/ jueves 7 de abril de 2016

Pixar quiere repetir el éxito de Buscando a Nemo con Dory

EU.- Trece años después de conquistar al públicocon el fascinante mundo submarino de "Buscando a Nemo", Pixarquiere repetir el éxito dándole todo el protagonismo a lasimpática Dory en una arriesgada apuesta por una secuelatardía.

Cuando el estudio de animación -miembro de lafamilia Disney- estrene su nueva película el 16 de junio enLatinoamérica y un día después en Estados Unidos, habrán pasado13 años desde que el público se enamoró de Marlin, un pez payasomuy concienzudo que busca a su hijo Nemo.

La cinta ganó el Oscar a Mejor cinta animada y rozólos 1,000 millones de dólares de recaudación a nivel global, perotriunfó además por el cariño inesperado que recibió Dory, unpez cirujano azul y negro que sufre de pérdida de la memoriainmediata.

El furor que causó ha dado pie a "Buscando a Dory",donde emprende un viaje para reencontrarse con su familia.

Los trece años transcurridos entre una y otrapelícula son una eternidad, teniendo en cuenta que Hollywood estácada vez más acostumbrado a sacar secuelas -con mayor o menoréxito-, sin casi dar un respiro a los espectadores.

La decisión de Pixar es una gran apuesta porque elvínculo entre el público y los personajes de la primera partepuede haberse desdibujado y el impacto de las nuevas aventuras seamenos del esperado.

La meca del cine está plagada de ejemplos buenos ymalos.

"El Padrino III", estrenado en 1990, fue unauténtico fracaso 16 años después de la anterior entrega, queentró en la excelencia cinematográfica con seis Óscar.

"Bambi 2" (2006) también fue un gigantesco traspié64 años más tarde la original y "Oz, un mundo fantástico" (1985)no tuvo nada que ver con el éxito de "El mago de Oz", un clásicoatemporal de 1939.

Pero Sylvester Stallone demostró hace unos meses queno hay fecha de caducidad para Rocky Balboa al arrasar de nuevo con"Creed", las últimas hazañas del boxeador más famoso de la granpantalla.

"Mad Max: Fury Road", última entrega de la sagapost-apocalíptica creada por George Miller, se llevó seis Óscaren la última edición de los premios más prestigiosos del cineestadounidense.

"Star Wars: El despertar de la fuerza" esposiblemente el mejor caso de los últimos tiempos, tras batir elrécord de recaudación en Estados Unidos una década más tardedel último episodio gracias a la participación de sus viejasglorias y a la capacidad de Disney por rescatar tramas.

Lidiar con las nuevastecnologías 

El director de la cinta, Andrew Stanton -que haparticipado en la franquicia "Toy Story", "Monsters, Inc" y"WALL-E" entre otras- aseguró no haber recibido ningún tipo depresión por parte de Disney para hacer antes la continuación delas aventuras de Dory.

"El acuerdo que alcanzamos cuando Disney nos compróen 2006 es que solo haríamos secuelas cuando nuestros cineastastuvieran una idea y quisieran llevarla a cabo", explicó.

"La única secuela que hicimos bajo demanda fue 'ToyStory 2' (1999) y fue muy mal. Aprendimos la lección de que tienenque ser tan naturales como originales", apuntó.

El analista de la firma de recaudación ExhibitorRelations, Jeff Bock, espera que "Buscando a Dory" sea uno de losgrandes éxitos del verano boreal, con cerca de 1.000 millones dedólares.

Pixar juntó a un equipo de 250 personas para crearel mundo de "Buscando a Dory", cuyo primer guión tuvo 108.000páginas y que dio pie al nacimiento de nuevos personajes comoHank, uno de los nuevos mejores amigos de la protagonista.

Los animadores se rompieron la cabeza durante semanaspara dar vida a este pulpo rojo al que le falta un tentáculo.

Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentaronfue integrar las nuevas tecnologías a un mundo submarino que yaexistía. Uno de los ejemplos más claros es la escena en la queDory y Marlin se encuentran y que aparece idéntica en ambaspelículas.

En la primera película, el agua no tiene textura. Elespectador solo se da cuenta de que está bajo el mar por elmovimiento de las algas y las aletas de los peces. Pero en lasegunda, se perciben claramente la salinidad y el plancton, losefectos ópticos del agua, las sombras y luces del sol en losarrecifes, las burbujas y el relieve de la arena.

Una de las pocas cosas que no ha cambiado es la vozde Dory, prestada por Ellen DeGeneres. En esta entrega tambiénparticipan Idris Elba y Diane Keaton.

Cuando Stanton intentaba sacar adelante la historiade un pez amnésico, vio a la humorista por televisión y seinspiró. "Pasaba de un tema a otro cinco veces en la misma frase.Después de esto no pude parar de escribir", contó.

DeGeneres aceptó el proyecto de entrada y no hadudado ni un segundo en volver a convertirse en Dory.

