para ofrecer y dejarse acercar por los otros.
Si esto se oye general y algo no muy preciso otro tanto sucedecon la forma y la historia con la que Ostlund expresa estasconsideraciones.
Orquestada de manera bastante "suelta" respecto a dramaturgia,la historia central tiene que ver con un conservador de museo dearte moderno quien en aras de sus teorías respecto a la toleranciay la aceptación del prójimo, se propone realizar una exhibicióndefinida por un cuadrado en el patio del museo con el propósito deque cada uno que se encuentra dentro de este espacio acepta abrirsehacia su prójimo y prestar ayuda a los que lo necesitan.
Tanto la película a través de su forma narrativa, donde nofalta una considerable dosis de autosarcasmo y de humor, como elcomportamiento del director del museo en sus relaciones con sus doshijas adolescentes y con la gente de su entorno, parecen comprobarlo utópico y lo ilusorio de su propuesta.
Las reacciones variaron entre los que la rechazaron comopretenciosa y los que aceptaron considerar las consecuencias de lapropuesta de Ostlund. Aunque debo confesar que me encuentro entre"dos sillas", no puedo dejar de subrayar que no habíamospresenciado algo similar desde los tiempos en que otro escandinavo,el controvertido danés Lars von Trier, había igualmente sacudidoCannes con una propuesta bastante similar como lo fue Manderlay(2005) y sobre todo Dogville en 2003, ambas también encompetición.