El gran observatorio subterráneo prehispánico que pocos conocen, está en Xochicalco

El observatorio subterráneo de Xochicalco era tan exacto que permitió un ajuste de calendario tras un eclipse total de Sol ocurrido el 1 de mayo del año 664 d.C.

Mario Grimaldo / El Sol de México

  · martes 30 de julio de 2024

El observatorio subterráneo prehispánico que pocos conocen, está en Xochicalco. | Fotos: INAH

Entre sus grandes atracciones de Xochicalco como el Templo de las Serpientes Emplumadas Xochicalco o sus estelas, esta ciudad prehispánica oculta uno de los observatorios astronómicos más llamativos y particulares del mundo antiguo, pues éste es subterráneo.

Xochicalco (650-900 d.C.) es una ciudad que corresponde al periodo Epiclásico del mundo prehispánico, el Instituto Nacional de Antropología e Historia cree que los fundadores de la ciudad fueron habitantes que migraron de la milenaria Teotihuacán tras su caída. Datos arqueológicos sustentan la hipótesis de que originalmente este centro urbano se conoció como Totolhuacalco, es decir, “el lugar donde atrapan aves” en náhuatl. Su apogeo duró del 700 al 900 d.C., tan sólo 200 años.

No obstante, pobladores de la zona de habla náhuatl que exploraron el lugar ya deshabitado, nombraron a la extinta ciudad como Xochicalco, es decir, “en el lugar de la casa de las flores”, por sus múltiples adornos de flores a lo largo del sitio.

Monasterios del siglo XVI en el Popocatépetl, el sorprendente Patrimonio de la Humanidad. | Foto: INAH

Son notables los conocimientos de ingeniería que permitieron a los xochicalcas planificar, construir y abandonar, en un periodo de 250 años, un asentamiento caracterizado por la restricción de espaciosExplica el INAH

Si bien los estudios de la ciudad han aumentado con el paso de los años, aún hay bastantes incógnitas para los investigadores del sitio arqueológico.

Observatorio subterráneo de Xochicalco

De acuerdo con el INAH, el Observatorio prehispánico de Xochicalco consta de una caverna de origen natural, en la que se cree que se le extrajo materia prima durante la construcción de la ciudad.

Eventualmente, dicha caverna fue acondicionada como observatorio mediante un ducto de 8.95 metros de altura, lo que permitió el estudio del paso de astros en el cielo, como el Sol, la Luna, planetas y constelaciones.

Es un observatorio del paso del sol de manera cenital, probablemente utilizaron diversos mecanismos para proyectar y registrar el paso de los astros y así obtener medidas precisas que permitieron controlar el tiempo gracias a los cielosExplica el INAH



El ajuste de calendario que se hizo gracias al observatorio subterráneo

En el Templo de las Serpientes Emplumadas se puede apreciar un glifo que representa un eclipse total de Sol, el cual habría ocurrido el 1 de mayo del año 664 d.C, el cual se repite en todo el vestigio, situación que deja entrever su importancia.

Además se puede ver a un personaje que jala con la mano derecha una fecha calendárica hacia otra fecha que detiene con la mano izquierda, investigadores tiene la hipótesis de que se trata de un ajuste de calendario. Esto debido al desajuste de los años bisiestos los cuales provocan un desplazamiento en el tiempo.


Glifos en Templo de la Serpiente Emplumada que detallan el ajuste de calendario en Xochicalco. | Foto: INAH


Cabe mencionar que, en el mundo prehispánico, el calendario tenía que ser exacto porque de él dependía:

  • La fortuna de la gente a partir del día en que habían nacido
  • Especificaba la fecha de realización de ciertos rituales para mantener el equilibrio del universo
  • Estipulaba las fechas adecuadas para sembrar y cosechar
  • Fechas para casarse o para iniciar una batalla

El observatorio de Xochicalco permitía rastrear la posición del sol y las estrellas e Ilumina totalmente la cueva los días 14 y 15 de mayo; lo hacía con menor intensidad, del 19 de abril al 16 de agosto de cada año. De ahí la alta precisión de Xochicalco.


Observatorio subterráneo de Xochicalco. | Foto: INAH



El eclipse lunar, al ser cíclico, marcaba un día especial: sólo ocurriría en esa fecha. Lo que permitiría corregir el error acumulado. Por eso se interpreta al personaje que jala las fechas como la representación de ese ajuste.
Detalla el INAH