A seis años de que fuera nominado al Oscar como Mejor Actor por la cinta A better life, Demián Bichir ha ido abriéndose camino en la industria de Hollywood. En la última década ha trabajado con grandes como Oliver Stone en Savages; Robert Rodríguez en Machete kills; Quentin Tarantino en The hateful eight o con Ridley Scott e Alien Covenant.
Ha sido un trabajo de esfuerzo, pero también de luchar contra negativas y las interrogativas de la gente que dudó de él, y también contra los estereotipos y las etiquetas, como cuenta el actor.
En entrevista exclusiva para Organización Editorial Mexicana (OEM), el actor aseguró que "son ese tipo de esfuerzos que uno realiza, pues únicamente tú eres el único responsable y a ti eres al único al que le tienes que rendir cuentas".
Cuando salí de México y empecé a buscar nuevos caminos en Estados Unidos, la lista de gente que me decía que estaba loco fue muy larga. En primer lugar fue vencer el idioma, lo aprendí a los 22. En segundo, yo ya tenía mi nombre y lugar en México. Y en tercera fue enfrentar una industria muy competitiva. Pero siempre he sido el mismo ser humano, siempre he pensado que tengo derecho a intentar todo lo que está en mi cabeza y gracias a eso permaneces; si de pronto no logras algo sigues intentando.
A pesar del éxito que Demián Bichir ha logrado, el protagonista de Hidalgo, la historia jamás contada, asegura que nada ha cambiado para él.
Sigo siendo el mismo de las temporadas de teatro que hacía en México con mis hermanos. El mismo que hizo 7:19 con Héctor Bonilla y Jorge Michel Grau. Tengo todo en México y constantemente estamos generando también proyectos allá y acá. De lo que se trata es de crear una red de oportunidades, no de acortarlas.
Ahora el actor se aventura en un nuevo género como es el terror, protagonizando La monja, el spin off de la saga de El conjuro, en la que interpreta al padre Burke y tiene como misión enfrentar a un maligno ser en un convento en Rumania, personaje que recuerda al padre Karras de El exorcista “Esa es quizá la primera película de terror que vi”, dice.
Para Demián Bichir todos los géneros ofrecen “ofrecen las posibilidades de desarrollarte, sorprenderte y tomar algún tipo de riesgos. Pero lo más importante es abordarlos con verdad, esa es la clave”, expresa, tras mencionar no es muy asiduo al cine de terror, porque no le gusta que lo tomen por sorpresa.
Ganador del Ariel a Mejor Actor por Hasta morir, el actor asegura que La monja habla sobre la condición humana y la maldad, pero sobre todo de la importancia de la fe “tan fundamental en estos tiempos”.
“La monja es un proyecto prediseñado, bien armado para que surja el efecto deseado. Yo le llamo ‘cine científico’ porque tiene exactamente partes de esto y aquello para darle al espectador exactamente lo que espera”, cuenta.
La monja también le representa una oportunidad para darse a conocer con otro tipo de audiencia.
Me da mucho gusto participar en esta historia porque también hay un público muy amplio que no conoce la película de Tarantino, o que no vio 7:19 o que no verán El gran hotel. Es un público muy grande que ama las películas de terror, entonces también será interesante presentarles este trabajo.
A la par de este estreno, Demián Bichir continúa con las grabaciones de la serie El gran hotel, remake de la versión española, que será producida por Eva Longoria. “La historia sucede en Miami en tiempo actual, así es que ya con eso cambia toda la historia. Arrancamos la primera semana de rodaje que ha sido muy intensa pero muy maravillosa. Eva Longoria es una mujer muy inteligente, sensible y ella básicamente es la cabeza de esto. Además, es la primera vez que haré televisión abierta para Estados Unidos”, cuenta.
Asimismo, espera el lanzamiento de Un cuento de circo & a love song, cinta que dirigió y que pronto tendrá su estreno en México y tras la cual espera regresar a la dirección. “Es parte de este animal enorme que es hacer una película. Afortunadamente saldrá, yo espero que a final de año porque me quiero embarazar de nuevo, pero primero tengo que dar a luz”.
Hace algunos años Demián incursionó en la música y grabó dos discos, el primero no se conoció, el segundo se titula Fábulas trágicas y al respecto asegura “sigo escribiendo y componiendo música, contando historias. Ahora hay más vías para darlas a conocer, son cosas que uno trae en la cabeza y como he dicho la gente no debería pedir permiso para hacer lo que quiere, sólo hay una vida”.