Durante la época de la Colonia, la Ciudad de México fue azotada por fuertes lluvias e inundaciones las cuales dejaban estragos por toda la naciente urbe.
Si bien hubo eventos importantes, uno es recordado por haber sido devastador, hablamos del diluvio de San Mateo, de 1629.
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Inundaciones que dejaron marca
Se tiene registro que el llamado diluvio de San Mateo ocurrió entre el 21 al 24 de septiembre y durante 4 días no paró de llover, tanto así que el nivel del agua se elevó dos metros y dejó más de 30 mil muertos, además el agua permaneció durante 5 años en la Nueva España.
Según una crónica más específica del escritor Richard Everett, el cataclismo hizo que se paralizara la ciudad, los perros sobrevivieron refugiándose en Templo Mayor, mientras que cerca de 20 mil familias dejaron su hogares.
Académicos del Colegio de México coinciden en que era cuestión de tiempo para que se inundara la ciudad y es que los diques de los lagos de Zumpango y Xaltocan acumularon mucha agua de lluvia y tras fuertes lluvias inundaron la ciudad.
Cerca de 150 mil personas sufrieron las consecuencias devastadoras de las inundaciones y no sólo fue por el agua, y es que colapsó la vida diaria, las actividades de comercio, a lo que se suma enfermedades.
Como muestra de esa inundación, las autoridades virreinales mandaron a hacer una cabeza de león que se ubica en la famosa calle de Motolinía justo en la esquina de un edificio, como muestra del nivel del agua que alcanzó.
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Así que si alguna vez te habías preguntado porque ese edificio tiene un león tallado, se debe al diluvio de San Mateo de 1629 que hace siglos dejó desahuciada la Ciudad de México.