GUADALAJARA.- El proyecto de adaptar al cine el libro de Los demonios del edén, de Lyda Chacho, que denuncia una red de pornografía y prostitución infantil en el sur del país, sigue su curso comentó el cineasta y productor Guillermo del Toro, al término de la entrega de la beca de Jenkins-Del Toro.
“Todavía no hay guión, Lydia lo está trabajando, y Bertha Navarro es la que lleva todas las producciones para México y Latinoamérica.
“He platicado con Lydia, pero yo tengo que leer el guión”, precisó el cineasta, quien confirmó que hasta el momento Patricia Riggen sigue como propuesta para dirigir esta historia.
El ganador del Oscar por su trabajo en La forma del agua, cumplió lo anunciado el año pasado y entregó en el marco de la 34 edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara la beca Jenkins-Del Toro a dos jóvenes cineastas: María Candelaria Palma por su trabajo Rojo y a Alejandro Ríos por Los gatos, quienes recibirán 60 mil dólares para continuar sus estudios en el extranjero.
“Quien cambia una vida, cambia una generación. Creo que los que insistimos en esta labor de contar una historia existimos nada más para poder dejar un precedente de las cosas que sí se pueden hacer”, aseguró del Toro.
Convencido de apoyar a nuevos directores, Del Toro dijo que “en un tiempo y en una generación en donde la constante sensación de que ya no hay nada que hacer y está todo cerrado, esta iniciativa de la beca es la gran esperanza.
“Yo como gordo no me puedo contener, si me dan cuatro pingüinos me los como todos. En el Festival de Morelia terminamos dando tres becas de animación para estudiar en París, aquí en Guadalajara otorgamos dos, pero lo que es profundamente conmovedor y esperanzador es la calidad de muchísimos de los proyectos”, expresó.
“Quisimos reconocer por lo menos dos trabajos, por su gran sensibilidad, lenguaje y potencia visual y emocional. Esto es una motivación muy grande para que el año que entra participe más gente”, comentó el creador de cintas como Cronos o El laberinto del fauno.
Sobre la creación del Centro Internacional de Animación, Del Toro explicó que “llevamos más de 20 años haciendo animación con la técnica stop motion y plastilina de una calidad extraordinaria a nivel internacional.
“Es importante crear nuestras propias instancias y oportunidades, buscamos que exista un espacio físico, porque si bien las becas te permiten viajar, el espacio físico te permite tener un lugar de permanencia o a donde regresar”.
Sobre su empatía con el trabajo de las cineastas mexicanas Karla Castañeda e Issa López, "ambas tienen una estética muy oscura, muy en el rollo que a mí me late" y de hecho él producirá su siguientes proyectos.
Será en mayo próximo cuando llegue a Guadalajara su exposición En casa con monstruos, la cual debido a problemas logísticos tuvo que posponerse. “Son más de 600 piezas y es la última vez que viaja esta muestra”, aseguró.
Guillermo del Toro confirmó que sigue la preproducción de su nueva cinta sobre Pinocho en Portland y estará listo para arrancar rodaje en a finales de año.