Morelia.- Cuando existe una relación y una conexión fuerte, ni el tiempo ni la muerte puede separar a las personas que se aman, y eso lo está demostrando Mara Polgovsky quien a cinco años del fallecimiento de su hermano, Eugenio Polgovsky, sigue llevando su legado y haciendo resonar su nombre.
Escritora e investigadora de formación, Mara con nacionalidad mexicano-argentina, se adentró desde hace más de una década al mundo del séptimo arte precisamente con Eugenio, y en este 2022, une su voz al compendio 20 años, 20 mujeres en el FICM de Organización Editorial de México (OEM), con el cual celebramos las dos primeras décadas del Festival Internacional de Cine de Morelia.
El motivo es el próximo estreno en el FICM, de un proyecto que Eugenio no logró concluir y del que por azares del destino, Mara descubrió después de la muerte de su hermano y decidió continuarlo, siendo este año Morelia, la ciudad donde por primera vez verá la luz pública.
“Comencé a trabajar con él desde 2004 con su película ‘Trópico de Cáncer’, en 2012 hicimos más de una película, también realizamos cine experimental. Eugenio era un ser muy agudo en su sensibilidad, siempre lo pienso como un felino que está con todos sus sentidos vivos, él era pura vida. Él te transmitía fuerza vital y por eso marcó a tantas personas, incluidas a muchas que han trabajado en el FICM”.
Su llegada al cine al lado de Eugenio
Con diversos estudios, Mara compartió cómo fue que de la investigación y la escritura, llegó al cine.
“Yo estudié guion cinematográfico con Beatriz Novaro, entonces mi primera vocación fue la escritura para cine, después fue el ensayo y la poesía, y aunque no seguí de manera profesional la escritura en el séptimo arte, me uní a mi hermano y pasé mucho tiempo con él aprendiendo a hacer cine, aprendí a editar a su lado. Mi hermano era una especie de padre que me iba enseñando labores, para él, el cine era su vida, por lo tanto pasábamos horas filmando”.
Entre esos recuerdos y viajes, compartió el realizado a Monterrey para filmar a niñas y niños migrantes, además del viaje a Nueva York y Kenia, “en esos lugares grabamos, yo al inicio traje mi idea pues para hacer un documental primero debes plantearte las grandes preguntas de qué quieres abordar, en eso acompañé a Eugenio, como en la película de ‘Los herederos’; además la edición es otra forma de escritura, es con imágenes”.
Cristaliza el último proyecto de cine de Eugenio
Malintzin 17, es la película de Eugenio Polgovsky editada póstumamente por su hermana Mara, y la cual fue filmada desde la ventana del departamento del cineasta en la Ciudad de México En este proyecto se retratan dos expresiones de cuidado parental, entrelazando la mirada del cineasta con la de su hija mientras presencian el nacimiento de una paloma inca.
Este trabajo estaba destinado a perderse, pero Mara lo encontró después de que Eugenio muriera repentinamente a los 40 años, por lo cual lo editó y lo convirtió en un documental filosófico que reflexiona sobre la forma en que la naturaleza se ve obligada a adaptarse ante el avance y expansión territorial de los humanos.
“Este es un proyecto minimalista, y a lo largo de siete días y siete noches en el mes patrio de México, septiembre, vemos el transcurrir de la vida en una calle de CDMX, es un ejercicio de contemplación y en esa intimidad, descubrir preguntas sobre la relación del ser humanos con la naturaleza, la paternidad, sobre cómo piensa una niña a los cinco años, y cómo esos cuestionamientos tan importantes, a veces se van apagando cuando crecemos, así como el esfuerzo de sobrevivencia que hace un ser vivo. Explorando los discos duros de Eugenio me encontré un folder que decía pájaro y aunque al inicio no tenía el valor de abrirlo, descubrí que había mucho más que una ave, sino un testimonio de un ser humano, padre y cineasta”, concluyó, no sin antes recordar, esta cinta que busca generar empatía se podrá ver en el 20 FICM.
El libro que concluyó por su hermano
Eugenio Polgovsky: La poética de lo real, es el nombre del libro que fue presentado en el FICM en 2021, y el cual fue editado por Mara, ahí se recopilan anécdotas de 12 personalidades de la industria cinematográfica, como: Dennis Lim, Olaf Möller, Diego Lerer, Carlos Bonfil, Kieron Corless, Erica Segre, Carlos Reygadas, entre otros.
Este libro fue para mí una manera de conocer a Eugenio de nuevo, y conocerlo no a través de mi mirada, sino por la de otras personas del cine mundial.
“Ese libro no es para decir que era buena persona, sino mostramos esas características de su cine, cómo ha logrado ayudar y ser conocido a nivel internacional”, concluyó.
Morelia es una ciudad generosa
En la entrevista concedida vía virtual desde Inglaterra, donde reside Mara, destacó la importancia del FICM y de Morelia en su vida.
“El FICM ha llevado una agenda ética con la mujer, repudia toda forma de racismo y exclusión con base en el género, y a toda forma de violencia sexual. Tengo una profunda admiración al trabajo de Daniela Michel y al de Alejandro Ramírez, los dos son seres luminosos en el horizonte cultural de México. Yo trabajé con Alejandro para otra película hace años y realmente siempre ha sido una experiencia de descubrimiento, pero también de libertad, uno va al festival y no siente que tiene que llevar un discurso o promover una agenda, sino podemos ser nosotros mismos”.
A lo anterior afirmó, en Morelia se generan encuentros de grades cineastas y mentes creativas detrás de la pantalla grande, “a diferencia de otros festivales en los que he estado, el FICM es un espacio que promueve el diálogo y la relación cercana entre cineastas, creadores, periodistas, público y críticos. Morelia es generosa, ejemplo de ello es la publicación del libro sobre Eugenio, el cual fue promocionado el año pasado”.