En noviembre del 2013 México sufrió la pérdida de una de las figuras más importantes en el ámbito cultural de nuestro país, el historiador, cronista de la Ciudad de México, investigador, autodidacta, bibliófilo y amigo de personalidades de la talla de Octavio Paz, murió a causa de una hemorragia interna a los 57 años de edad.
Se trata de Guillermo Tovar y de Teresa quien a cinco años de su muerte su legado permanece, y de forma magistral gracias a la apertura de la que hubiese sido su casa, el ahora museo: Casa Guillermo Tovar y de Teresa.
La apertura de esta nueva sede del Museo Soumaya, ubicada en Valladolid 52, Roma norte, es la concreción de una de las preocupaciones siempre presentes del historiador: La preservación de la memoria mexicana y el patrimonio artístico y cultural de nuestro país.
La casona porfiriana de 1911, fue adquirida por Tovar y de Teresa en 1995 y fue hasta dos años después que se convirtió en su proyecto de vida, lugar donde, el también considerado coleccionista, conservó aquello que desde temprana edad hubiera comenzado, la adquisición de piezas y su catalogación, y que debido a su temprano fallecimiento dejó inconcluso.
Gracias al trabajo de un gran número de investigadores, catalogadores y el trabajo de los hermanos Tovar y de Teresa en conjunto con la Fundación Slim, se pudo realizar el primer inventario de las más de mil piezas que contiene el recinto.
Tovar y de Teresa, considerado niño prodigio, fue considerado novel asesor de arte virreinal de la Presidencia de la República Mexicana en los años de 1967 a 1970 quien con tan sólo 11 años de edad demostró su interés por el estudio de la historia y el arte novohispano que marcaría su trabajo con el paso de los años.
Dentro de lo que se puede observar en el recinto, se encuentran piezas novohispanas, barrocas y neoclásicas, espejos venecianos, camafeos, relicarios, esculturas, porcelana de la Compañía de indias, cuadros de Agustín Arrieta, acervos fotográficos como La Ciudad de los Palacios, dedicada a la evolución arquitectónica novohispana, bibliotecas conformadas por obras como Balún Canán de Rosario Castellanos, el manuscrito mecanografiado del novel colombiano Gabriel García Marquez, Cien años de soledad, así como ediciones completas de las revistas Vuelta e Historia Mexicana. Son sólo algunas de las muchas obras que se pueden encontrar ahí. Tanto el museo como el trabajo del historiador, están abiertos al público.