Para la escritora Ana V. Clavel, la novela y en general la literatura "te permite un ejercicio de libertad” y bajo ese concepto vincula nuevas formas de involucrar a sus interlocutores con otros lenguajes visuales, para que finalmente lleguen a la meta deseada: el libro.
Es con la “transliteratura” que la autora interesa en las redes sociales y otros medios como la fotografía a la lectura y en ese ejercicio de no limitar los temas de su creación, da a conocer su reciente libro Breve tratado del corazón con cuatro personajes, cuyas historias se van entrelazando, como las arterias en este vital órgano.
Los personajes son una mujer a punto de suicidarse, un hombre al que le realizan una operación cardiaca, una mujer descuartizada y un sicario caníbal, esta última situación tomada de un hecho real que impactó a la autora, ocurrió cerca de su domicilio, donde encontraron el cadáver en una maleta, anécdota que dio origen a este libro de editorial Alfaguara, relata en entrevista para Organización Editorial Mexicana.
“En este órgano de nuestro cuerpo se depositan una serie de miedos, anhelos y justamente como sociedad estamos tan confundidos, finalmente entre todos articulamos un corazón colectivo y es el que está latiendo en nuestro entorno, está muy fracturado y nos obliga de alguna forma hacer un alto y a revisarnos, más allá de lo productivo de la imposición moral y política, estamos enfermos, tenemos un corazón enfermo y doliente”.
Clavel ahonda en cómo tomó al corazón como tema de su reciente publicación.
“Al corazón siempre, ya desde el tiempo inmemorial, los egipcios lo consideraban con especial atención el receptáculo en el que solemos depositar la idea de las emociones, la espiritualidad, que no está peleada del todo con lo carnal, por lo que se dice que es asiento de las pasiones, entonces,se me ocurrió que habría que hacer una revisión de este tema en nuestros días, más allá de la carga sentimental y hasta cursi”.
Explica que en el primer relato tenía un personaje, Horacio, que es sometido a una operación del corazón y cuando sale de ahí, de enfrentar ese momento límite, deja de ser quien ha sido.
“Era un tanto una revisión de hasta dónde estamos como dormidos en nuestra propia conciencia, en nuestro propio cuerpo como si estuviéramos en el interior de un sarcófago hasta que esa suerte de inquietud del corazón que nos obliga a buscar algo más, cuando de pronto nos damos cuenta que estamos viviendo una vida que nos era ajena y me parece que este personaje me permitía hacer esa revisión con el del otro relato que va en busca del Taj Majal en busca de este sueño y todas estas voces se fueron enlazando.
“No son historias independientes, tienen esa trama sutil, como de hilo rojo del destino que las liga, pero en especial, a la hora de estar en el trabajo artesanal de la novela, por un lado recopilé mucha información sobre el corazón y eso me permitió dar la pauta de integrar algunos de esos elementos como de carácter más anatómico, histórico, a manera de cuadros, glosas y eso fue lo que también se articuló para que pensara en el concepto de un breve tratado y por otro lado, la parte del corazón violento de nuestros días”.
En cuanto al tercer relato, la escritora detalla que “muy cerca de mi casa apareció una maleta con una muchacha desmembrada y eso me dio la pauta de que la realidad me estaba dando una pista más contemporánea, mucho más visceral, cruenta, del corazón que late en nuestras sociedades, y para complementar este cuarteto de voces, integré también la voz del asesino, del sicario que la mata”.
Ana toma de referencia que para su novela El hombre sin cabeza, el escritor Sergio González se entrevistó con un decapitador “era fuerte abrir el día con esta idea devastadora de alguien que quiere cercenar vidas como si fuera a jugar con la pelota, tuve que recurrir a esa parte, que sin ser una criminal, valerme de la imaginación, sobre todo literaria para tratar con esta voz verosímil que te va envolviendo y te subyuga, lo que me parecía delicado es cómo creas una voz a nivel literario y a la vez es asesina, sicópata, criminal y de eso se trata, que el lector no te suelte”.
