Los eclipses han formado parte de la historia desde tiempos remotos y cada civilización que ha existido en la tierra le ha dado un significado diferente y único dependiendo de su cultura y modo de vida.
Frente a esto, cabe preguntarse ¿qué significaban los eclipses para las culturas prehispánicas? Si quieres saber, te contamos que pensaban en cuánto a este fenómeno astronómico los mexicas y mayas.
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Eclipse de sol y eclipse de luna
Gracias a nuestros avances tecnológicos sabemos que existen dos tipos de eclipses, de sol y de luna. El primero ocurre cuando la luna se pone en medio del sol y la tierra, proyectando su sombra y de esa manera oscurece, sin duda, un espectáculo único.
En el eclipse de luna, la tierra se interpone entre el sol y la luna, de esa manera la luna adquiere un color rojizo que se llama “luna de sangre”.
Creencias del pueblo mexica
Los mexicas denominaban como tonatiuh qualo a los eclipses solares, esto significa “cuando el sol es comido”, mientras que el eclipse lunar tenía otro nombre, miztli qualo. Hay que tener en cuenta que este pueblo concebía como primordial el papel de los astros en sus vidas, por tanto, un eclipse podía tener varios efectos en ellos o en su entorno, lo que incluye eventos funestos como terremotos o sequías.
Así también, estos eventos astronómicos se utilizaron simbólicamente para recordar eventos importantes, tal como la fundación de Tenochtitlán la cual fue registrada bajo un eclipse solar que ocurrió el 13 de marzo de 1325. Esto dio pie al mito de la batalla entre Coyolxauhqui (Diosa de la Luna y la Vía Láctea) contra Huitzilopochtli (Dios de la guerra y encarnación del Sol).
Los mexicas creían que los eclipses causaban efectos negativos en la población, como la aparición de tzitzimime, mujeres descarnadas y garras tanto en sus pies como, manos y ojos.
Las maldiciones eran producto de la creencia en que las estrellas que orbitan alrededor del Sol aprovechan la oscuridad del eclipse para bajar y atacar a los humanos, por tanto, las personas portaban un pedernal blanco que simbolizaba la luna y a los niños se les protegía con una máscara de maguey, para que no se convirtieran ratones.
¿Qué creían los mayas?
Este pueblo que llegó a extenderse parte Centroamérica y que tuvo íntima relación con los pueblos del Altiplano Central, según nuevos hallazgos de arqueólogos del INAH, son bien conocidos por haber sido unos magníficos astrónomos.
Uno de estos registros donde podemos saber algo sobre cómo concebían a los eclipses es el Códice Dresde. En este escrito se habla de que los eclipses, ya sea el sol o la luna, es mordida por con contraparte o por algún dios con el que tenía conflicto, es decir representaba una batalla.
Parecido al mito mexica, en los mayas era importante la leyenda del dios sol, Kinich Ahau y la diosa de la luna, Ixchel.
Así también, los eclipses podían predecir guerras, sequías o la muerte de alguien, a lo que se agrega que las embarazadas podrían tener efectos negativos.
Para aliviar estas maldiciones, ellos solían poner alrededor de las embarazadas un trozo de obsidiana, para que no les pasara nada a sus hijos.
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En conclusión, ambos pueblos adoraban y temían a los eclipses, los veían como batallas entre los dioses, como eventos proféticos y cómo manifestaciones de la ira o benevolencia de las deidades, así como se protegían, también los respetaban.
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