El Viejo Testamento y su influencia en la vida actual

El politólogo e historiador mexicano José Antonio Crespo presenta su nuevo libro "El Legado de Jehová, Historia crítica del cristianismo", en cuyas páginas pasa revista a los pasajes más polémicos y contradictorios del texto bíblico

Alejandro Jiménez | El Sol de México

  · domingo 5 de mayo de 2019

Aun cuando se piense que algo tan lejano y quizá ajeno como el Viejo Testamento no ejerce influencia alguna en nuestras vidas, para José Antonio Crespo éste ha marcado con sus ideas la cultura occidental, y asegura que sus posiciones más radicales están presentes en nuestras sociedades en temas como la homofobia, el rechazo al aborto o a la muerte asistida, la culpa por la actividad sexual y fomentar un papel secundario de la mujer, incluso en personas que se dicen no religiosas o hasta ateos.

Mejor conocido como politólogo experto en el sistema político mexicano, Crespo apela a su condición de historiador para abordar otros temas de su interés, por lo que ahora publica el libro El Legado de Jehová, Historia crítica del cristianismo, Tomo I, en cuyas páginas pasa revista a los pasajes que a él le resultan más polémicos y contradictorios del Viejo Testamento, donde se da cuenta de un Dios Todopoderoso omnipresente, colérico e intolerante con los seres humanos, paradójicamente producto de su propia Creación.

Related content

Visión que contrasta, dice él, con el Jesús del Nuevo Testamento, que pregona el amor hacia el prójimo, la tolerancia hacia los diferentes y pecadores, así como una filosofía donde la violencia es rechazada como método de salvación. La doctrina de Jesús se basa en la pobreza y en la austeridad y cultiva la misericordia y el perdón.

Jehová enfurece con quien no sigue a pies juntillas sus normas y dictados, aun aquellos que parecieran no tener un estricto sentido teológico, como la prohibición de comer carne de cerdo, usar ropas de ciertas telas o guardar los sábados. Manda calamidades a la humanidad, sacrifica a justos por pecadores, promueve el Diluvio universal, acaba con Sodoma y Gomorra, tolera la relajación sexual de sus principales protagonistas, aunque después condena la de los demás seres de la Tierra.

Crespo afirma que estas creencias base son comunes en la Torá judía y en el Corán musulmán, que refieren a su vez los mismos pasajes bíblicos, con nombres ajustados a sus culturas, pero bajo una misma base radical, que es el pilar del judaísmo ortodoxo actual, de las iglesias cristianas protestantes y de las expresiones más terroríficas del islam de nuestros días.

Related content

En Estados Unidos, por ejemplo, hay todo este grupo de los llamados creacionistas, convencidos de que Jehová creó el mundo hace 6 mil años y creen que todo lo relatado en la Biblia es cierto, que pasó en verdad; que niegan la evolución de las especies; y algunos de los cuales incluso son terraplanistas, que creen que la Tierra es plana, pese a las evidencias científicas en contrario. Mike Pence, el vicepresidente estadodounidense, es uno de ellos. “Dime si no va a tener vigencia ese discurso y si no es peligroso que permee en tan altas esferas políticas en el país más poderoso del mundo”.

La desconexión entre el Jehová colérico y el Jesús amoroso es prueba para el historiador de varias cosas, entre ellas que los textos bíblicos fueron escritos por muchas manos, quizá incluso en épocas diferentes, y que cada uno sirvió a diferentes propósitos: la Iglesia es una institución política que requirió un discurso de religión única, para lo cual el fundamentalismo del Viejo Testamento era ideal. Con él se pudieron justificar las Cruzadas, perseguir a los no creyentes y la conversión a sangre y fuego de los indios de los mundos descubiertos. Jesús, a su vez, sirvió para evangelizar, para convencer vía una narrativa de amor incluyente, sin importar que fuera contradictoria con la primera parte de la Biblia.

