Gualajara.- Al referirle a Elena Poniatowska que en su reciente novela, El amante polaco, retrata a “mujeres fuertes” como Catalina La grande y a su madre Paula Amor, el tema del feminismo salió a flote, donde la escritora se manifestó solidaria con el movimiento, pero en contra del vandalismo.
“Soy totalmente solidaria con las mujeres que se manifiestan, lo único que les puedo decir, por índole propia, por mi manera de ser, quizá por mi edad, es que rechazo el vandalismo, me dicen y estoy de acuerdo, en que vale más una mujer muerta, una mujer violada a un edificio pintarrajeado de por vida, que cómo puedo establecer eso”.
La autora de Hasta no verte Jesús mío abundó sobre lo anterior, en la conferencia de prensa que se llevó a cabo con motivo de la presentación del mencionado libro, en el marco de la Feria Internacional de Libro de Guadalajara.
“Yo no establezco nada, así como no comulgo con la autodestrucción personal, pase lo que te pase, estés enferma o mal, no creo en la destrucción de un objeto, de agarrar esto y hacerlo pedazos”, en ese sentido recordó las antiguas casetas telefónicas que donde se robaban las bocinas
“Destruir por coraje o rabia es algo que yo creo nos lastima, no solo el físico de un objeto, significa un coraje que uno tiene adentro que a lo mejor luego te hace darle una cachetada a un niño, esa es mi única diferencia con las feministas y también mi radical incapacidad por decir groserías, lo más que digo es pinche, puta me cuesta trabajo, pero ya lo dije”, bromeó la escritora para quien fue un gusto encontrarse con la prensa.
“Yo he estado abajo donde ustedes están y se me hace rarísimo no estar ahí, pero es la primera vez que hablo de todos estos años, me inicié en el periodismo también con una novelita, LilusKikusen 1953, cuando ninguno de ustedes había nacido, así soy de Tutankamen y ahora sale esta historia que es más personal que las otras, porque derepente ya estoy como se dice, al cuarto para las doce.Antes de morir, quise saber que era ese apellido Poniatowski”.
Así lo destacó la descendiente de nobles, que fue bautizada por la parte paterna como La princesa roja, cuyas batallas personales también la han fortalecido, confesó y parte de esta lucha la narra en su nueva publicación que será una trilogía:
“Por primera vez como lo cuento. En 1955 como madre soltera, en un convento de monjas, tuve un hijo del que estoy orgullosísima, que es científico, trabaja en la UAM Iztapalapa, yo no sería quien soy, ni estuviera trabajando si no fuera por la presencia de este niño, que tuve que luchar por él, porque me lo quisieron quitar y creo que fue una de las primeras batallas que di. Ha sido lo mejor de mi vida”.
Elenita”, como también le dicen, también dio su opinión sobre el primer año de gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de quien no negó que ha apoyado desde hace 16 años, no obstante “ha sido muy difícil este primer año el de la cuarta transformación” y también manifestó no estar de acuerdo en que se den menos recursos presupuestales a la cultura.
Y entre los aspectos que se abordaron en la reunión con Poniatowska, estuvo la situación de los periodistas. Al respecto señaló que México es uno de los países “más terribles y más para ejercer” y agregó que en la frontera norte del país están más expuestos.
“Yo creo que están sumamente abandonados a su suerte. A veces siento que un funcionario importante se quita a los periodistas como moscas y no piensan que el cumple una función”, mencionó quien mereció el Premio Cervantes de Literatura 2013.