La maternidad lo trastoca todo. Ser madre es una experiencia única que sólo la mujer conoce, vive, sufre y disfruta. La maternidad no termina nunca. Aquí el binomio es el paisaje.
Por ello, hoy me ocupo de este trabajo fotográfico íntimo que nos ofrece la fotógrafa Laura Garza. En este nuevo libro, 35 madres son retratadas con sus hijos a quienes no solo le dedican tiempo y atención, sino que claramente les entregan su ser a los nuevos retoños. Es el rostro del amor infinito que sólo la madre da.
Amamantar es una actividad que fortalece el vínculo entre madre e hijo y ofrece todo tipo de ventajas en términos de salud para los bebés. A las madres las convierte en naves nodrizas que alimentan y dan seguridad al ser amado: sus propios hijos.
Se trata, pues, de una actividad que todos deberíamos apoyar; según Unicef-México, en nuestro país solo 2 de cada 10 mujeres amamantan a sus hijos, y ofrece estos datos: “En México, el promedio de lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé es de 14.4%, lo que coloca al país en el último lugar de Latinoamérica en este rubro. Es decir, nuestro país es un desastre en el tema y urge atenderlo en el corto plazo.
Laura Garza se convirtió en madre por primera vez en julio de 2017, y a un año de aquel momento, ella, incansable, se dio a la tarea de convocar a decenas de madrecitas para retratarlas así, como Dios las trajo al mundo amamantando a sus bebés.
Se trata de un libro de fotografía que solo Laura pudo haber hecho. Con la paciencia de una madre amorosa convocó a estas mujeres para congelar en el tiempo ese momento fugaz, pero eterno que marca la relación amorosa más sublime del mundo: dar “pecho” se dice coloquialmente. Y aquí una muestra de su talento, con este autorretrato con Estefanía en los brazos.
La mirada de Laura es tierna, subjetiva pero profesional y dinámica. A su mirada la acompañan los textos del afamado fotógrafo Rogelio Cuéllar y Patricia Zedillo, quien es educadora perinatal, y fundadora del Centro Luperca que apoya a mujeres en el proceso de la maternidad. Y es en este contexto, que el libro cobra forma bajo el diseño de María Luisa Passarge, reconocida editora responsable del cuidado de la edición hasta su último aliento.
El reto del retrato íntimo es siempre destacar la esencia de nuestro personaje, su carácter y carisma sin prejuicio alguno. Rogelio Cuéllar escribe en el libro que: “La belleza del trabajo fotográfico de Piel con piel estriba en esa mirada cómplice de Laura con sus fotografiadas”.
Y agrega: “Es deseable que su trabajo se amplíe a grupos de mujeres de diferentes estratos sociales y de diversas regiones del país”. Y esta última observación, sin duda ofrece una hoja de ruta para continuar con este proyecto que hoy hace escala en forma de libro.
La composición, textura y el momento son decisivos. No existe en México un libro como éste. En medio de tanto ruido visual, florece esta propuesta para regocijo de todas y todos. Se trata de un instante irrepetible que queda congelado gracias a la magia de la fotografía y el empeño de Laura Garza.
Patricia Zedillo, especialista en el tema, comparte la siguiente reflexión en el libro: “Pocos fuimos los bebés de los años ochenta en ser amamantados; durante los noventa y con la llegada del año 2000 casi ninguna mujer lo hizo. No recuerdo haber visto a una sola madre dar el pecho”. De ahí la importancia de este documento visual.
Es un libro prácticamente hecho solo por mujeres; es una mirada femenina la que detona la idea, son ellas las que posan con sus bebés, es una editora la que diseña y lo lleva a la imprenta, y es una especialista la que escribe también y funciona como eje central entre todas ellas. Por ahí también, nos ofrece su reflexión el médico pediatra José Núñez del Prado para cerrar con broche de oro con las palabras de Laura.
Son imágenes que conmueven y que nos hacen reflexionar sobre el milagro de la vida y la importancia del amor en cada etapa de nuestra existencia. Pero adicionalmente también pone sobre la mesa la urgencia de legislar en favor de la madre que desea amamantar para que salgamos ya de ese deshonroso último lugar del continente.
Así, pues, si usted quiere un ejemplar de este libro, con todo y autógrafo acuda el próximo martes 18 de diciembre a la calle de Alfonso Reyes 176 en la Condesa, y acérquese al tema. Es entrada libre y la cita es a las 19 horas. No se quede fuera de la conversación.