2018 quedará marcado por la continúa huella que dejan directores mexicanos en la industria del cine internacional; el año comenzó con un camino que trazó Guillermo del Toro con el encantador cuento de hadas, La Forma del Agua, y cierra Alfonso Cuarón con la narrativa a la maternidad en Roma, filme que apunta a ser una de las favoritas en los premios Oscar del 2019.
El genio de los dos mexicanos les ha valido una serie de premiaciones durante el año, en una etapa de cambios en Hollywood donde estos cineastas ponen sus dedos (en forma de sus discursos fílmicos) sobre la llaga de la migración, racismo y la presencia de una figura autoritaria; las últimas películas coinciden en que la mujer es un vehículo y soporte para contar la cruda realidad.
Durante la 74ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia, Guillermo del Toro se convirtió en el primer mexicano y el tercer cineasta hispano en obtener el León de Oro, La Forma del Agua apuntaba a ser un éxito rotundo y así lo fue cuando en los premios Oscar de este año, el director se llevó las estatuillas a Mejor Película y Mejor Director.
De Cuarón sólo se sabía a principios de 2017 que filmaba Roma en calles de la Ciudad de México, fue hasta después de mediados de 2018 cuando el furor acaparó los titulares en periódicos por el peso de la historia y la estética que encierra la fotografía en el México de los setentas. Este año el filme del mexicano le valió también un León de Oro, uno de los máximos galardones en la industria.
De acuerdo con datos de Internet Movie Database (IMDb), la base de datos en línea que almacena información relacionada con películas, La forma del Agua obtuvo 117 galardones y 318 nominaciones y Roma hasta mediados de diciembre cuenta con 83 premios y 94 nominaciones. Estos son algunos datos más relevantes de la plataforma.
Los secretos que encierra Forma del Agua
La historia de amor entre una muda empleada de limpieza y una extraña forma en el agua dentro de un estanque de laboratorio, forman parte del punto de partida, que esconde un eco de la Bella y la Bestia, en la película de Del Toro.
Según el cineasta, la extraña historia de amor de un monstruo del agua y una mujer muda, es como el humor, donde a partir de la broma y la tragedia se puede crear algo hermoso y mágico.
Del Toro considera que en el cine fantástico siempre hay una lectura política, a través de una parábola, ilumina lo político de una manera muy potente.
"Para mí la película se llama 'La forma del agua' porque, el agua es como el amor, no tiene forma, y puede aparecer en una persona del mismo sexo, de una edad muy diferente, puede aparecer en mil formas, pero la reconoces inmediatamente", dijo el director en una entrevista en España.
La idea de que una mujer muda y un espécimen se encontraran en una historia de amor, para Del Toro fue un riesgo pero tenía que hacerlo porque es la manera en la que él crea su universo fílmico.
El encanto de Roma
Roma es un bálsamo para las heridas de Cuarón, tal como lo ha declarado en varias entrevistas; la historia es un retrato de la infancia del director ambientada en la Ciudad de México de 1971, pero a su vez es un mito universal sobre la mujer contemporánea.
Roma es la segunda película que graba Cuarón desde 2001 con 'Y tu mamá también' y la octava en su aún corta carrera como cineasta.
Emmanuel 'Chivo' Lubezki, otro mexicano que ha destacado junto a Alejandro González Iñárritu en Hollywood tuvo que cancelar su participación como director de fotografía debido a compromisos previos.
Comprometido con causas sociales, Cuarón dejó ver en su cinta, uno de los eventos más sensibles atribuidos al régimen del PRI, se trata de El Halconazo o La Masacre del Jueves de Corpus en las inmediaciones del Metro Normal, cerca del corazón de la Ciudad de México.
Ambas películas tienen a la figura de la mujer como elemento principal, son la esencia de sus historias que se enmarcan en un contexto nacional y mundial donde el acoso, abuso sexual y el feminicidio superan la ficción, en ambas distopías el amor no puede ser por las circunstancias del entorno, que, pese a los años son realidades que siguen vigentes.
