Aun más allá de la muerte, el escritor y periodista Germán Dehesa sigue provocando risas, discusión y ternura. La prueba de ese curioso y finísimo acto de nigromancia fue el homenaje que este 1 de julio le brindaron en el Teatro Bar El Vicio, uno de los últimos foros donde se presentó Germán Dehesa, su primogénito Ángel Dehesa y su amigo del alma, el cubano Alejandro García Villalón, “Virulo”, para celebrar el 80 aniversario de su nacimiento.
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“El humor crítica, pero comprende; el humor está más cerca de la ternura, y de la poesía. Tengo un amigo venezolano, el gran pintor Pedro León Zapata, quien decía que los humoristas somos aquellos quienes hablamos en serio, pero los demás se ríen. En eso Germán representa perfectamente ese humor”, expresó “Virulo”, quien colaboró en varias ocasiones en espectáculos en vivo con el homenajeado.
La dinámica del show buscó reproducir el formato y el sentimiento de las presentaciones en vivo que Dehesa realizó en distintos escenarios de la Ciudad de México, como los espectáculos que presentó en la “Planta de Luz”, en la Plaza Loreto.
La noche se convirtió en una especie de diálogo, en cuyo escenario no sólo había dos personalidades, sino tres, pues Ángel, con una puntual, pero divertida lectura de una de las incontables opiniones de alcances literarios que escribió en la “Gaceta del Ángel”, logró traer desde el inframundo de papel a su padre.
“Como ya lo habrán intuido, yo no soy Germán Dehesa, pero estamos muy contentos con este show que empezamos a hacer hace unas semanas en el Foro Gandhi. Hoy estamos muy agradecidos con el staff de El Vicio, porque hoy mi papá habría cumplido 80 años… pero creo que él sigue aquí”, dijo Ángel Dehesa.
Entre sus opiniones y críticas hacia eventos tan graves como las desaparecidas de Juárez o el cuestionable gobierno de Arturo Montiel en el Estado de México, Dehesa se daba tiempo para hablar de sus propios recuerdos y experiencias, desde la primera vez que subió al Ángel de la Independencia con su padre o cuando por exigencia del mercado tuvo que comprar de urgencia una espada láser para su hijo el Día de Reyes, y sus cada vez más frecuentes ingresos al hospital. Todo con gran humor, eso sí.
“Virulo”, cuyas ocurrencias sorprende por su agudeza crítica, encontró la forma de acoplar el sentido de varias de sus canciones a la imagen de su “compañero no ausente”. Entre ellas, “Primer añejo”, “La tía Cuca” —que habla de una mujer que al morir la ataviaban con todo tipo de cosas para sus familiares en la isla de Cuba— o “El colibrí”, que compaginó con una de las columnas de Dehesa en la que confesaba que le habría gustado ser un ave.
Antes de terminar el espectáculo, dos integrantes de las Reinas Chulas aparecieron vestidas como dos admiradoras de Dehesa, quienes, ya con unas copitas encima, se echaron unas cuantas canciones en memoria de este escritor que, a su manera, fue uno de los precursores del stand up en México.
FAMILIA, AMIGOS Y LECTORES
Al espectáculo en su honor, titulado “Herencias y querencias. Recordando a Germán Dehesa”, asistieron varios miembros de la familia Dehesa, entre ellos, su hermana Margarita Dehesa, quien se conmovió al ver el espectáculo, así como el recuerdo que tienen del escritor.
“La verdad que ha sido algo diferente, que veo que la gente necesitaba, algo que uno siente más, porque lo conoció. Era un hombre bueno y generoso que, lamentablemente, murió antes de lo que debía, porque ahorita podría haber tenido mucho por hacer”, dijo a El Sol de México.
Otros que estaban anegados de recuerdos fueron algunos artistas influenciados por el mismo Dehesa para emprender sus propios proyectos, como el músico y humorista Andreas Zanetti.
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“Yo aprendí a adorarlo con sus libros, como ‘La familia y otras demoliciones’ o ‘No basta ser padre’, que yo los tengo todos, incluso unos que no salieron a la venta. Yo conocí a Germán y fue maravilloso. Para mí el mejor humor que hay, es el escrito, como Chesterton, Enrique Javier Monzera, Álvaro de la Iglesia y, por supuesto, el de él”, dijo el cómico a este diario.
Pero no sólo fue un acto con gente cercana al escritor, también estuvieron varios de sus fieles lectores. Uno de ellos fue el economista Antonio González, quien afirma tener un “entrañable recuerdo por” Germán: “Cómo olvidar su gran capacidad para combinar el humor, la sátira, la parodia política y la cultura, a partir de un estilo muy personal y disfrutable para sus lectores y radioescuchas. Creo que su estilo ya es parte de la memoria colectiva que se tiene del periodismo cultural”, dijo, el seguidor de Germán Dehesa.
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