/afa

EU.- Trece años después de conquistar al públicocon el fascinante mundo submarino de "Buscando a Nemo", Pixarquiere repetir el éxito dándole todo el protagonismo a lasimpática Dory en una arriesgada apuesta por una secuelatardía.

Cuando el estudio de animación -miembro de lafamilia Disney- estrene su nueva película el 16 de junio enLatinoamérica y un día después en Estados Unidos, habrán pasado13 años desde que el público se enamoró de Marlin, un pez payasomuy concienzudo que busca a su hijo Nemo.

La cinta ganó el Oscar a Mejor cinta animada y rozólos 1,000 millones de dólares de recaudación a nivel global, perotriunfó además por el cariño inesperado que recibió Dory, unpez cirujano azul y negro que sufre de pérdida de la memoriainmediata.

El furor que causó ha dado pie a "Buscando a Dory",donde emprende un viaje para reencontrarse con su familia.

Los trece años transcurridos entre una y otrapelícula son una eternidad, teniendo en cuenta que Hollywood estácada vez más acostumbrado a sacar secuelas -con mayor o menoréxito-, sin casi dar un respiro a los espectadores.

La decisión de Pixar es una gran apuesta porque elvínculo entre el público y los personajes de la primera partepuede haberse desdibujado y el impacto de las nuevas aventuras seamenos del esperado.

La meca del cine está plagada de ejemplos buenos ymalos.

"El Padrino III", estrenado en 1990, fue unauténtico fracaso 16 años después de la anterior entrega, queentró en la excelencia cinematográfica con seis Óscar.

"Bambi 2" (2006) también fue un gigantesco traspié64 años más tarde la original y "Oz, un mundo fantástico" (1985)no tuvo nada que ver con el éxito de "El mago de Oz", un clásicoatemporal de 1939.

Pero Sylvester Stallone demostró hace unos meses queno hay fecha de caducidad para Rocky Balboa al arrasar de nuevo con"Creed", las últimas hazañas del boxeador más famoso de la granpantalla.

"Mad Max: Fury Road", última entrega de la sagapost-apocalíptica creada por George Miller, se llevó seis Óscaren la última edición de los premios más prestigiosos del cineestadounidense.

"Star Wars: El despertar de la fuerza" esposiblemente el mejor caso de los últimos tiempos, tras batir elrécord de recaudación en Estados Unidos una década más tardedel último episodio gracias a la participación de sus viejasglorias y a la capacidad de Disney por rescatar tramas.

Lidiar con las nuevastecnologías 

El director de la cinta, Andrew Stanton -que haparticipado en la franquicia "Toy Story", "Monsters, Inc" y"WALL-E" entre otras- aseguró no haber recibido ningún tipo depresión por parte de Disney para hacer antes la continuación delas aventuras de Dory.

"El acuerdo que alcanzamos cuando Disney nos compróen 2006 es que solo haríamos secuelas cuando nuestros cineastastuvieran una idea y quisieran llevarla a cabo", explicó.

"La única secuela que hicimos bajo demanda fue 'ToyStory 2' (1999) y fue muy mal. Aprendimos la lección de que tienenque ser tan naturales como originales", apuntó.

El analista de la firma de recaudación ExhibitorRelations, Jeff Bock, espera que "Buscando a Dory" sea uno de losgrandes éxitos del verano boreal, con cerca de 1.000 millones dedólares.

Pixar juntó a un equipo de 250 personas para crearel mundo de "Buscando a Dory", cuyo primer guión tuvo 108.000páginas y que dio pie al nacimiento de nuevos personajes comoHank, uno de los nuevos mejores amigos de la protagonista.

Los animadores se rompieron la cabeza durante semanaspara dar vida a este pulpo rojo al que le falta un tentáculo.

Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentaronfue integrar las nuevas tecnologías a un mundo submarino que yaexistía. Uno de los ejemplos más claros es la escena en la queDory y Marlin se encuentran y que aparece idéntica en ambaspelículas.

En la primera película, el agua no tiene textura. Elespectador solo se da cuenta de que está bajo el mar por elmovimiento de las algas y las aletas de los peces. Pero en lasegunda, se perciben claramente la salinidad y el plancton, losefectos ópticos del agua, las sombras y luces del sol en losarrecifes, las burbujas y el relieve de la arena.

Una de las pocas cosas que no ha cambiado es la vozde Dory, prestada por Ellen DeGeneres. En esta entrega tambiénparticipan Idris Elba y Diane Keaton.

Cuando Stanton intentaba sacar adelante la historiade un pez amnésico, vio a la humorista por televisión y seinspiró. "Pasaba de un tema a otro cinco veces en la misma frase.Después de esto no pude parar de escribir", contó.

DeGeneres aceptó el proyecto de entrada y no hadudado ni un segundo en volver a convertirse en Dory.

/afa

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