Nueva York.- La Sociedad de las Américas inauguró anoche la primera exposición individual en Estados Unidos de la obra de la fotógrafa húngaro-mexicana Kati Horna (1912-2000), una de las artistas europeas más importantes en exiliarse en México.
Titulada "Contadas y por contar: las foto-historias de Kati Horna en la prensa ilustrada", la exposición rastrea la fructífera carrera de la artista en el periodismo impreso mediante copias de la época y materiales inéditos como hojas de contactos, recortes y álbumes personales.
Curada por Michel Otayek y Christina De León, la exposición abrió en Nueva York luego de que una muestra similar fuera presentada en París y en el Museo Amparo, de la ciudad mexicana de Puebla. La exposición de Nueva York estará abierta al público hasta el 17 de diciembre.
Nacida en Budapest en el seno de una familia judía, Horna arribó en 1939 a México luego de haber pertenecido al círculo del dramaturgo Bertolt Brecht en Alemania, haber luchado en el frente anarquista de la Guerra Civil de España y haber vivido en Francia.
"Horna retrata la realidad de los emigrados. El exilio es un discurso muy importante en el arte mexicano, no sólo por los exiliados españoles sino por emigrados de otros países", explicó Gabriela Rangel, directora de Artes Visuales de la Sociedad de las Américas.
Tras llegar a México, Horna forjó amistad con las pintoras Remedios Varos y Leonora Carrington, así como con el artista y arquitecto Mathias Goeritz. Asimismo, sus fotos fueron publicadas por las revistas Nosotros, Arquitectura México, y Mujeres: Expresión Femenina.
Otayek, uno de los curadores de la exposición, declaró a Notimex que mediante proyectos creativos personales que tuvieron gran impacto, Horna contribuyó a generar una idea más rica de México como un epicentro de emigrados europeos.
La exposición es "una buena posibilidad para ver esos otros Méxicos que construyeron para sí mismos y para otros los artistas exiliados de la época de la posguerra", resaltó el curador.
Otayek puntualizó que Horna desarrolló un estilo muy particular como retratista, con muchas conexiones con los personajes de sus obras, además de que se encargó de documentar la expansión urbana de la ciudad con un estilo muy sofisticado.
"La obra de Horna da una lectura distinta de la imagen que se ha tenido del México posrevolucionario, aunque éste siga siendo en su obra un país igual de potente, complejo y denso, estética, intelectual y políticamente", aseveró Otayek.
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