Cientos de oaxaqueños recuerdan con música y canciones al artista Francisco Toledo, fallecido este jueves a los 79 años víctima del cáncer.
La noticia congregó a admiradores y amigos al Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca ciudad, donde el maestro Toledo, natural de Juchitán de Zaragoza, preparó algunas de sus obras más recientes.
Canciones típicas de la región del Istmo de Tehuantepec, muchas flores y mezcal acompañan en el último adiós al maestro, considerado por muchos como el artista plástico más importante de México.
Y en la más absoluta sencillez, característica propia del artista, dejaron en las calles de la ciudad de Oaxaca una foto del pintor sobre una silla de madera.
Toledo nació en Juchitán de Zaragoza el 17 de julio de 1940 y se le reconocía como un artista polifacético por sus trabajos en acuarela, el óleos, el gouché y el fresco, además de haber incursionado en la litografía, la cerámica y la escultura en piedra, madera y cera.
Gracias a su vasto legado es considerado el mayor exponente de la plástica mexicana desde mediados del siglo XX y reconocido en Europa, Estados Unidos y América Latina por su aportación al arte.
Fernando Gálvez, curador de Arte y exdirector del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, dijo a medios tras conocer su muerte que la huella de Toledo está "en todas las galerías y espacios culturales" de la región.
A parte de su talento creativo, el maestro Toledo es reconocido por su activismo en la historia reciente de México, en casos como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa o para pedir ayuda a los damnificados del poderoso sismo del 7 de septiembre de 2017 que afectó enormemente su tierra natal, Juchitán, dejando en total 98 fallecidos y enormes daños materiales.
Ello lo llevó a instalar con su propio dinero 45 cocinas comunitarias para la atención de los damnificados.
Las exequias de Toledo serán en la intimidad de la familia. "Pedimos respetar nuestro dolor, y la manera en que nuestro padre manejó su intimidad", señaló la familia.