Cinco nominaciones al Óscar, una estatuilla lograda, una obsesión por ser madre, dos matrimonios fallidos y una gran labor humanitaria en favor de la infancia sellaron también la trayectoria y vida de Audrey Hepburn.
Actriz camaleónica, interpretó a la inolvidable princesa Ana en Vacaciones en Roma, a una invidente en Sola en la Oscuridad y también dio vida en el cine a una monja.
Fue la dulce Sabrina y Eliza Doolittle en My fair Lady, pero quizá su personaje más legendario fue el de Holly Golightly que bordó en el filme de Blake Edwards Breakfast at Tiffany's.
Aristócrata en medio de la guerra
Hija de un industrial irlandés y de la baronesa holandesa Ella van Heemstra, su infancia estuvo marcada por la tragedia de la guerra y el abandono de su padre, a lo que se unió el frío trato que le dio su madre.
Vivió sus primeros años en Holanda, donde inició sus estudios, que tuvo que interrumpir y continuar en Londres al divorciarse de sus padres en 1938. Sin embargo, al año siguiente y a consecuencia del estallido de la Segunda Guerra Mundial, volvió a Holanda junto a su madre donde aprendió ballet clásico.
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En 1948 regresaron a Londres y se matriculó en cursos de ballet al mismo tiempo que concluía sus estudios de Arte Dramático y Danza, que compaginó con su trabajo como modelo de publicidad.
Tres años después le llegó su gran oportunidad cuando se fijó en ella la novelista francesa Colette, mientras estaba rodando en París, y le ofreció un papel en su comedia musical Gigi, que estrenó en Broadway.
La crítica neoyorquina elogió su trabajo y a partir de ese momento comenzó en Hollywood una carrera cinematográfica imparable.
Vacaciones en Roma, Sabrina y Breakfast at Tiffany's
En 1952, contratada por la productora Metro protagonizó, junto con Gregory Peck, la comedia Vacaciones en Roma, donde interpretó de forma magistral a la princesa Anna. Ese papel le valió al año siguiente los tres premios más codiciados: El Óscar de la Academia, la Medalla de Oro de la revista Picturegoer y el Premio de la Crítica de Nueva York.
En 1954 fimó Sabrina a las órdenes de Billy Wilder, personaje con el que marcó una época al establecer un prototipo de mujer elegante, sofisticada y esbelta. En esa cinta compartió elenco con Humphrey Bogart y William Holden, con quien mantendría un idilio que no acabó en boda dado que el actor no podía tener hijos al haberse realizado una vasectomía.
Dos años más tarde, intervino con el que ya era su marido, Mel Ferrer, en la cinta Guerra y Paz, dirigida por King Vidor.
En 1957 comenzó su colaboración con unos de los grandes realizadores del momento en Hollywood, Stanley Donen, quien la dirigió en su obra maestra Una cara con ángel, en Charada, que protagonizó junto a Cary Grant, y en Dos en la carretera, convertida ya en uno de los grandes clásicos de la comedia romántica.
Pero en 1959 le llegó el que posiblemente fue su papel más complejo: Historia de una monja, cinta por la que quedó profundamente marcada por el rodaje en África y donde volvió a acaparar los premios del año, excepto el Óscar.
En 1961 protagonizó junto a George Peppard Breakfast at Tiffany's, basada en la novela de Truman Capote y realizando una genial interpretación dirigida por Blake Edwards.
Pero fue en 1964 cuando dio vida a uno de los personajes más legendarios de su carrera en la obra de George Cuckor, My fair lady, una de las cintas musicales más caras rodadas en aquel momento.
En 1976 intervino en la que fue una de sus últimas cintas Sola en la oscuridad, en la encarnó a una invidente, antes de retirarse del cine para dedicarse al cuidado de sus hijos.
Musa de la moda
Musa de Hubert de Givenchy, el diseñador francés fue su favorito y vistió por primera vez a la actriz en Sabrina. A partir de entonces comenzó una estrecha colaboración entre ambos, ya que el modista se encargó de la vestimenta de Herpburn en cintas como Cómo robar un millón y Breakfast at Tiffany's, donde la actriz quedó inmortalizada en el inolvidable vestido largo de satén negro recortado en la espalda con el que aparecía tomando un café frente al escaparate de la joyería neoyorquina Tiffany's.
Aquel vestido fue subastado en Christie 's en 2006 por unos 700 mil euros, la mayor cifra alcanzada por un traje de una película. La prenda pertenecía al fallecido escritor Domique Lapierre y su esposa después de que Givenchy lo donara a su ONG en la India.
Embajadora de la UNICEF
Ya retirada del cine, se dedicó a cooperar con varias organizaciones a favor de los niños, un tema que le preocupó desde que sufrió una severa desnutrición durante el denominado "invierno del hambre en Europa", mientras estaba refugiada de la ocupación alemana en los Países Bajos.
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En 1988 fue nombrada "embajadora especial" de UNICEF, puesto desde el que solicitó el 4 de junio de 1991 ante el Congreso de Estados Unidos ayuda para paliar el hambre y detener las guerras en África.
El 30 de octubre de 1992, Hepburn ingresó en el hospital Cedars Sinaí de Los Ángeles aquejada de molestias estomacales vinculadas en un principio a una bacteria contraída en su reciente viaje a Somalia como embajadora de UNICEF, pero que resultó ser cáncer de colon. Murió de esa enfermedad el 20 de enero de 1993, a los 63 años, en su residencia de Tolochenaz, cerca del lago de Ginebra.
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