Joe Strummer, el cantante principal y letrista de The Clash, murió hace 20 años, dejando como legado una serie de canciones que no rehuyen la política de la era Thatcher ni las situaciones que afectaban a la sociedad en todo el mundo, las cuales hicieron que después de su muerte, medios como The Guardian lo señalaran como “una inspiración política para una generación" y "la conciencia política del punk".
Hablé con más de 100 personas de diferentes edades y géneros de diferentes generaciones, países y continentes para mi libro: La política punk rock de Joe Strummer: Radicalismo, resistencia y rebelión, y descubrí que su música ha tenido un profundo impacto en la conciencia política de muchas personas, llevando a algunos a militar en el activismo de izquierda.
Según muchas de las personas con las que hablé, las letras de la música de The Clash les brindaron una educación inicial efectiva pero poco convencional sobre problemas de la Gran Bretaña y de otros países, como el desempleo y la vivienda precaria, así como varias causas políticas, como la lucha del movimiento sandinista en Nicaragua en la década de 1980.
Dos canciones de Strummer se destacan en particular: La primera es “Spanish Bombs”, del tercer álbum de la banda, London Calling (1979), que trataba principalmente sobre la Guerra Civil Española de 1936-1939, y donde Strummer cantaba:
Los luchadores por la libertad murieron en la colina
Cantaron la bandera roja
Llevaban el negro...
Las laderas suenan con "Free the people"
Una perspectiva internacional
El cuarto álbum de la banda, Sandinista!, lanzado en 1980, abrazó la causa de los rebeldes sandinistas contra el régimen de Somoza en Nicaragua y atacó los intentos de Estados Unidos de socavar la revolución. La familia Somoza encabezó una dictadura asesina y represiva desde la década de 1930, apuntalada por Estados Unidos y que cayó en 1979 como resultado de una rebelión armada popular encabezada por los sandinistas.
La canción de Strummer, “Washington Bullets”, hace referencia a los efectos antidemocráticos del imperialismo estadounidense en América Central y del Sur, desde la Revolución Cubana de 1959 hasta los sandinistas nicaragüenses de la década de 1980, con mención de la abortada invasión estadounidense de Bahía de Cochinos a Cuba en 1961 y el asesinato de Salvador Allende a manos de la dictadura militar chilena en 1973. En ella canta:
“Como cada célula de Chile dirá
Los gritos de los hombres torturados
recuerdan a Allende”
Strummer explicaba que a pesar de la represión, la resistencia es posible y puede tener éxito. Su ira en la canción no sólo está dirigida contra Washington sino también contra el imperialismo británico, chino y ruso. No sólo aquellos con los que hablé se unieron al Comité de Solidaridad con Nicaragua, sino que algunos también fueron a trabajar como voluntarios en Nicaragua para apoyar la revolución sandinista.
Buscando conocimiento
Muchas de las personas con las que platiqué también me contaron que antes de la era de internet, iban a las bibliotecas públicas para averiguar más sobre estos temas. A partir de ahí, comenzaron a formar cosmovisiones radicales y comenzaron a unirse a campañas como el movimiento contra el apartheid y la Campaña por el Desarme Nuclear. Muchos también se unieron a sindicatos y partidos políticos de izquierda como el Partido Laborista. Y, con su interés despertado, comenzaron a leer mucho.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Strummer pudo llegar a la gente a través de su música. Sus canciones no sólo hicieron bailar a la gente, sino que a través de sus mensajes radicales, pudieron inspirar a algunos fanáticos a la acción. Ya sea por el fascismo y el imperialismo o por la destrucción del medio ambiente (“London Calling”), la lucha contra el racismo (“Working for the Clampdown”) y el thatcherismo (“This is England”), conmovió a la gente.
Strummer rara vez fue explícito sobre lo que deberían hacer los oyentes: sus canciones tendían a ser más informativas e inspiradoras que instructivas. Sin embargo, siempre tuvo claro que el activismo era positivo y necesario para lograr el cambio. El primer sencillo de The Clash en 1977, “White Riot”, animó a los jóvenes blancos descontentos a luchar contra la corrupción política y la brutalidad policial como lo habían hecho sus hermanos negros. En “Working for the Clampdown” emitió este llamado a las armas:
“Patea el muro, haz que los gobiernos caigan.
¿Cómo puedes rechazarlo?
Deja que la furia tenga la hora, la ira puede ser poder.
¿Sabes que puedes usarlo?”
* Investigador asociado asociado, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad de Glasgow.
Lee también otros contenidos de Normal ⬇️