GUADALAJARA. ¿Qué tienen en común Tapachula y Tijuana? La primera es el punto de inicio de un largo trayecto que cientos de miles de personas hacen a diario para cruzar México. La segunda es la ciudad final de ese viaje que muchos continúan hacia Estados Unidos y otros ahí concluyen. Al final son las dos ciudades fronterizas más multiculturales del país que reflejan cómo la migración tiene tantas formas de entenderse, como migrantes buscando el sueño americano.
Federico Mastrogiovanni (Roma, 1979), periodista, documentalista y narrador, quien dejó su natal Italia para experimentar el sentimiento de nómada, tomó como referencia ambas ciudades fronterizas para explorar un panorama distinto de la migración, lejano a la victimización de los migrantes y de la cultura del sufrimiento, y mostrar las historias reales de cada persona que emprende el viaje a pie o en los lomos de la Bestia.
Este panorama está contenido en su reciente libro Aquí acaba la patria (FCE) en el que reúne relatos sobre varios recorridos que hizo para acompañar a grupos de migrantes en distintos trayectos desde Tapachula a Tijuana, y a través de estos testimonios reflexiona sobre cómo victimizar a los migrantes poco sirve para visibilizar una problemática mayor: la discriminación.
“Es un viaje que se relata de manera parcial, desde mi mirada, y busca ampliar la perspectiva que siempre se relata sobre los migrantes desde la idea de lo horrible que es el viaje, y sí lo es desde muchos puntos de vista porque la gente que viene huyendo de la miseria y la violencia se encuentra en el camino con peligros como las violaciones de diferentes tipos, pero lo que yo propongo es mirar más allá para dejar de hacer esas distinciones entre el emigrante y yo y tratar de quitarle sentido a la xenofobia, porque el racismo es violencia”, apuntó en entrevista con El Sol de México.
Previo a la presentación del título en la 35 Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Mastrogiovanni reflexionó sobre la mirada sesgada con que se observa la migración. Pues si es cierto que en términos económicos y políticos se generan problemas, el autor apuntó que el fenómeno del nómada es propio de la naturaleza humana y resulta imposible generalizar las historias de las tantas personas que deciden cambiar de residencia o huir de la violencia y carencia.
“A muchos les parece conveniente narrarse frente a los periodistas como víctimas, pero no es totalizante y muchos otros migrantes no quieren que se les represente como tal, y esto me parece importante porque hay una tendencia de narrar la migración con la arrogancia del racismo, sin ver que hay muchas maneras de narrar la realidad, hay tantas dimensiones del migrante y las observaciones que hacemos se quedan en la superficie”, añadió quien vive en la Ciudad de México desde 2009.
En los relatos, el también autor de Ni vivos ni muertos (Grijalbo, 2014) comparte su experiencia sobre sus viajes con migrantes en su recorrido de una frontera a otra. Salvadoreños, hondureños, caribeños e incluso personas de nacionalidades ajenas a las latinoamericanas, se concentran en la narrativa de Mastrogiovanni quien le da voz al sueño americano. Así el autor ofrece, desde su punto de vista, testimonios de este largo viaje que va de sur a norte de México.
“No es fácil decir dónde acaba la patria, porque puede ser que para alguien que viene del sur la patria termine en Tijuana, antes de cruzar a Estados Unidos, pero alguien más puede no tener patria, es un concepto que quise reflexionar y por eso inicio con este título”, acotó.