Kristine Flaherty, más conocida por el mote de K. Flay, es una artista y productora californiana que desde hace una década nos ha entregado una serie de discos y mini álbumes en los que fusiona el rap con el rock indie.
Durante los últimos años, también hemos visto a sus canciones aparecer en bandas sonoras como Birds of Prey, This is the End y 13 Reasons Why, además de escucharla colaborando en discos de artistas como Mike Shinoda, X Ambassadors y Tom Morello.
Recomendado para ti: Mick Jagger a los 80: ¿el rock nunca envejece?
Hasta hace poco tiempo, la artista multiplatino, radicada en Los Ángeles, California y dos veces nominada a los premios Grammy, parecía no tener mayor preocupación que la de volcar su arte en sus canciones, para posteriormente salir a los escenarios y presentar su propuesta cada cierto tiempo, como hacen la mayoría de los músicos en la actualidad.
Pero fue a finales del verano pasado, durante la preparación de su último disco, que la artista se enfrentó al que probablemente será el mayor reto de su vida: el de quedar sorda por completo del oído derecho, debido a una rara enfermedad llamada SSNHL (pérdida auditiva neurosensorial súbita) y laberintitis.
Ante esta situación, K. se vio obligada a cancelar su gira de otoño y tras someterse a una serie de tratamientos infructuosos, afrontó el difícil camino que tenía por delante. Fue en ese proceso que descubrió un renovado sentido de creatividad, por lo que se puso manos a la obra y en cuestión de meses terminó el que ahora considera su álbum de estudio más experimental y mejor logrado hasta la fecha: Mono.
Tu nuevo álbum se titula Mono, en alusión a tu nueva condición, que entiendo ya es permanente.
Sí, ya es permanente, algo que parece una locura para un músico, pero así es, en fin… Como nota al margen, la palabra “mono” en español también es divertida, de hecho alguien me sugirió que jugáramos con eso en la portada del disco, a manera de broma. Pero hablando en serio, este disco fue el catalizador de esta sordera repentina que me ocurrió y que me llevó a perder la audición estéreo y quedar sólo con la de un oído… Y esa ha sido mi experiencia específica en este momento.
Tuve mis momentos de pensar: Dios mío, me está pasando esto y estoy sola, ¿cómo me muevo a través de esto y cómo saco algo de fuerzas de aquí? En fin, para mí ya es parte de mi viaje por esta vida.
¿En algún momento pensaste en dejar la música?
Bueno, como además de todo perdí el equilibrio y eso no me dejaba moverme, desde el principio mi manager me dijo: si necesitas renunciar o hacer algo diferente, así lo haremos, lo que sea que quieras, lo cual me pareció muy dulce y amable de su parte.
Pero de alguna manera me di cuenta de que no quería hacer otra cosa, así que después de un mes, aproximadamente, me comencé a concentrar en cómo retomar todo esto, en cómo volver a hacer música, empezando por averiguar cómo iba a sentirme cómoda escuchando la música, así que una vez que comencé a hacer eso empecé también a imaginar este disco, a pensar en cómo quería que se viera y comencé para idear un plan, porque una de las cosas que me pasó con la pérdida auditiva fue esa sensación como de volver a comenzar en esto, aunque ya sea mi quinto disco de estudio, lo sentía como mi primer disco por ese sentimiento de urgencia que tienes cuando empiezas y que quieres terminar algo para darlo a conocer, y es algo que vas perdiendo después, con el paso del tiempo.
Liberarse de todas las reglas
Más interesante es el hecho de que, según comparte K., la pérdida de audición no sólo le dio una especie de fuego renovado, sino que de alguna manera también la liberó de esa necesidad de seguir las reglas o de tener que tomar en cuenta cómo se supone que algo debe sonar:
“Total, ¿a quién le importa? No puedo escuchar de un lado, sin embargo, estoy haciendo música, lo cual es un milagro, y ese es para mí un buen lugar para partir ahora”, agrega.
Después de tocar ese tema, creo que ya cualquier cosa que te pregunte parecerá frívola, pero haré mi mejor esfuerzo…
Oh, está bien, a mí me encanta lo frívolo también.
Uno de los sencillos del disco es “Shy”, acerca del cual has dicho que te sientes muy cómoda siendo ruidosa y brusca, pero que en tu vida personal puedes ser más bien tímida, lo cual es curioso, porque creo que en el fondo muchos músicos tienen esa ambivalencia.
Sí, es algo común entre muchos de mis amigos que hacen música, que justo te levantas y ese es el lugar donde te sientes realmente desinhibido y libre, aunque al mismo tiempo todos tenemos lugares en los que nos sentimos tímidos… La canción habla de la que ahora es mi novia, concretamente de cómo muchas veces, aunque ya seas un adulto, aún te da miedo decirle a alguien: “Oye, me gustas”.
