Desde el recibimiento con el concepto “entre” que maneja Hannah Arendt, sobre el espacio que nos une y nos separa, hasta el colofón de tres imágenes intervenidas del 68, que la cierran, y se vuelven una imagen fantasmagórica, se condensa la idea de la exposición fotográfica y cinematográfica Cuerpos en resistencia. Anulaciones/ sublevaciones: “no estamos hablando de un tiempo, sino de que estamos conviviendo con fantasmas que nos hacen, de alguna manera, revelarnos ante esta posibilidad de convertirnos en una anulación corporal”, asegura su curador, Juan Solís.
Inaugurada el pasado fin de semana en el Centro Cultural Tlatelolco como parte de las actividades por el 50 aniversario del Movimiento estudiantil del 68, esta es la aportación de la Dirección de Danza de la UNAM al programa, que buscó mostrar la noción más amplia y factible de abarcar la danza no sólo en el escenario, sino en la plaza pública. “No es una exposición para disfrutarse, sino para invitar a reflexionar sobre nuestra propia posición en la ciudad”, asegura Solís. En un principio se planteó ver “de qué manera la danza tanto contemporánea como clásica se inmiscuyó en el movimiento estudiantil, pero vimos que esa línea limitaría bastante la noción que queríamos abarcar”.
Después de un miniseminario de análisis y de armar diferentes módulos, encontraron dos ejes a seguir: anulaciones y sublevaciones.
La anulación es lo que se está dando por parte de los cuerpos represores sean en su momento el oficial o el crimen organizado que dejan cadáveres y desaparecidos, “la palabra anulación es muchísimo más contundente y ante esa posibilidad que es latente para todos, una vía ante ella es la sublevación, que implica, en parte, salir a la calle y ejercer tu derecho, y que tu propio cuerpo sea el espacio de representación política en la plaza pública”, dice Solis, doctor en historia del arte.
Integrada por 43 fotografías, de Francisco Mata, Pedro Meyer, Mario Hernández, Ernesto Ramírez, Héctor García y la agencia AP que condensan las anulaciones, desde las desaparecidas de Ciudad Juárez hasta los diferentes asesinatos en Sinaloa o los sismos de 1985 y 2017, incluye además fragmentos del documental No pedimos un viaje a la luna, de Maricarmen de Lara; además de la secuencia de costureras bailando en el Zócalo de Rubén Gámez en Tequila y la videodanza de Yuki Pastrana.