La cinta Breve historia del planeta verde ha sido exhibida como una película LGBT+ y ha ganado premios en esa temática, sin embargo, desde el punto de vista de sus actores, esa no es la esencia del relato.
“Es la historia de tres amigos, una chica es transgénero y los demás la acompañan, pero lo pudo haber hecho cualquier otra actriz, sin focalizar en el género, pero la película llama la atención por naturalizarlo”, explica Romina Escobar, (Tania ) la protagonista de la historia que se asume en la vida real como trans.
Así, una de las primeras satisfacciones de Romina con esta producción, es haber cumplido un sueño con el papel principal, pues recuerda que su trayecto como actriz, aunque afortunado a comparación de otras mujeres trans, ha sido duro. “Mis compañeros me decían y a ti ¿cuándo te van a llamar para hacer un papel?, hoy yo estoy viviendo un sueño”, revela.
El proyecto del director Santiago Loza, está ambientado en “el fin del mundo”, como describe Luis Sodá quien interpreta a Pedro , pues fue grabado en el sur argentino y está centrado en el viaje de tres amigos de toda la vida a su pueblo de origen, después de que Tania perdiera a su abuela, y como herencia le dejara a un pequeño marciano al que tendrán que ayudar.
El espacio en el que fue grabado, “no es casualidad”, explica Sodá, pues desde su punto de vista era un lugar esencial para que el ambiente de la película se pudiera realizar, “ahí hay unos árboles muy particulares, tienen algo como tétrico, misterioso y mágico”, añade. “Estuvimos un mes conviviendo, concentrados en el rodaje, creo que fue muy rico para la película los vínculos que se fueron armando”, asegura Romina.
“En Argentina el promedio de vida de una persona trans no pasa de los 35 años, por la violencia, los productores se tienen que arriesgar en las historias, porque poner a una trans de prostituta, es seguir con lo mismo, hay que avanzar", reitera.
Breve historia del planeta verde ganó el premio Teddy a la mejor película LGBT+ en el Festival Internacional de Cine de Berlín y abrió la primera edición de Cuórum Morelia, un festival de cine de diversidad sexual y género. “Creo que estamos en un buen camino, pero tiene que extenderse al cine comercial", dice Sodá.