La diabetes es una condición que afecta a más de la mitad de la población en todo el planeta, se trata de una enfermedad crónica e irreversible del metabolismo en la que se produce un exceso de glucosa o azúcar en la sangre, se debe a una disminución de la secreción de la hormona insulina o a una deficiencia de su acción.
Los mejores tratamientos para este padecimiento es llevar un estilo de vida saludable y esto conlleva a alimentarse bien y realizar actividad física. El Instituto Nacional de Enfermedades Renales, Diabetes y Digestivos por sus siglas en inglés (NIH), pide atender las siguientes recomendaciones para prevenir o retrasar los problemas que causa la diabetes.
Qué comer
Muchas personas piensan que tener diabetes es limitarse a consumir ciertos alimentos y dejar de comer lo que les gusta, pero la buena noticia es que se puede comer de todo, pero en porciones más pequeñas o con menos frecuencia. La recomendación es que visites a tu médico para que te recomiende un plan de alimentación que satisfaga sus necesidades y tus gustos.
La clave en la diabetes es consumir una variedad de alimentos saludables de todos los grupos, en las cantidades establecidas de cada plan alimenticio.
Grupos de alimentos que puedes preferir
Verduras: No feculentas (sin almidón): brócoli, zanahorias, vegetales de hojas verdes, pimientos y tomates. Feculentas (ricas en almidón): papas, maíz y arvejas (chícharos).
Frutas: Naranjas, melones, fresas, manzanas, bananos y uvas.
Granos: Por lo menos la mitad de los granos del día deben ser integrales, incluye trigo, arroz, avena, maíz, cebada y quinua, pan, pasta, cereales y tortillas.
Proteínas: Carne magra (con poca grasa), pollo o pavo sin el pellejo, pescado, huevos, nueces y maní, frijoles secos y otras leguminosas como garbanzos y guisantes partidos y sustitutos de la carne, como el tofu.
Lácteos descremados o bajos en grasa: Leche o leche sin lactosa si usted tiene intolerancia a la lactosa, yogur y queso.
Consume alimentos que tengan grasas saludables para el corazón, provenientes principalmente de aceites como el de canola y el de oliva, semillas, nueces, aguacate; pescados como salmón, atún y caballa.
Para cocinar se recomienda usar aceite en lugar de mantequilla, crema de leche, manteca de cerdo o margarina sólida.
Limita su consumo
Fritos y otros ricos en grasas saturadas y grasas trans, con alto contenido en sal, también llamado sodio; productos horneados dulces en general y helados. Además, bebidas azucaradas como jugos, refrescos y bebidas energéticas. En su lugar el agua simple es la mejor opción.
Si bebes alcohol, que sea con moderación, no más de un trago al día para las mujeres y dos para los hombres.
Horarios
Lo ideal es que se tengan horarios establecidos para comer, aunque muchas veces dependen de la hora en que se tomen los medicamentos.
Cantidades
Consumir la cantidad adecuada de alimentos también ayuda a manejar su glucemia y su peso.
Métodos para planificar las comidas
Existen dos reglas básicas para la medición de la porción de alimentos; uno es el peso o conteo de carbohidratos que implica llevar en conteo de las porciones que se comen al día; y el otro, más sencillo, es el método del plato, la comida se sirve en un plato de 15 cm de diámetro aproximadamente, el cual se divide en tres.
Llena la mitad del plato con las verduras sin almidón, en un cuarto del plato coloca una carne u otra proteína y en el último cuarto del plato pon granos u otro tipo de fuente de almidón.
Todo esto aunado a la actividad física son el complemento ideal para mantenerse saludable y lograr una buena calidad de vida.
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