Cuitlahuatzin, mejor conocido en los libros de historia como Cuitláhuac, señor de Iztapalapa y tlatoani mexica tras la muerte de su medio hermano Moctezuma II, fue uno de los héroes de guerra aztecas que a pesar de haber derrotado a Hernán Cortés en la ahora llamada Noche Victoriosa, ha quedado relegado en comparación con otros personajes de la Conquista como Cuauhtémoc.
Con la llegada de los españoles al Valle de México, Moctezuma II trató con respeto y temor a los invasores españoles, a quienes buscaba convencer a los conquistadores de detener su paso hacia a Tenochtitlán, no obstante, dichos obsequios provocaron justo lo contrario, sólo alimentaron la codicia de los europeos.
Los españoles quedaron asombrados al ver la imponente ciudad de Tenochtitlán, pues nunca habían visto un asentamiento similar. Pero no fue lo único que encontraron, pues observaron que si bien los mexicas eran un pueblo poderoso, también tenían numerosos enemigos, situación que los conquistadores aprovecharon aliándose con los tlaxcaltecas.
Cortés y Moctezuma II inicialmente lograron llevar la situación por la paz, pero el militar español tuvo que dejar Tenochtitlán para enfrentar a soldados de Diego de Velázquez, quien envió a sus hombres para capturar al entonces considerado traidor.
La ausencia de Cortés cambió por completo su planes, pues Pedro de Alvarado, a quien dejó como representante, perpetró la matanza del Templo Mayor. Al poco tiempo de esta masacre, el gobierno de Moctezuma II llegó a su fin y marcó el inicio del de Cuitlahuatzin.
Cuitláhuac, el penúltimo tlatoani mexica
Cuitláhuac, gobernante de Iztapalapa y penúltimo tlatoani de Tenochtitlán fue quien tomó la defensa de Tenochtitlán tras la Matanza del Templo Mayor.
El medio hermano de Moctezuma, Cuitláhuac, era hijo de Axayácatl, sexto tlatoani de Tenochtitlan (1469-1481); se casó con una hija de un noble de Tetzcoco y tuvo tres hijos que luego fueron convertidos al cristianismo tras la Conquista.
Antes del conflicto bélico, en sus crónicas, Hernán Cortés, señaló que en su llegada a Iztapalapa su recibimiento fue bastante bueno y generoso y describió lo sorprendido que se encontraba con la ciudad.
No obstante, los españoles pagaron dicho recibimiento tomando como prisionero a Cuitláhuac y Moctezuma en los palacios reales de su padre Axayácatl. Su situación como rehén duró poco tiempo pues logró escaparse engañando a su medio hermano y al mismo Cortés.
Gabriel Kruell, investigador asociado del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, señala en Noticonquista que según fuentes indígenas, Cuitláhuac fue tlatoani durante ochenta días, aunque explica que es muy probable que estuviera en el cargo desde dos o tres meses antes, a partir de junio o julio de 1520.
Miguel Pastrana Flores, Dr. en Historia de México de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM explica que Cortés regresó a Tenochtitlán tras su ausencia, pero lo único que hizo fue regresar a una trampa mortal, pues los mexicas permitieron que entrará él y sus hombres entraran a Tenochtitlan para aislarlos y cortarles los suministros.
Cortés, desesperado, solicitó al ya poco o nada respetado Moctezuma II, que se reaunadaran las actividades económicas del mercado de Tlatelolco para garantizar el abasto de comida, pero el tlatoani al saber que ya no era respetado por nadie, explicó que debía ir Cuitláhuac, situación que el español aceptó.
Cuitláhuac, aprovechando lo reciente de la Matanza del Templo Mayor, no cumplió con las órdenes de Moctezuma II y Cortés, enardeciendo la rebeldía hacia los españoles, por lo que los mexicas de inmediato reanudaron las hostilidades contra los invasores.
De esta manera, Cuitláhuac se convirtió en el orquestador de la organización militar mexica y un verdadero dolor de cabeza para Hernán Cortés.
Cuitláhuac derrotó a Cortés pero no a la viruela
Fue así que, el 30 de junio de 1519, mientras los mexicas designaban a Cuitláhuac como tlatoani tras el descenso político y asesinato de Moctezuma, que Hernán Cortés supor que era momento de abandonar la ciudad pues sin la protección del antiguo tlatoani estaban en peligro, por lo que salió de la ciudad, situación que no salvó de su peor derrota militar,
En su retirada silenciosa por la Calzada del Tepeyac, Cortés movilizó a su ejército conformado por españoles y tlaxcaltecas durante la noche, momento en el que fueron captados por la vigilancia establecida por Cuitláhuac, por ello los mexicas se apoderaron del puente y de la calzada.
De pronto el ejército de Cortés estaba rodeado de enemigos bajo oscuridad y lluvia, provocando miedo y confusión entre los invasores. Cabe mencionar que muchos soldados de Cortés murieron ahogados al caer al lago en aquella noche, se hundieron por el peso de sus armaduras y de su codicia, pues también llevaban cargamentos de oro y plata.
Las consecuencias de la huída de Cortés de Tenochtitlán fueron severas, pues perdió la mayor parte de su ejército, hombres, caballos y armamento. Situación que habría llenado de frustración y enojo al español, quienes se habría tirado a llorar al pie de un viejo ahuehuete. Momento enmarcado en la historia de México como la Noche Triste, la cual ahora ha sido renombrada como la Noche Victoriosa
Tras derrotar a los invasores, Cuitláhuac se replegó en la ciudad esperando una respuesta española, no obstante, en dicha espera murió al ser contagiado de la mortal viruela. De acuerdo con el historiador Alfonso Viesca, dicha enfermedad habría terminado con la vida de más de 150 mil mexicas.
Fue así que Cuauhtémoc se convirtió en el último tlatoani mexica, quien trató de resistir el asedio español y su ataque final a las ciudades gemelas de Tenochtitlan y Tlatelolco el 13 de agosto de 1521. Situación irremediable que terminó con la conquista de sus pueblos.
Finalmente, tras la conquista, los hijos de Cuitláhuac fueron convertidos al catolicismo, Doña Luisa, doña Ana y don Alonso Axayaca Ixhuetztocatzin siguieron con cierto prestigio social. Incluso el segundo fue reconocido como cacique de Iztapalapa por las autoridades virreinales. Sin mencionar que su hija fue establecida como gobernadora de Iztapalapa.