Abunda que la novela y en general la literatura permite un ejercicio de libertad de creación, “tú puedes sentirte completamente libre de poder urdir ese mundo, siempre y cuando completes los límites de la ficción que tú mismo vayas creando, no puedes caer en contradicciones, no puedes romper el pacto funcional que estableces con el lector tu mismo. Ese mundo y esos límites son justamente la puesta en escena de ese ejercicio de la libertad creativa, quizá uno de los poquísimos espacios en los que somos libres”.
La escritora quien tiene una trayectoria como novelista, cuentista y ensayista menciona cómo determina qué sea una novela, un cuento o un ensayo su proyecto literario.
“Eso no lo eliges tú, es el propio texto el que te indica, decía Felisberto Hernández, escritor uruguayo que admiro mucho, que la habilidad de un escritor estriba en descubrir las semillas que trae dentro para sus historias y saber encontrar el tamaño que le corresponde si es una semilla de un cuento o novela y dotarlo de todos los elementos que le permitan crecer a su tamaño, si es novela desarrollarla a todo lo que da, pero no forzar la historia o al revés tener una idea y dejarla en pequeño. Esa responsabilidad la vas a saber desarrollar conforme te adentres a la escritura que se te revela como autor, es el oficio el que determina el género”.
¿Cómo le late hacer una historia?
“Me pasa como a otros escritores, de pronto vas por la realidad y te hacen un tipo de señal algunas situaciones como el personaje de Neo en Matrix que ve un gato en las escaleras y luego camina y ve el mismo felino, hay como un guiño que ves y dices: aquí hay una historia a veces te pasa sin mayor pena, ni gloria y otras hay algo que te va a enamorar. La otra parte es cuando ya tengo orientado el interés a lo que quiero escribir y empiezo a leer, como abrirme como conciencia inconsciente, en el ánimo de cazar y recibir. Atesoro información y no me siento a escribir hasta que tengo mucha, en el momento en que arranco de la primera frase, que puede ser de lo más contundente, no caigo en la tentación de soltar la pluma, voy acumulando, hasta que la historia se convierte en algo incontenible que quiere brotar de la presa, se desata la escritura de una manera incontenible”, concluye.
¿Quién es Ana V. Clavel?
VIDA Y OBRA
Nació en la Ciudad de México en 1961. Es maestra en letras latinoamericanas por la UNAM. Obtuvo el Premio Nacional de Cuento Gilberto Owen 1991; la medalla de Plata 2004 de la Société Académique Arts-Sciences-Lettres de Francia; el Premio de Novela Corta Juan Rulfo 2005 de Radio Francia Internacional y el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska 2013.Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca.
Sus libros han dado origen a proyectos multimedia que conjuntan video, fotografía, instalación, intervención artística, performance y pueden consultarse enanaclavel.com
Varios de sus libros han sido traducidos al inglés, francés y árabe.
Cuentos:
- Fuera de escena (SEP/CREA, Letras Nuevas,1984)
- Amorosos de atar (DIFOCUR/Gob. del Edo. de Sinaloa,1992)
- Paraísos trémulos (Alfaguara 2002)
- Amor y otros suicidios (2012)
- CorazoNadas (2014)
Novelas
- Los deseos y su sombra (Alfaguara 2000)
- Cuerpo náufrago (Alfaguara 2005)
- El dibujante de sombras (Alfaguara 2009)
- Las Violetas son flores del deseo (Alfaguara 2007)
- El amor es hambre (Alfaguara 2015)
Ensayos
- A la sombra de los deseos en flor. Ensayos sobre la fuerza metamórfica del deseo (UACM/Fósforo, 2008).
- Las ninfas a veces sonríen (Alfaguara 2013)
- Territorio Lolita (Alfaguara, 2017)
- La editorial Legenda Books, de Reino Unido, publicó el libro de Jane Lavery The Art of Ana Clavel. Ghosts, Urinals, Dolls, Shadows, and Outlaw Desires (Oxford, 2015)