El ganador del concurso World Press Photo 2018, Ronaldo Schemidt considera que su imagen fotográfica sobre un joven en llamas en medio de una protesta que se realizó en Venezuela, es para reflexionar sobre lo que acontece en esa nación sudamericana políticamente, a nivel internacional. Así lo expresó ayer en una conferencia de prensa en la Ciudad de México, después de haber recibido el premio el pasado 12 de abril en Ámsterdam.
“Esta fotografía yo la he descrito como la punta del iceberg de lo que sucede en Venezuela, es interesante porque te hace voltear a ver lo que pasa, el shockimpactante es lo mismo aquí, que si vives en España o en Alemania, que la comunidad internacional voltee los ojos a la crisis alimentaria y política, esa es la función de fotoperiodismo, yo sé que no va a solucionar el conflicto, pero sí dirá lo que pasa en el país”.
El fotógrafo venezolano de la Agencia France-Presse, comentó que no ha tenido una relación directa con José Víctor Salazar, el protagonista de esta fotografía quien está en proceso de recuperación, ya que tiene el 70 por ciento de su cuerpo afectado. “Debe de asimilar todo lo que lo que le pasó, no tengo contacto con él, no quiere hablar con la prensa. La hermana ha dado la voz de lo que piensa, él no quiere ver la foto”.
Además dijo que "no todo es medio oriente, que compañeros están haciendo un trabajo importante", expresó Schemidt. Durante la reunión se destacó que se deben tomar las medidas necesarias para proteger el trabajo y la integridad de quienes difunden las noticias cuando cubren conflictos armados o eventos donde se pueda generar violencia.
Respecto a qué sintió Ronaldo al estar en ese momento, cuando él y se encontró con un grupo que intentaba destruir una motocicleta policial y el tanque de combustible explotó, si temor o nerviosismo, el reportero gráfico indicó que asume el riego que conlleva su labor frente a la cámara cuando cubre algún disturbio y “miedo no hubo tiempo de sentir, cuando comencé a ver que la moto se prendía decidí retirarme, iba de espalda y comencé a disparar con la cámara, fueron 14 segundos y, posterior a esto veo el material y noto lo cerca que estuve y digo que suerte tuve de no haberme quemado".
Schedmit aclaró que cuando transmitió las imágenes explicó que al joven no lo quemó la guardia nacional, ni sus compañeros y "si yo la hubiera enviado sin ninguna información, esto podría ser tomado de pretexto por los dos bandos y no somos activistas, sólo mostramos los hechos".