El Tajín: cómo es la ciudad del "dios huracán" que fue abandonada tras gran inundación

Tras un cambio climático que afectó a todo el mundo, El Tajín quedó bajo el agua tras inundaciones catastróficas

Mario Grimaldo / El Sol de México

  · miércoles 13 de noviembre de 2024

El Tajín es considerado como Patrimonio de la Humanidad desde 1992. | Foto: INAH

El mundo prehispánico mesoamericano es amplio y antiguo, siglos antes de la llegada de los españoles florecieron ciudades icónicas mesoamericanas como lo fue el caso de El Tajín en lo que hoy es Veracruz, asentamiento totonaca que quedó abandonado tras una catastrófica inundación.

El Tajín fue un asentamiento de la cultura totonaca que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se estableció en la planicie costera del estado de Veracruz y en la sierra norte de Puebla.

El totonacapan que se traduce del náhuatl al español como “donde hace calor” y que en totonaca significa “tres corazones”, es la zona que abarcaban los pobladores de asentamientos como Cempoala, Tajín y Castillo de Teayo, sus ciudades más representativas.

Edward H. Thompson, el gran saqueador de Chichén Itzá. Fotos: Biblioteca Digital de la Suprema Corte / INAH

"Se escucha también el náhuatl ya que hacía 1461 la triple alianza, formada por Tenochtitlan, Texcoco, y Tlacopan se asentaron en la región, separando el totonacapan de la Huaxteca, al norte del área totonaca", explica el sitio web del INAH

¿A qué se le llama El Tajín?

La zona arqueológica de El Tajín fue creada en honor al dios Tajín, que en totonaco significa “trueno” o “humo poderoso”, fue uno de los principales asentamientos totonacas el cual de acuerdo con el INAH floreció durante el periodo Epiclásico, es decir, del 800 al 1100 d.C.

El INAH explica que El Tajín fue un asentamiento que padeció constantemente de fenómenos meteorológicos "severos", por ello es que se le asociaba como el dios Huracán y al sitio se le comenzó a conocer como la ciudad del dios Huracán.

¿Cómo es El Tajín?

Ciudad de edificios emblemáticos que están ubicados en armonía con el cerro del oriente. El edificio de "los Nichos" tiene una faceta asombrosa del 17 al 25 de cada marzo, pues en dichos días se registra un evento solar dentro del ciclo "llamado cuartos de año".


En ese momento se puede apreciar cómo el sol desciende desde el edificio, iluminándolo todo, mientras el resto del sitio permanece en la oscuridadExplica el sitio web del INAH.


Sitio donde además del edificio de los Nichos hay vestigios increíbles como el Juego de Pelota Sur, la Gran Greca o Xicalcoliuhqui y el edificio de las Columnas.

De acuerdo con el INAH la arquitectura de El Tajín, simboliza o representa la dualidad, siendo el ejemplo más claro de ello la construcción talud-tablero con un nicho central y una cornisa.

Cabe mencionar que dicho estilo de imágenes espejo tiene como finalidad representar el movimiento como armonía y equilibrio, principalmente entre el hombre y la naturaleza, dualidad.


Ciudad de Juegos de Pelota

De acuerdo con el INAH, en la actualidad se sabe que en El Tajín se han encontrado al menos 21 juegos de pelota, la segunda ciudad mesoamericana con más juegos de pelota, lo que habla de la importancia del juego y el ritual para los totonacas.

El INAH detalla que se han podido distinguir dos tipos de cancha "de acuerdo con las escenas plasmadas en sus muros: el juego de competencia y el de tipo ritual".

Cabe mencionar que el juego de pelota como ritual se realizaba para solicitar equilibrio y sustento a los hombres. El Juego de Pelota Sur es uno de estos ejemplares. Expertos del INAH explican que este escenario es posible observar el ritual completo, el cual consistía en la petición a los dioses hasta una ofrenda en la que regaban a los cuatro vientos su sangre, pues consideraban que era lo más valioso que el hombre posee.

Foto: INAH

Este ritual se realizaba como un acto de respeto a la naturaleza y se realizaba en fechas especificas o bien en cambios de era.

Otra muestra de la dualidad totonaca eran Quetzalcóatl como dios del sol y Tláloc como dios de la lluvia, deidades principales de dicha cultura.

De acuerdo con el INAH, ambas deidades representaban el equilibrio entre el universo y la vida en la Tierra, en donde se incluyen seres vivos de su entorno como plantas, animales, cerros y manantiales.

Se les dotaba de un alma (a los seres vivos) y se les pedía permiso para disponer de ellos, pues creían en la convivencia con orden y respeto: no debían cazar a un animal si no era para consumirlo, o cortar un árbol si no se iba a utilizar. Explica el sitio web del INAH



La gran inundación de El Tajín

El Tajín quedó abandonado aproximadamente en el año 1150 d.C.,tras una inundación de magnitud catastrófica que fue provocada por un periodo de cambio climático que historiadores e investigadores en Europa llamaron como "cálido medieval".

Dicho fenómeno tuvo afectaciones en todo el mundo, en regiones de mesoamérica como en el centro de México se dieron fuertes sequías y en la zonas aledañas al Golfo de México, como El Tajín, hubo lluvias intensas provocadas por huracanes atípicos.

El fenómeno meteorológico subió el nivel del agua hasta cuatro metros de altura, incluso en El Tajín el agua alcanzó hasta los dos metros y medio dentro de la ciudad.

El Tajín, Patrimonio de la Humanidad

El sitio arqueológico de El Tajín se encuentra en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) desde 1992.