John Wayne consiguió la fama internacional y una posición financiera estable sin venir de una familia con solvencia económica. Y, aunque no tenía claro su camino cuando aún era pequeño, logró dejar un legado que se recuerda a décadas de su partida.
El actor es conocido como uno de los máximos exponentes del cine western, ya que casi toda su carrera se desenvolvió en este género. Incluso tiene el récord de más papeles protagónicos en el cine, con un total de 142 películas, de las 153 que filmó.
“John Wayne va más allá del personaje en pantalla, se volvió un ícono de Estados Unidos. En 2011 se hizo una encuesta sobre quiénes eran las estrellas del cine más reconocidas e importantes en Estados Unidos y Wayne quedó en tercer lugar”, afirmó en entrevista Adriana Fernández, crítica de cine y Coordinadora de la Maestría en Desarrollo y Gestión de la Industria del Entretenimiento en la Facultad de Comunicación de la Universidad Anáhuac.
En Estados Unidos se volvió símbolo del conservadurismo, por los valores y los temas que siempre hacía en sus westerns, pero es un hombre que representó esto que mucho tiempo fue un ideal.Adriana Fernández.
Esta idea la reafirma el crítico de cine Aaron AJ Navarro: "Wayne entró muy bien en el género western y lo demostró porque nunca se salió de él. Él jugó con su papel siendo siempre el gran héroe americano y a diferencia de Clint Eastwood, que era el hombre sin nombre, que era más ambiguo tal vez en sus acciones. Siempre era la parte que enaltecía todos los valores norteamericanos, el heroísmo del western y del buen vaquero”
John Wayne logró ser un símbolo de Hollywood aunque tuvo un comienzo difícil
Sin imaginarlo, John Wayne logró crear una imagen muy varonil en la pantalla, posiblemente anhelada por algunos. Marion Robert Morrison, su nombre real, nació un 26 de mayo de 1907, en Winterset, Iowa; hijo de Clyde Leonard Morrison y Mary Alberta Brown.
Tuvo una familia complicada, era un chavo que no venía de una familia privilegiada. Entró a la Universidad del Sur de California con una beca y como no tenía dinero, tenía que ponerse a meserear en la cafetería.Adriana Fernández.
El actor, que cumple 45 años de fallecido el 11 de junio, cuenta con más de 180 créditos tanto en televisión como en cine. Hasta el momento, sus películas han recaudado un aproximado de 500 millones de dólares a nivel mundial, de acuerdo con cifras de Movie Data Base.
Su incursión en la pantalla grande se dio en 1926, con el filme La estudiante, en el que interpretó a un jugador de futbol americano, rol que no le costó trabajo encarnar ya que, durante sus estudios en Derecho en la universidad, mismos que no concluyó, jugó este deporte. Tal vez su estatura de 1.93 metros le ayudó.
La gran jornada: filme que popularizó a John Wayne en 1930
Durante la década de 1920 realizó diferentes participaciones pequeñas. Hasta 1930 su rostro comenzó a popularizarse en cintas como La gran jornada, donde tuvo su primer portagónico en el séptimo arte.
“Las primeras películas de John Wayne no fueron importantes. Sí en el sentido de que él hacía una película tras otra. Hay años en los que filmaba entre ocho o 10 películas, pero eran de Serie B, o sea de bajo presupuesto. Fue hasta los años 40, exceptuando a La diligencia, que él empezó a hacer tanto películas de guerra como de western”, dijo en entrevista el crítico, investigador y guionista, Rafael Aviña.
Su gran protagónico en La diligencia en 1939, fue la primera producción en la que colaboró con el cineasta John Ford y compartió créditos con actores como Claire Trevor, Andy Devine, John Carradine y Thomas Mitchell. El largometraje logró dos premios Oscar en 1940, en las categorías de Mejor Actor de Reparto y Mejor Música.
Una de las curiosidades de esta cinta es que, según familiares de El Duque, como también era conocido el actor, su icónico “caminar rodante” surgió durante el rodaje de La diligencia, a partir de ahí lo adoptó como un sello.
"Esa película fue fundamental para el cine western, que curiosamente es de un año icónico en la historia de Hollywood porque se estrenó Lo que el viento se llevó (de Víctor Fleming), El mago de Oz (también de Fleming) y La diligencia. Fue un año muy importante, con géneros muy diferentes, cuando el cine de Hollywood estaba precisamente explorando estos géneros”, aseguró Aviña.
Desde ese momento, El Duque conoció la fama y entabló una gran amistad con Ford. Él fue el director que lo moldeó y con quien trabajó en más de una veintena de cintas, entre las que destacan Sangre de héroes (1948), La legión invencible (1949), Río Grande (1950), The Quiet Man (1952), Más corazón que odio (1956), Un tiro en la noche (1962), entre otros.
Ford, desde la Segunda Guerra Mundial fue encaminado a hacer cine de propaganda en pro de EU, pero encontró en Wayne un gran compañero para hacer western. Fueron una gran mancuerna, se encuentran las dos ideologías, se entienden perfectamente y crean historias.AJ Navarro.
