Generación Z y millennials tienen una historia de amor insospechada con las bibliotecas

¿Qué tan asiduos son los jóvenes a los formatos físicos como el de los libros?

Kathi Inman Berens y Rachel Noorda*

  · jueves 18 de enero de 2024

En un estudio reciente sobre la Generación Z y los millennials estadounidense, descubrimos que el 92 por ciento de ellos consulta las redes sociales a diario y que el 25 por ciento de ellos las consulta varias veces por hora.

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Sin embargo, en ese mismo estudio también encontramos que la Generación Z y los millennials todavía visitan las bibliotecas a un ritmo saludable, pues el 54 por ciento de la Generación Z y los millennials visitaron su biblioteca local en 2022.

Nuestros hallazgos refuerzan los datos de 2017 del Pew Research Center, que mostraban que el 53 por ciento de los millennials habían ido a su biblioteca local durante los 12 meses anteriores. En comparación, ese mismo estudio encontró que el 45 por ciento de la Generación X y el 43 por ciento de los “baby boomers” visitaban bibliotecas públicas.

Entonces, ¿por qué la Generación Z y los millennials, a veces caracterizados como personas hogareñas con problemas de atención, todavía ven valor en las visitas a la biblioteca pública?

Preferencia por la impresión

Descubrimos que la Generación Z y los millennials prefieren los libros impresos a los libros electrónicos y audiolibros, aunque sus otros formatos de lectura favoritos son decididamente digitales, como los chats de videojuegos y las novelas web. Los estadounidenses de la Generación Z y los millennials leen un promedio de dos libros impresos por mes, casi el doble del promedio de libros electrónicos o audiolibros, según nuestros datos.

La preferencia por lo impreso también se manifiesta en los tipos de libros que la Generación Z y los millennials toman prestados y compran: el 59 por ciento dijo que prefiere la misma historia en formato gráfico o manga que sólo en texto.

Y aunque algunas novelas gráficas, cómics y manga se pueden leer en una pantalla, en la versión impresa es donde realmente brillan estos libros intrincadamente ilustrados.

Más allá de la lectura

Lo que más nos sorprendió fue nuestro hallazgo de que el 23 por ciento de la Generación Z y los millennials que no se identifican como lectores visitaron una biblioteca física en los últimos 12 meses.

La intención de las generaciones es medir cómo reacciona un colectivo ante distintos escenarios históricos. Foto: Pixabay

Esto es un recordatorio de que las bibliotecas no sirven sólo como depósito de libros, pues en ellas los usuarios también suelen grabar podcasts, hacer música, hacer manualidades con amigos o jugar videojuegos. También hay espacios tranquilos con Wi-Fi gratuito, perfectos para estudiantes o personas que trabajan de forma remota.

Las generaciones más jóvenes tienden a estar más impulsadas por valores que las mayores, y el espíritu de compartir de las bibliotecas parece resonar entre la Generación Z y los millennials, al igual que un espacio libre del insípido avance del comercialismo. En la biblioteca no hay anuncios ni tarifas (bueno, siempre que devuelva sus libros a tiempo) y no hay cookies que rastreen y vendan su comportamiento.

Los datos del censo de Estados Unidos también muestran que las generaciones más jóvenes son más diversas racialmente que las generaciones mayores.

Nuestro sondeo encontró que el 64 por ciento de los Black Gen Zers y los millennials visitaron bibliotecas físicas en 2022, una tasa 10 puntos porcentuales más alta que la población general. Mientras tanto, los asiáticos y latinos de la Generación Z y los millennials eran más propensos que la población general a decir que explorar los estantes de la biblioteca era su forma preferida de descubrir nuevos libros.

Momento crucial para las bibliotecas

Aunque las bibliotecas se han visto obligadas a tener en cuenta la prohibición de libros y la politización de los espacios públicos, la Generación Z y los millennials todavía ven las bibliotecas como una especie de oasis, un lugar donde el apocalipsis y la sobrecarga de información pueden calmarse, aunque sea temporalmente.

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Quizás las visitas a la biblioteca de la Generación Z y los millennials, como su adopción de teléfonos plegables y juegos de mesa, sean otro truco para reducir la velocidad.

Los libros impresos no te harán ping ni te engañarán. Y cuando los jóvenes finalmente vuelven a iniciar sesión en sus dispositivos, los libros son excelentes accesorios para #BookTok, la comunidad en TikTok donde los lectores revisan sus libros favoritos.

* Profesoras de la Universidad Estatal de Portland.