Conocido como Cantinflas, Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes fueuno de los cómicos mexicanos más reconocidos en los países dehabla hispana, cuya trayectoria se resume en medio centenar depelículas que contribuyeron a la Época de Oro del CineMexicano.
Cantinflas, también nombrado el Mimo de México, dedicó partede su vida a adquirir casas en la Ciudad de México y haciendas enSan Luis Potosí y en el Estado de México.
A 24 años de su muerte (20 de abril de 1993), el investigadorGilberto García, de la Sociedad de Geografía, Historia,Estadística y Literatura de Tlaxcala, platicó con Carlos BrionesHernández, poseedor de unas fotografías inéditas que elhistrión le regaló cuando trabajaba en su hacienda LaPurísima.
De acuerdo con información del investigador, el señor CarlosBriones y su hijo Saúl, originarios de Lagunilla, Tlaxco,Tlaxcala, fueron recomendados por Luis Javier Barroso, dueño delrancho Santa Rosa (ubicado en el oeste de Tlaxco), para trabajar enla hacienda de Mario Moreno, pues el histrión le había comentadoque necesitaba personal de confianza para hacerse cargo dellugar.
Cabe mencionar, que en la década de los 60 Cantinflas decidióhacer una ganadería para la crianza de toros bravos, y paraestablecerla compró 55 hectáreas del rancho La Purísima, juntocon la finca del mismo nombre, ubicada a cinco kilómetros delpueblito de Ixtlahuaca, Estado de México.
El actor realizó algunas películas relacionadas con la fiestabrava, además fue un aficionado a las corridas de toros, por loque en el interior de su rancho mandó construir un pintorescotentadero al que llamó Doña Cholita, en honor a su madre, doñaSoledad.
Gilberto García: ¿Cómo fue la primera vez que conoció aCantinflas?
Carlos Briones: Don Luis Barroso nos presentó con donCantinflas, y ahí pudo ver que, a primera vista, éramos personasde confianza, humildes, sencillas y con un gran gusto por eltrabajo y la responsabilidad. GG: ¿Qué hacían en la finca deCantinflas?
CB: A mí me tocaba “educar” en la alta escuela a loscaballos finos pura sangre y un cuarto de milla de don Mario,mientras que a mi hijo Saúl Briones le encomendó la importantetarea de administrar La Purísima. Y los dos de la limpieza de la“casa principal”, ya que en ella no se contaba con personal.GG: ¿Cómo es que usted adquiere las fotografías?
CB: Cantinflas visitaba su rancho aproximadamente cada mes paraasegurarse que todo marchara bien. Cuando comenzó a enfermarse,sus visitas disminuyeron a una que otra vez. En una de esas visitasdecidió administrar sus pertenencias, eso lo llevó a prenderlefuego a sus majestuosas fotografías, ya que él sostenía que noquería que anduvieran de mano en mano y sin el valor sentimentalcorrecto. Y, al ver la forma de cómo se perderían esasfotografías, nos atrevimos a hacerle el comentario de que nosgustaría conservar unas de él, después de meditarlo nos regalóalgunas con la condición de que no anduvieran “regadas” y quelas cuidáramos.
GG: ¿Qué le llamaba la atención de la finca?
CB: En el interior de la casa, el pasamanos de la escalera queconducía al segundo piso estaba hueco, en el interior habíavarias monedas de oro (centenarios) cubiertas por un fuertecristal. GG: ¿Qué paso con La Purísima cuando murióCantinflas?
CB: Después del lamentable deceso de Mario Moreno, Cantinflas,en el año de 1993, todo el ganado bravo y los caballos fueronllevados al rancho El Rocío (ubicado muy cerca de La Purísima),propiedad también de don Luis Javier Barroso; ese había sido elacuerdo en vida con el Mimo de México, mientras que el destino deLa Purísima fue convertirse en centro turístico, mismo que operahasta la fecha.