La Fuente de Tláloc es una escultura gigante que forma parte del Cárcamo de Dolores, una estructura hidráulica ubicada en la segunda sección del Bosque de Chapultepec donde desemboca el sistema de agua Lerma-Cutzamala.
El Cárcamo de Dolores está conformado por el trabajo arquitectónico de Ricardo Rivas, la pintura y escultura del artista Diego Rivera, así como la ingeniería hidráulica de Eduardo Molina Arévalo.
Este proyecto fue inaugurado el 4 de septiembre de 1951 bajo el mandato del expresidente Miguel Alemán Valdés y está diseñado para apreciarse desde el cielo, específicamente para los viajeros que llegan en avión a la Ciudad de México.
La Fuente de Tláloc muestra al dios recostado sobre un gran charco de agua; una de sus cabezas mira al cielo, mientras que la otra observa el interior del Cárcamo con la boca abierta.
Además de ser una escultura que se pueda apreciar, cumple con una función específica, pues su sección circular de 3.2 metros de diámetro, transporta hasta 14 mil litros de agua por segundo que abastecen a las alcaldías Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc y Venustiano Carranza.
Esta escultura tuvo que pasar por un proceso de restauración para que el público pudiera apreciarla, pues desde 2007, el recinto quedó bajo el resguardo de la Secretaría del Medio Ambiente como una sala externa del Museo de Historia Natural y en 2010 se reinauguró, luego de un proceso de reacondicionamiento.
Posteriormente, la Fuente de Tláloc pasó por otro proceso de mantenimiento, pero esta vez fue luego de que sufriera daños por el sismo que azotó el centro del país en septiembre de 2017, donde se repararon diversas fisuras y el desgaste natural por estar en la intemperie.