Mayor presencia y movilidad del quehacer dancístico en las entidades del país, así como educación, derechos culturales e inclusión; que no existan "teatros vacios" y una mejor retribución económica, donde los bailarines "no tengan que dar siempre funciones gratuitas", son las prioridades del programa de Trabajo de Danza, que el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura presentó ayer.
En conferencia de prensa, encabezada por Nina Serratos, directora de la Coordinación Nacional de Danza, se dio a conocer que esta iniciativa, "que no se hizo al vapor", se especifico, sino que desde hace varios años se han recogido inquietudes para dar solución a diversas situaciones que tocan a la danza de la República mexicana por lo cual se llevó a cabo un diagnóstico.
Derivó en la planeación participativa basada en el intercambio con quienes conforman el sector de la danza, realizados en diversos foros, como las mesas de diálogo de la Secretaría de Cultura en la etapa de transición, el Plan Nacional de Danza, el Plan para el Desarrollo de la Danza y las propuestas de la Red Nacional de Festivales de Danza, generados por los propios integrantes de la comunidad, se informó.
Trascendió que el programa atenderá seis líneas transversales: comunicación, impacto social, interdisciplina, públicos, circulación y transparencia.
Asimismo, el primer eje, que toca la programación, se inició con una reestructuración en las formas de relación con los artistas, basada en un proceso de selección de los proyectos, por medio de un Consejo Artístico integrado por figuras destacadas en el ámbito de la danza.
Por su parte, Marco Antonio Silva, director de Centro de Producción de Danza Contemporánea (CeProDaC), dio a conocer la serie de acciones que ha tomado en cuenta, como las políticas públicas de inclusión y género impulsadas por la Secretaría de Cultura y el INBAL con el fin de llevar la danza a sedes alternativas, como hospitales o plazas públicas.
En cuanto a la programación dancística en los recintos de la institución cultural, se destacó que se busca promover la visibilización de las propuestas de los creadores del país, la promoción de la interdisciplina y la ampliación del acceso a nuevos públicos, niñas, niños y jóvenes.
En esta nueva etapa la Coordinación Nacional de Danza fortalece sus vínculos con las escuelas de formación dancística, priorizando los espacios para la presentación de sus prácticas esenciales y generando su sentido de pertenencia e identidad”, manifestó Serratos.
Erandi Fajardo y Héctor Garay, promotores culturales que participaron en las mesas de transición en materia de danza, recordaron que se realizó un diagnóstico a nivel nacional para revelar las problemáticas del gremio y que, a partir de su conocimiento, se diseñen políticas públicas. “En el programa que hoy se presenta, veo las reflexiones vertidas en las mesas. Nuestras acciones continuarán desde la sociedad civil, generosas, pero con mirada crítica”, dijo Fajardo.
En la programación para el segundo semestre del año se contemplan cuatro estrenos de coreógrafos independientes en el mes de septiembre y en octubre y noviembre se presentará Rome o y Julieta
Compañías independientes, presentarán espectáculos de ballet en el último semestre del año, como Romeo y Julieta