De hecho, Crespo refiere que, a lo largo de la historia de la Iglesia, la cristiandad y el catolicismo esta tensión teológica ha llegado a tener manifestaciones concretas entre los grandes prelados de la Iglesia y algunas órdenes de monjes o frailes orientados por el amor a Cristo y la pobreza. Los mismos Papas han sido más cargados a una u otra tendencia, según los tiempos. Ahora vemos a un papa Francisco más apegado al Nuevo Testamento, que sus predecesores, por ejemplo.

Related content

VALORES MUY VIGENTES

La Iglesia dejó de ser parte de algunos Estados nacionales en el siglo XIX. La Nueva República Italiana le quitó el poder político al clero y los limitó al Vaticano. En México, Benito Juárez eliminó al catolicismo como religión de Estado. Sin embargo, su presencia fue tan fuerte, asegura Crespo, que mantuvo influencia política y cultural, de tal manera que sus valores siguen vigentes, aun cuando se encuentren cada vez más cuestionados lo que ha hecho que la gente se vaya alejando de ellos sobre todo en Europa, porque en América Latina sigue bastante fuerte.

El avance de los grupos evangelistas, conforme el catolicismo va siendo relegado en la sociedad mexicana actual, no es para el politólogo algo que represente un avance, sino que, por el contrario, pudiera representar un retroceso, en la medida en que estos grupos de cristianos tienen como eje de su narrativa precisamente las enseñanzas del Viejo Testamento.

Related content

Si Andrés Manuel López Obrador concede a estos grupos, como parece ser su intención, medios de comunicación o espacios periodísticos, lo que podríamos ver es la multiplicación del mensaje más atrasado de la Iglesia, que s on los que se oponen a los matrimonios del mismo sexo, al aborto o a la eutanasia en todas sus formas. De hecho, ya han logrado echar atrás avances en estados del Bajío, con su discurso tradicionalista”, afirma.

Refiere que cristianos y evangélicos suelen ser mejor adoctrinados que los católicos en su fe y en sus escrituras, de lo que se desprendería una mayor dureza de oposición social a prácticas secularizadas del orden social y personal y sexual de las personas.

Related content

SE ESTÁ VENDIENDO BIEN

José Antonio Crespo reconoce haberse criado en una familia muy creyente del Bajío del país, pero que muy pronto cuestionó el catolicismo “y rompí completamente con ellos; luego fui a dar por curiosidad a otras religiones como el budismo y el hinduismo”.

Se dice satisfecho porque la venta de su libro va bien y asegura no haberlo escrito en función de alguna agenda política ni con dedicatoria a nadie, sino sólo en el simple ejercicio de su libertad académica. Este es el primer tomo de cuatro, que se irán publicando conforme el autor vaya teniendo tiempo para redondearlos.

Related content

Tampoco ha recibido reacción alguna de la Iglesia, los prelados o el Episcopado y si acaso ha recibido críticas vía redes sociales de personas muy creyentes a las que no les parece el contenido del libro, pero sin llegar a casos extremos de violencia verbal.

“Sobre los temas religiosos siempre hay varias interpretaciones, yo estoy dando la mía. No digo que sea la única, ni la verdadera, pero es la que yo tengo y respeto las de los demás”.

¿QUIÉN ES?

Reconocido historiador, analista político y líder de opinión mexicano, con una larga carrera en la academia y autor de diversos libros e investigaciones publicadas dentro y fuera de México. Además es editorialista en diversos medios impresos y electrónicos.

Es Licenciado en Relaciones Internacionales por el Colegio de México, Doctor en Historia y Maestro en Sociología Política por la Universidad Iberoamericana, y profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).

Related content

Entre sus libros destacan Urnas de Pandora, Ed. Espasa Calpe; Jaque al Rey, Ed. Joaquín Mortiz; Votar en los Estados, Ed. Porrúa; Tiene Futuro el PRI, Ed. Grijalbo; La democracia real, explicada a niños y jóvenes, Ed. Fondo de Cultura Económica; 2006: hablan las actas y Contra la historia oficial, Edit. Random House Mondadori.