Wayne también fue director
En 1961 Wayne se probó como director, no tanto por gusto, sino por necesidad. El cineasta húngaro-estadounidense Michael Curtiz padecía cáncer, durante el rodaje de Los comancheros, estaba muy enfermo. Por ello, Wayne asumió el rol de director y completó el filme, sin embargo, él pidió no ser acreditado como codirector.
El álamo (1960), La conquista del Oeste (1962), La sombra de un gigante (1966), El gran Jack (1971) y El último pistolero (1976) fueron algunos de los títulos que complementaron su carrera en esta área.
¿Qué identifica a John Wayne?
“John Wayne representa muchos valores: libertad, resiliencia, fortaleza, el poder alcanzar el éxito por uno mismo, tratar de ser autosuficiente e independiente. Sin duda, es un actor del habría que volver a ver sus películas, no pasan de moda. Con todos los defectos que pudo tener en la vida real y ficticia, con sus personajes imperfectos, sigue siendo una representación de la autosuficiencia, la valentía y la perseverancia”, aseguró Adriana Fernández.
Para algunos, el filme Más corazón que odio fue uno de los largometrajes que más hizo brillar a John Wayne sobre todo porque el actor le dio un giro total al vaquero. En esta historia, él es una especie de antihéroe, es profundamente racista, pero a la vez tiene una especie de código de honor.
“Ese es quizá su mejor papel. Pese a que es, probablemente su mejor película, no ganó algún premio con esa actuación, no ganó el Oscar, como sí se lo ganó en 1970 con la cinta Valor de ley (en la categoría de Mejor Actor)”, indicó Fernández.
Pudo haber tenido más premios, pero siento que no es algo que a él le interesara. A veces los premios se olvidan, pero los personajes tan icónicos prevalecen en el tiempo, como los de Wayne. Adriana Fernández.
“No sé si necesitó más fama, pero sí hablar más de su trabajo porque el western es una de las bases clásicas del cine norteamericano. Tiene un buen reconocimiento, pero el mayor que yo le podría dar, y hablando de México, es el interés que tuvo de ir al estado de Durango, un lugar que le gustó y donde empezó a producir diferentes películas. Ahí adquirió un rancho y fomentó la creación de películas inclusive con talento nacional”, sostuvo por su parte AJ Navarro.
John Wayne fue un reflejo del conservadurismo de EU
Wayne siempre fue considerado como un hombre muy conservador, racista y homófobo. Hace unos años quedó comprobada su postura con la entrevista que dio a la revista Playboy en 1971, en la que habló de la “supremacía blanca”.
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Debido a su gran popularidad, así como a su postura política, fiel al Partido Republicano, se le ofreció un puesto político, sin embargo, éste siempre rechazó ser candidato.
John Wayne era una persona de derecha. Apoyaba la guerra de Vietnam. Se declaró sobre los indios, aunque tampoco era un abierto racismo radical. Nunca dijo que los indios o los negros o los vietnamitas son racialmente inferiores o algo así.Bernd Hausberg.
“Considero que sus posturas políticas sí tuvieron cierta influencia en su popularidad sobre todo por la época en que se hicieron esos westerns que era todavía cuando tenían muy checadas las películas en Estados Unidos. Si te atrevías a hacer algo fuera de la línea moral que tenían, te censuraban y en ese sentido John Wayne fue inteligente, supo qué hacer para tener éxito en Hollywood”, completó Navarro.
En el ámbito personal, Wayne contrajo matrimonio en tres ocasiones, primero con Josephine Alicia Sánchez, con quien procreó cuatro hijos y de quien se divorció en 1945; luego Esperanza Baur, de quien se separó en 1954 y Pilar Palette, con quien tuvo a otros tres hijos, dando un total de siete.
Una película radioactiva terminó con la vida de Wayne
Wayne falleció un 11 de junio de 1979, a los 72 años de edad, a causa de cáncer de pulmón que se trasladó al estómago. Los rumores en torno a su muerte fueron varios. Su tercera esposa, Pilar, aseguró que el actor enfermó debido a su adicción al cigarro. Sin embargo, el histrión desarrolló la enfermedad luego de concluir la cinta El conquistador de Mongolia (1956), bajo la dirección de Dick Powell.
El filme se rodó en un desierto de Utah, muy cerca del campo de pruebas de armamento nuclear del gobierno de Estados Unidos. Ahí la producción estuvo expuesta constantemente a la radiación. En un radio de 200 kilómetros, el Ejército de Estados Unidos realizó 31 explosiones nucleares. En total fallecieron 91 personas de las 220 que estuvieron implicadas en el rodaje, 46 de estos desarrollaron cáncer, al igual que Wayne.
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En 1963 falleció Powell de un linfoma; Pedro Armendáriz se suicidó luego de ser diagnosticado con cáncer de riñón avanzado. La actriz Agnes Moorehead falleció también de la enfermedad en 1974.
Mucha gente se enfermó de cáncer, no sé qué tanto haya una investigación más a profundidad o formal en torno a eso. Aparentemente había mucho polvo radiactivo y es probable que eso les hubiera afectado.Adriana Fernández.
El actor fue enterrado en el Pacific View Memorial Park, cementerio de Newport. En su pueblo natal Winterset, se montó un museo que reúne objetos personales y recuerdos del actor.
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