Es algo muy antiguo, por eso es que las comedias románticas existen como género, porque a mucha gente le da miedo decirlo y bueno, creo que hay algo realmente dulce en ese tipo de timidez, que lo que revela es tu vulnerabilidad, porque es bueno mostrarnos así, no quiero entrar en temas políticos, pero pienso por ejemplo en un personaje aparentemente dominante y nefasto como Vladimir Putin, que nunca transmite vulnerabilidad, y la verdad es que creo que eso no es bueno, creo que nos gusta ver que los líderes también son humanos… Creo que siempre entramos en un terreno peligroso cuando la gente dice: “Yo nunca tengo miedo”… ¿Cómo? ¿Nunca tienes miedo? ¡Si vas a dirigir mi país, deberías estar asustado!
Dave Hammer produjo este disco, ¿qué nos puedes contar sobre él?
Conocí a Dave el año pasado, porque teníamos algunos amigos en común… Ni siquiera sé por qué nos conocimos en realidad, pero desde que entramos al estudio nos llevamos bien de inmediato y me gustó que compartimos un espíritu de espontaneidad al hacer música, y que es de ese tipo de colaboradores que se mueven muy rápido.
Creo que Dave estaba realmente dispuesto a moverse de esa manera y por ello trabajamos juntos en cuatro canciones del disco, lo cual hizo que grabáramos algo muy fresco y emocionante; él es una persona muy creativa y trabajadora, y ese es el tipo de personas con las que yo amo trabajar.
También tienes una canción llamada “In America”, en la que exploras el mundo de las armas, las drogas y la violencia policial en Estados Unidos. ¿Has estado cerca de ese entorno?
En mi círculo personal, de amigos y familiares, no, aunque mi padre biológico era adicto al alcohol y las drogas y murió cuando yo era joven a causa de eso.
Así que siempre he estado en sintonía con el derecho y con cómo eso afecta a las personas y las aísla… Yo misma pienso en el tema de haber estado cerca de la adicción y en haber conocido a un padre que murió así, lo que me hace preguntarme: ¿Qué hace que eso sea atractivo? Creo que ahora mismo estamos viviendo en un mundo tremendamente aterrador, volviendo a lo de tener miedo, porque creo que hay mucha belleza y mucha esperanza y muchas posibilidades, pero también una cantidad increíble de dificultades y de cosas que están sucediendo en países como el mío, por eso hablo de la violencia armada y con el riesgo que corren tantas personas inocentes aún en muchos espacios que se supone que son seguros, como lugares de culto, escuelas, cines, y todo ese tipo de cosas.
Es algo muy perturbador y algo que me hace preguntar: ¿por qué hemos criminalizado el uso de drogas cuando el uso de drogas en realidad es una respuesta semi-racional a un mundo que es muy, muy aterrador y muy difícil? ¿Cómo hacemos entonces para tener un mundo mejor?
Hablando de drogas, has dicho que este es el primer disco en el que estuviste sobria de principio a fin.
Sí, ya desde mi anterior disco, tenía varias canciones que escribí cuando aún no había dejado de beber por completo, pero este ya es completo, desde la primera letra… Y para mí ha sido una experiencia maravillosa esto de confrontar la idea de abandonar el presente versus estar dentro de él. Dejé de beber antes del Covid, así que viví todo eso de forma muy consciente y encontré mucha fuerza, mucho poder personal y mucha creatividad y emoción, además de conexión con el contexto… No estuve en recuperación ni nada de eso, simplemente dejé de beber, opté por no hacerlo… Y me encantó la experiencia, porque siento que está llevando mi creatividad a un nuevo nivel.
Cambiando de tema, en este momento los actores y guionistas de Hollywood están en las calles, repudiando el nuevo sistema tecnológico en el que la inteligencia artificial ocupará un lugar importante, pero los músicos no están haciendo nada al respecto. ¿Cuál es tu opinión acerca de esto?
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Oh, Dios. Bueno, primero que nada, creo que nada reemplazará a la auténtica creatividad humana. Y bueno, pienso que ojalá los músicos tuvieran un sindicato, porque hay muchos problemas, especialmente con los compositores, las regalías, el streaming y la IA… Son temas que no se están abordando.
Tengo muchos amigos actores y escritores que están en huelga en este momento, luchando para que puedan ganarse la vida siendo creativos, pero creo que muchos músicos en este momento no son capaces de ganarse la vida siendo creativos y sólo espero que este sea un punto de inspiración para que la comunidad musical se una de manera similar , porque necesitamos construir un mundo en el que todo esto sea compatible, yo espero que nos inspiremos un poco en nuestros amigos actores y escritores y que tal vez tratemos de organizarnos.