¿Cómo haces una película sobre la banda Talk Talk, cuando sus miembros se niegan a participar y además no permiten que su música se use en películas?
Esa es la pregunta que se hizo el director de cine Gwenaël Breës cuando se lanzó a la aventura de documentar parte de la vida de la banda británica, a tres décadas de distancia de uno de sus álbumes clave, Spirit of Eden.
Breës, a quien varios consideran si no el mayor fanático de la banda británica, por lo menos sí su mayor fan con los conocimientos y las herramientas para llevar a cabo esta película, fue quien tomó como propio este desafío, unos meses después del fallecimiento del cantante principal y compositor de la banda Mark Hollis, en 2019.
El problema no era que el propio Hollis rechazó todas las solicitudes de entrevistas para este documental, sino que el resto de la banda haría lo mismo, y que además no solían dar autorización para que su música se utilizara en películas… Así se tratará de una película-homenaje a ellos mismos.
Pero Breës, como buen amante de las causas perdidas, se lanzó de todos modos a realizar la titánica tarea de hacer una película sobre una banda que no quería ser filmada, y de contar la historia de un disco cuyas canciones no podría reproducir.
Guiado por su filosofía punk, el director comenzó a trabajar convencido de que la música debe ser accesible para todos y de que el espíritu humano está por encima de la técnica.
Así, Gwenaël Breës, comenzó su recorrido por el Reino Unido, tratando de desentrañar el misterio que rodeaba al disco, en un viaje que los críticos calificaron como “lleno de desvíos y descubrimientos, con el silencio como horizonte y el punk como filosofía”.
De hecho, el título del documental es una referencia a una frase del propio Hollis, quien aseguraba: “El silencio es el instrumento más poderoso que tengo. El espíritu lo es todo”.
De una manera modesta, sin tantos bombos y platillos -muy en el espíritu de los propios Talk Talk- la película comenzó su ciclo de proyecciones el año pasado con algunas funciones en países como Bélgica, Alemania, Francia y el Reino Unido. Aún no se tienen fechas confirmadas para su proyección o transmisión en alguna plataforma de Latinoamérica.
Un legado incuestionable
Talk Talk se formó en 1981 y tuvo un éxito temprano en las listas de éxitos con canciones como "Talk Talk", "It's My Life" y "Such a Shame", no sólo cosechando estilos como el synth-pop, sino adelantándose al llamado post-rock.
La banda tuvo muy buen recibimiento entre la crítica especializada, especialmente después de los sencillos "Life's What You Make It" (1985) y "Living in Another World" (1986), aunque cuando lanzaron su cuarto álbum Spirit of Eden (1988), su éxito comercial comenzó a disminuir.
La fricción de la banda con su casa disquera resultó en acciones legales, contrademandas y cambios en la alineación, hasta que el grupo se desintegró.
Posteriormente, Mark Hollis lanzó un álbum solista, antes de retirarse de la industria musical. Falleció el 25 de febrero de 2019, a los 64 años.
La influencia de Talk Talk en la música contemporánea es irrebatible. Artistas como Tears for Fears, Radiohead, Doves, Elbow, The Mars Volta, Steven Wilson, Death Cab for Cutie, Placebo, Weezer y No Doubt, entre muchos otros, confesaron su admiración por la música de esta agrupación.
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Como decía Alan McGee, el fundador de Creation Records y descubridor de Oasis: “(Mark) Hollis y Talk Talk siguen siendo elogiados como artistas que no cedieron a las presiones de los intereses corporativos y comerciales… La historia de un hombre contra el sistema en un intento por mantener el control creativo me parece increíblemente alentadora".