Berlín.- La doble premiación de Tatiana Huezo por su película El Eco con dos trofeos importantes, fue uno de los puntos sobresalientes de la gala de clausura de la 73 edición de la Berlinale.
El documental de la multipremiada directora por sus filmes anteriores se llevó el premio a la Mejor Dirección en la sección oficial competitiva Encuentros y el trofeo al Mejor Documental entre todos los documentales que se estrenaron en todas las secciones del certamen. El premio está dotado con 40 mil euros (42 mil 290 dólares).
El triunfo de El Eco cerró con broche de oro la destacada presencia de México este año en las secciones del certamen donde hubo películas nacionales seleccionadas. Tótem de Lila Avilés, que ocupó el tercer lugar entre las preferencias de los críticos respecto a los filmes en competencia oficial, se llevó el importante premio paralelo del Jurado Ecuménico a la Mejor Película del festival. A su vez Adolfo, la coproducción mexicano-norteamericana de Sofía Auza fue galardonada con el Oso de Cristal, el gran Premio del Jurado Joven, en la sección competitiva Generation 14 plus, destinada a un público de jóvenes adultos.
Por otro lado, el proyecto de Carlos Lenin Dios y la cumbia del diablo se llevó el premio principal dotado de 10 mil euros (Poco más de 10 mil 500 dólares) en el Mercado de co-producciones y del Berlinale Talent.
Vale recordar que el año anterior México había igualmente destacado en la Berlinale con el Oso de Plata, el Premio del Jurado por Manto de gemas de Natalia López seleccionada en la competencia oficial.
Sorpresas y más mujeres ganadoras en palmarés oficial
En lo que toca al resto del palmarés oficial, hubo sorpresas, omisiones y fuerte presencia de mujeres ganadoras.
Entre la sorpresas destaca el premio mayor del certamen, el codiciado Oso de Oro, atribuido a Sobre el Adamante, el documental francés del respetado realizador Nicolas Philibert, que trata de un centro parisino de acogida y rehabilitación de enfermos mentales. Igualmente sorprendió el Oso de Plata a Mal vivir del portugués Joao Canijo, quien tuvo la particularidad de tener seleccionada en la sección Encuentros, la segunda competenmcia oficial de la Berlinale, otra película llamada justamente Vivir mal, de alguna manera complementaria de la premiada Mal vivir.
El Gran premio del jurado, Oso de Plata, a la película alemana de Christian Petzold, En fuego (Cielo rojo) era más que esperado, al contrario de la premiación con otro Oso de Plata a la alemana Angela Schanelec, por el guion de su película Música.
Sorprendió también la ausencia en el palmarés de la favorita de los críticos, Vidas pasadas de la coreana/canadiense Celine Song, aunque esto no afectó la importante presencia de mujeres ganadoras en la premiación oficial. Nada menos que cuatro mujeres entre realizadoras, directora de fotografía, actrices y guionista, resultaron premiadas a la par con los cuatro galardones para hombres cineastas.
Uno podría argumentar que el palmarés resultó algo incoherente. Esto no sorprende ya que todo estaba abierto dada la regular calidad de las películas en competencia. Nada sobresaltó y/o verdaderamente exaltó a críticos y público. No hubo entre los filmes seleccionados “el” que se llevaría la adhesión y la unanimidad de todos. Así que el trabajo del jurado que se reunió para deliberar desde la tarde de viernes no debe haber sido fácil.
El mismo fue presidido por la actriz estadunidense Kristen Stewart y contó entre sus siete miembros a realizadores como Radu Jude (Rumania) sus colegas Carla Simón (España), Johnnie To (Hong Kong) y la actriz iraní Golshifteh Farahani.
En cuanto a los prestigiados premios Fipresci de la crítica internacional, en la competencia principal fue galardonada la australiana La sobrevivencia de la gentileza, mientras que en la segunda justa, Encuentros el premio recayó a la belga Here de Bas Devos, a la vez que la danesa La migración quieta y Entre revoluciones del rumano Vlad Petri se llevaron el premio en las secciones Panorama y Forum respectivamente
En resumen, la edición de este año, quedará como una de las menos memorables respecto a la selección competitiva. Esto significa que el equipo del director artístico Carlo Chatrian y la directora ejecutiva Mariette Rissenbeek, tiene mucho trabajo para lograr la anhelada renovación de la Berlinale, llegando a la altura de Cannes y de Venecia.
La Berlinale fue afectada este año por la escasez de salas, a raíz del cierre de algunas de ellas y la utilización de otras alejadas del centro del festival, lo que afectó considerablemente el trabajo de los miembros de prensa que cubren el certamen.