La literatura se convirtió para la escritora Esther Sánchez Palacios en una herramienta de sanación cuando la violencia del crimen organizado le arrebató a su hija Irene de 26 años de edad, hace diez años. La escritura de sus pensamientos y emociones sobre la pérdida a manera de diario le sirvieron para dar voz al ahogo de una “madre mutilada”.
Una década después esa voz se extiende para representar a las miles de mujeres que han perdido a un hijo o un familiar a manos del crimen organizado en México. Esa voz llega al cine a través del documental Esther sin H, de Alejandra Islas, una coproducción de TV UNAM, Ave de Paso Films y la Universidad Veracruzana.
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El largometraje toma como eje narrativo el libro Diario de una madre mutilada, escrito por Esther Sánchez durante el proceso de duelo por el asesinato de su hija. La narración en primera persona pone en evidencia el desasosiego de no tener respuestas ante la pérdida, el miedo por el futuro y la incertidumbre por el presente. Además de evidenciar la vulnerabilidad de la sociedad en el estado en medio de la guerra contra el narcotráfico.
“El documental va por la parte emocional de la escritora, muestra cómo ella continúa con esa pena, ese dolor. No tiene la intención de ser una denuncia sino acercarme a la manera en que ella expresó esa gama de emociones. La escritura fue la manera de sobrevivir para ella”, explicó Islas en entrevista sobre el largometraje que se estrenará el 8 de marzo por TV UNAM.
A partir de la propia narración de Esther Hernández, quien ganó el Premio Bellas Artes de Testimonio Carlos Montemayor 2011 por este libro, el documental lleva al espectador por la historia de Irene, una joven que fue interceptada junto con su esposo por desconocidos quienes le dispararon seis veces en el lugar. Fue, señala la cineasta, un asesinato que representa los miles ocurridos en el país desde el inicio de la guerra contra el narcotráfico.
“Este documental presenta a una galería de mujeres muy distintas pero que comparten ese dolor de pérdida, y que se estrene el Día Internacional de la Mujer le da mucho sentido porque representa a muchas generaciones de mujeres que sufren esta pérdida y viven en la resistencia, logran organizarse como ciudadanas en colectivos para buscar a sus hijos, no pierden la fe, de eso realmente habla la película”, acotó la directora quien tardó tres años en la producción del audiovisual.
Para la cineasta, especializada en el documental social, esta película refleja también la unidad entre las mujeres en momentos de crisis; “un apoyo que habla de la empatía que caracteriza al movimiento feminista”.