GUADALAJARA. La soledad, el amor, la violencia, la muerte, la naturaleza humana, el diálogo interno y la familia son algunos de los temas que la directora Mariana Flores Villalba resalta en su nueva cinta La frontera invisible, misma que estrenará el 6 de junio como parte de las actividades del Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
El filme retrata a un grupo de soldados que tiene la tarea de cuidar y proteger la Isla Socorro, misma que se encuentra ubicada a 700 kilómetros de la costa del Pacífico. Es ahí donde cada uno de los agentes convive de una manera más íntima con la naturaleza y expresa sus propias emociones sin algún tipo de censura.
“Es un retrato íntimo de un grupo de hombres y mujeres que son parte de la armada de México que habita en uno de los lugares más lejanos del país, es una ventana para que el público conozca quiénes son, lo que piensan, cómo se sienten y cómo ven la vida, así como el lugar en donde están”, afirmó Flores en entrevista con El Sol de México.
“Lo que se ve en la película es la tropa, la parte más guerrera dentro de las fuerzas armadas, eso te da un reflejo poderoso de quiénes son y quiénes están conformando este grupo que sabemos que son a los que siempre mandan al frente y los que viven estas experiencias duras; se ven los sueños que tenían antes de sumarse al Ejército, los errores e impresiones equívocas que tenían previo a formar parte de la Marina y todo lo que está en la frontera es algo que constantemente se refleja en ellos”, agregó el productor Carlos Hernández.
La idea de retratar esto surgió en 2008 cuando un grupo de biólogas y amigas de Flores viajó a las Islas de Revillagigedo, en Colima, en donde estudiaron la fauna que habita ahí. Con sólo relatos de su parte, fue que la cineasta quedó enamorada del lugar. En diciembre de ese año visitó las islas y apostó por crear una cinta que invitara a la reflexión.
“En ese momento me parecía muy intrigante este lugar absolutamente salvaje porque no hay población civil, sólo tenía una serie de maravillas naturales, un volcán activo, mantarrayas, ballenas y especies endémicas y un grupo de personas perdidas ahí durante seis semanas, en el lugar más lejano y salvaje de México. Me pareció interesante cómo sería la vida allá, qué le sucedería a las personas en estas condiciones tan particulares”, sostuvo.
Fueron sólo 24 semanas repartidas en cuatro visitas de seis semanas cada una, en las que se pudo hacer la grabación. Esto prolongó el proceso de rodaje hasta un año.
La cinta se llevó a cabo de julio de 2017 a agosto del siguiente año. Se espera que el proyecto se estrene en la Ciudad de México el primer trimestre del 2024; de acuerdo con el productor, se está negociando para realizar exhibiciones al aire libre en distintos puertos del Pacífico mexicano.
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Por otro lado, en cuanto a otros filmes, Flores ya prepara su siguiente película en la que retratará a un grupo de chicas con discapacidad motriz que usan silla de ruedas y que son ex participantes de un concurso que se llama Miss Wheelchair México.
“Llevo un año trabajando con ellas, haciendo talleres, desarrollando una película que aborda temas como los conceptos de belleza, la sexualidad, los cuerpos no convencionales, la accesibilidad, entre otros”, dijo la cineasta, quien no tiene por el momento fecha de producción y lanzamiento.